Los emprendedores crean riqueza. Los anti-emprendedores la destruyen. A juzgar por los resultados del mes último, la División Antimonopolios del Departamento de Justicia de los Estados Unidos es la anti-empresaria más grande de toda la historia. El 1 de abril, antes que las noticias sobre la ruptura en las negociaciones para un acuerdo en el caso de Microsoft hubiesen alcanzado los mercados, Microsoft valía $106 por acción o $551 mil millones. El 24 de abril, después de que el gobierno federal y los fiscales generales de 19 estados indicaran que podrían solicitarle al Juez Jackson que dividiera a Microsoft, las acciones de la compañía valían $66. Así, abril es el mes más cruel—por los números una caída de $40 o una pérdida de $208 mil millones.
La pérdida de $208 mil millones está por lejos fuera de proporción respecto de cualquier posible beneficio de dividir Microsoft, lo que cuestiona la utilidad de la legislación anti-monopolios. La teoría detrás de la partición de Microsoft es que los consumidores ganarán en la medida en que la competencia empuje los precios hacia abajo. Los economistas Stan Liebowitz y Steve Margolis han demostrado que en los mercados donde compite Microsoft, los precios caen mucho más que en otros mercados—volviendo dudoso en sí mismo al argumento subyacente que apoya una desintegración. Pero incluso si aceptamos que los precios bajarán con una desintegración de Microsoft, los beneficios para los consumidores posiblemente no puedan acercarse a la pérdida de $208 mil millones de los accionistas.
La pérdida para los accionistas de Microsoft asciende a $768 por cada persona en los Estados Unidos. ¿Puede alguien creer que dividir a Microsoft va a crear un valor tal que exceda los $768 por persona en los Estados Unidos? ¡Es como si la partición de Microsoft fuera a provocar que los precios del sistema operativo Windows y del software Office caigan a cero! Obviamente, esto es absurdo.
No toda la caída en la cotización de las acciones de Microsoft puede ser atribuida a la investigación anticompetitiva. Pero incluso si sólo nos centramos en las pérdidas de Microsoft del 3 y del 24 de abril, las cuales se encuentran seguramente relacionadas con la querella anticompetitiva, cada acción de Microsoft descendió $27 en estos dos días, lo que hace un total de $140 mil millones. Incluso este número más bajo, equivalente a $514 por persona en los Estados Unidos, es por lejos mayor que cualquier posible ganancia que pudiese provenir de una desintegración. Esta es una forma de probar esa propuesta. Pregúntese si como consumidor usted estaría dispuesto a pagar $514 para ver a Microsoft dividirse en dos o tres compañías separadas.
Las pérdidas a Microsoft por la investigación anticompetitiva son tan punitivas que serían francamente inconstitucionales si fuesen concedidas por un jurado. Lo que los mercados nos están diciendo es que incluso la amenaza de partir a Microsoft es extremadamente costosa. Si Microsoft realmente se divide, las pérdidas serían aún más severas. Se supone que los Estados Unidos es una nación de emprendedores pero parece que hoy día los anti-empresarios llevan la ventaja
Traducido por Gabriel Gasave
Los anti-emprendedores
Los emprendedores crean riqueza. Los anti-emprendedores la destruyen. A juzgar por los resultados del mes último, la División Antimonopolios del Departamento de Justicia de los Estados Unidos es la anti-empresaria más grande de toda la historia. El 1 de abril, antes que las noticias sobre la ruptura en las negociaciones para un acuerdo en el caso de Microsoft hubiesen alcanzado los mercados, Microsoft valía $106 por acción o $551 mil millones. El 24 de abril, después de que el gobierno federal y los fiscales generales de 19 estados indicaran que podrían solicitarle al Juez Jackson que dividiera a Microsoft, las acciones de la compañía valían $66. Así, abril es el mes más cruel—por los números una caída de $40 o una pérdida de $208 mil millones.
La pérdida de $208 mil millones está por lejos fuera de proporción respecto de cualquier posible beneficio de dividir Microsoft, lo que cuestiona la utilidad de la legislación anti-monopolios. La teoría detrás de la partición de Microsoft es que los consumidores ganarán en la medida en que la competencia empuje los precios hacia abajo. Los economistas Stan Liebowitz y Steve Margolis han demostrado que en los mercados donde compite Microsoft, los precios caen mucho más que en otros mercados—volviendo dudoso en sí mismo al argumento subyacente que apoya una desintegración. Pero incluso si aceptamos que los precios bajarán con una desintegración de Microsoft, los beneficios para los consumidores posiblemente no puedan acercarse a la pérdida de $208 mil millones de los accionistas.
La pérdida para los accionistas de Microsoft asciende a $768 por cada persona en los Estados Unidos. ¿Puede alguien creer que dividir a Microsoft va a crear un valor tal que exceda los $768 por persona en los Estados Unidos? ¡Es como si la partición de Microsoft fuera a provocar que los precios del sistema operativo Windows y del software Office caigan a cero! Obviamente, esto es absurdo.
No toda la caída en la cotización de las acciones de Microsoft puede ser atribuida a la investigación anticompetitiva. Pero incluso si sólo nos centramos en las pérdidas de Microsoft del 3 y del 24 de abril, las cuales se encuentran seguramente relacionadas con la querella anticompetitiva, cada acción de Microsoft descendió $27 en estos dos días, lo que hace un total de $140 mil millones. Incluso este número más bajo, equivalente a $514 por persona en los Estados Unidos, es por lejos mayor que cualquier posible ganancia que pudiese provenir de una desintegración. Esta es una forma de probar esa propuesta. Pregúntese si como consumidor usted estaría dispuesto a pagar $514 para ver a Microsoft dividirse en dos o tres compañías separadas.
Las pérdidas a Microsoft por la investigación anticompetitiva son tan punitivas que serían francamente inconstitucionales si fuesen concedidas por un jurado. Lo que los mercados nos están diciendo es que incluso la amenaza de partir a Microsoft es extremadamente costosa. Si Microsoft realmente se divide, las pérdidas serían aún más severas. Se supone que los Estados Unidos es una nación de emprendedores pero parece que hoy día los anti-empresarios llevan la ventaja
Traducido por Gabriel Gasave
Burocracia y gobiernoDefensa de la competencia y monopoliosGobierno y políticaReglamentación
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