Construya una mejor trampa para ratones y el mundo trazará un sendero hasta su puerta. Eso es tan cierto en la actualidad como lo era en la época de los caballos y las carretas. Por ende ¿qué ocurre con Microsoft?
El Departamento de Justicia afirma que la empresa logró eso, en parte, no jugando limpio en los mercados que domina.
Pero un nuevo libro sostiene que Microsoft obtuvo su éxito a la vieja usanza: Construyó mejores productos. Y eso plantea lecciones para el capitalismo en la era de la información.
El libro es, «Winners, Losers & Microsoft.» Los autores son los economistas Stan J. Liebowitz y Stephen E. Margolis.
Desafían muchas de las creencias ampliamente sostenidas.
Por ejemplo, afirman que el dominio de Microsoft de ciertos mercados de software no es una prueba de un monopolio ilegal. Sostienen que Microsoft domina solamente cuando posee el mejor producto. (Los oponentes de Microsoft destacan que el editor del libro ha recibido algún financiamiento de parte de la empresa.)
¿Cómo determinan Liebowitz y Margolis si un producto de Microsoft es mejor? Simple, observan los comentarios y reseñas sobre software en las revistas de computación.
Tomemos el mercado de las planillas de cálculo.
El primer programa de planillas de cálculo fue el VisiCalc a comienzos de los años 80. Pese a ser el primero, VisiCalc no duró mucho. Fue rápidamente desplazado por el Lotus 1-2-3. ¿Por qué? Porque Lotus era mejor, según descubrieron Liebowitz y Margolis.
Lotus dominó el mercado de las planillas de cálculo durante casi una década, pero su dominación no perduró.
Fue eventualmente desplazado por el Excel de Microsoft.
Nuevamente, Margolis y Liebowitz descubrieron que Microsoft, eventualmente, tenía un mejor producto.
Durante un periodo de 10 años comenzando en 1984, Excel ganó 28 reseñas o encuestas de usuarios como la mejor planilla de cálculo. Lotus 1-2-3 ganó una sola. Y en esa época la participación en el mercado de Excel subió 80 puntos porcentuales.
Lo mismo ocurrió con los procesadores de texto.
WorldPerfect estaba en el mercado desde antes, y ganó una posición dominante debido a su calidad. Pero fracasó en mantener esa diferencia.
En un periodo de siete años, el programa Word para Windows de Microsoft ganó 16 reseñas de productos contra 2 del WordPerfect. Y en esa época, la participación en el mercado del Word para Windows saltó 65 puntos.
¿Qué hay respecto del producto que produjo Microsoft, el sistema operativo DOS? ¿No era inferior al sistema de Macintosh?
No, afirman los autores.
La interfase gráfica de Mac necesita más potencia para correr que el DOS basado en el texto. Eso significa que los usuarios de Mac tenían que pagar más por sus computadoras-mucho más en los años 80, cuando la potencia informática no era tan barata. Y a los programas les insumía más tiempo correr.
Los usuarios de Mac podían ver cursivas y negritas en la pantalla, a diferencia de los usuarios del DOS. Pero no podían imprimir todo eso a menos que adquiriesen impresoras que costaban $1.000 o más que las impresoras láser estándar.
Seguramente, la interfase gráfica facilitaba el aprendizaje de muchos programas. Pero la mayoría de las computadoras de oficina son utilizadas tan solo para una o dos funciones.
Cuando las computadoras se volvieron lo suficientemente potentes, Microsoft puso en el mercado su propio sistema operativo gráfico. Windows rápidamente desplazó al DOS. Si Apple hubiese otorgado licencias del sistema Mac a otros fabricantes o si alguien más hubiese sacado un sistema gráfico, el mismo podría ser el estándar de la industria en la actualidad, no Windows.
El hecho es que, escriben los autores, allí donde Microsoft no tiene el mejor producto, no domina. Obsérvese el Microsoft Network o el Microsoft Money.
Y Microsoft ha venido recortando los precios, incluso después de alcanzar la dominación. De 1988 a 1995, la firma tenía productos en 10 de las 15 grandes categorías de software de consumo. En las cinco en las que no poseía un producto, los precios cayeron un 15%. En las 10 donde sí lo tenía, los precios bajaron un 55%.
La idea de que los consumidores pueden quedar atrapados en una tecnología inferior es errónea. Cuando un producto es el mejor, dominará.
Pero si alguna empresa saca uno mejor, la gente puede cambiarse y así lo hará. La historia de Microsoft lo prueba.
Microsoft está en la cima, aseveran Margolis y Liebowitz, en razón de que se lo ha ganado. Y permanecerá en la cima solamente si continua empujando.
Traducido por Gabriel Gasave
¿Por qué gana Microsoft?
Construya una mejor trampa para ratones y el mundo trazará un sendero hasta su puerta. Eso es tan cierto en la actualidad como lo era en la época de los caballos y las carretas. Por ende ¿qué ocurre con Microsoft?
El Departamento de Justicia afirma que la empresa logró eso, en parte, no jugando limpio en los mercados que domina.
Pero un nuevo libro sostiene que Microsoft obtuvo su éxito a la vieja usanza: Construyó mejores productos. Y eso plantea lecciones para el capitalismo en la era de la información.
El libro es, «Winners, Losers & Microsoft.» Los autores son los economistas Stan J. Liebowitz y Stephen E. Margolis.
Desafían muchas de las creencias ampliamente sostenidas.
Por ejemplo, afirman que el dominio de Microsoft de ciertos mercados de software no es una prueba de un monopolio ilegal. Sostienen que Microsoft domina solamente cuando posee el mejor producto. (Los oponentes de Microsoft destacan que el editor del libro ha recibido algún financiamiento de parte de la empresa.)
¿Cómo determinan Liebowitz y Margolis si un producto de Microsoft es mejor? Simple, observan los comentarios y reseñas sobre software en las revistas de computación.
Tomemos el mercado de las planillas de cálculo.
El primer programa de planillas de cálculo fue el VisiCalc a comienzos de los años 80. Pese a ser el primero, VisiCalc no duró mucho. Fue rápidamente desplazado por el Lotus 1-2-3. ¿Por qué? Porque Lotus era mejor, según descubrieron Liebowitz y Margolis.
Lotus dominó el mercado de las planillas de cálculo durante casi una década, pero su dominación no perduró.
Fue eventualmente desplazado por el Excel de Microsoft.
Nuevamente, Margolis y Liebowitz descubrieron que Microsoft, eventualmente, tenía un mejor producto.
Durante un periodo de 10 años comenzando en 1984, Excel ganó 28 reseñas o encuestas de usuarios como la mejor planilla de cálculo. Lotus 1-2-3 ganó una sola. Y en esa época la participación en el mercado de Excel subió 80 puntos porcentuales.
Lo mismo ocurrió con los procesadores de texto.
WorldPerfect estaba en el mercado desde antes, y ganó una posición dominante debido a su calidad. Pero fracasó en mantener esa diferencia.
En un periodo de siete años, el programa Word para Windows de Microsoft ganó 16 reseñas de productos contra 2 del WordPerfect. Y en esa época, la participación en el mercado del Word para Windows saltó 65 puntos.
¿Qué hay respecto del producto que produjo Microsoft, el sistema operativo DOS? ¿No era inferior al sistema de Macintosh?
No, afirman los autores.
La interfase gráfica de Mac necesita más potencia para correr que el DOS basado en el texto. Eso significa que los usuarios de Mac tenían que pagar más por sus computadoras-mucho más en los años 80, cuando la potencia informática no era tan barata. Y a los programas les insumía más tiempo correr.
Los usuarios de Mac podían ver cursivas y negritas en la pantalla, a diferencia de los usuarios del DOS. Pero no podían imprimir todo eso a menos que adquiriesen impresoras que costaban $1.000 o más que las impresoras láser estándar.
Seguramente, la interfase gráfica facilitaba el aprendizaje de muchos programas. Pero la mayoría de las computadoras de oficina son utilizadas tan solo para una o dos funciones.
Cuando las computadoras se volvieron lo suficientemente potentes, Microsoft puso en el mercado su propio sistema operativo gráfico. Windows rápidamente desplazó al DOS. Si Apple hubiese otorgado licencias del sistema Mac a otros fabricantes o si alguien más hubiese sacado un sistema gráfico, el mismo podría ser el estándar de la industria en la actualidad, no Windows.
El hecho es que, escriben los autores, allí donde Microsoft no tiene el mejor producto, no domina. Obsérvese el Microsoft Network o el Microsoft Money.
Y Microsoft ha venido recortando los precios, incluso después de alcanzar la dominación. De 1988 a 1995, la firma tenía productos en 10 de las 15 grandes categorías de software de consumo. En las cinco en las que no poseía un producto, los precios cayeron un 15%. En las 10 donde sí lo tenía, los precios bajaron un 55%.
La idea de que los consumidores pueden quedar atrapados en una tecnología inferior es errónea. Cuando un producto es el mejor, dominará.
Pero si alguna empresa saca uno mejor, la gente puede cambiarse y así lo hará. La historia de Microsoft lo prueba.
Microsoft está en la cima, aseveran Margolis y Liebowitz, en razón de que se lo ha ganado. Y permanecerá en la cima solamente si continua empujando.
Traducido por Gabriel Gasave
Defensa de la competencia y monopoliosEconomíaEconomía de libre mercadoReglamentación
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