El verdadero problema de energía de Cuba es el socialismo
Millones de cubanos siguen sin electricidad tras el paso del huracán Óscar, pero el mal tiempo no es el verdadero problema de Cuba. Su economía socialista de planificación centralizada es la raíz del apagón y de la mayoría de sus otros problemas.
El apagón nacional comenzó días antes de que el huracán Óscar tocara tierra, cuando la central eléctrica Antonio Guiteras dejó de operar. Siete de las ocho centrales termoeléctricas de Cuba se encontraban fuera de servicio por mantenimiento o no funcionaban. La falla de Guiteras dejó al país sin una de sus principales fuentes de energía.
Óscar empeoró la situación de los cubanos en el extremo oriental de la isla y probablemente retrasará el retorno de la electricidad a esa región. Sin embargo, otras áreas no afectadas directamente por la tormenta también experimentaron apagones. La Unión Eléctrica de Cuba anunció que el domingo 20 de octubre se restableció el suministro eléctrico a 216,000 personas en La Habana, una ciudad de más de 2 millones de habitantes, solo para que la red colapsara nuevamente ese mismo día, siendo esta la cuarta vez desde que comenzaron los apagones.
Hospitales, hoteles y otras empresas cuentan con energía limitada proveniente de generadores, pero el combustible escasea y no permitirá que los generadores sigan funcionando por mucho más tiempo. Venezuela ha suministrado combustible subsidiado a Cuba durante dos décadas, pero su propia crisis económica ha reducido significativamente su ayuda en los últimos años. Mientras tanto, el combustible de Estados Unidos sigue sin estar disponible debido al embargo.
Sin embargo, las causas profundas de la falta de energía en Cuba son de origen interno.
Sin propiedad privada, los sistemas económicos socialistas no pueden ofrecer la información ni los incentivos necesarios para generar prosperidad. En las economías de mercado, los precios transmiten información sobre qué bienes y servicios son más escasos en las economías de mercado. Sin embargo, en las economías socialistas, los precios no cumplen esa función, ya que son fijados por planes centrales o distorsionados por escaseces artificiales provocadas por el control de importaciones por parte de los planificadores. Mientras investigaba para un libro reciente en Cuba, pensé que el país debería tener un concurso llamado “El precio es incorrecto”.
La falta de derechos de propiedad significa también que los administradores de los factores de producción, como las centrales eléctricas, no tienen el mismo incentivo para mantenerlos que los empresarios en las economías de mercado dado que los administradores estatales no tienen derecho a los beneficios generados por el mantenimiento a largo plazo. En el socialismo, los empresarios no tienen ningún incentivo, ni siquiera el derecho, de superar a las empresas estatales ineficaces para servir mejor a los consumidores.
Los sistemas socialistas tienden a estancarse y no generan prosperidad debido a su naturaleza inherente. Aunque se podría importar combustible de países distintos a Estados Unidos y Venezuela, la economía cubana no produce suficiente riqueza para permitírselo.
Corea del Norte es el único país en el mundo con una planificación centralizada aún más extrema que la de Cuba, y está perpetuamente sin electricidad. Las imágenes satelitales muestran que todo el país, excepto la capital, permanece a oscuras por la noche, y solo la mitad de la población tiene acceso a electricidad por más de cuatro horas al día.
La electricidad no es lo único que escasea en los países socialistas. Según el Ministerio de Agricultura, la producción de carne vacuna y porcina en Cuba está cayendo en picada. El hambre ha sido un problema recurrente en Corea del Norte desde que terminó la ayuda soviética en 1991. Los norcoreanos no tienen libertad para escapar de sus dificultades económicas, pero los cubanos sí. Como resultado, más de un millón de cubanos, el 10% de la población, emigraron en 2022 y 2023.
Hace tres años, los cubanos salieron a las calles exigiendo más libertad, en protestas que fueron en parte provocadas por los cortes de electricidad y la escasez de alimentos. A pesar de la advertencia del presidente Miguel Díaz-Canel de que no toleraría las protestas, lo que Cuba necesita hoy con urgencia son más protestas a favor de la libertad. Mientras no abandone su sistema de planificación centralizada y no otorgue a los cubanos un mayor margen de libertad económica, los problemas económicos y energéticos del país seguirán sin solución.
Traducido por Gabriel Gasave
- 28 de diciembre, 2009
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