Manuel Hinds, exministro de Hacienda de El Salvador, sobre los efectos de la dolarización en ese país

La Nación

El economista y exministro de Hacienda de El Salvador, Manuel Hinds, dio una entrevista radial este viernes en la que habló sobre los efectos que la dolarización tuvo en ese país. Asimismo, confirmó que el equipo del precandidato a presidente por La Libertad Avanza (LLA), Javier Milei, lo contactó con el objetivo de implementar la medida a nivel nacional de emerger el libertario vencedor en las elecciones de octubre.

Consultado en Radio Mitre sobre si algún economista cercano a Milei se había comunicado con él para conversar en materia de dolarización, Hinds contestó: “Sí es cierto. Dos en una misma reunión en donde me hicieron preguntas de cómo se hacían ciertas cosas en la dolarización. Digamos, ¿cómo es que tú tomas en cuenta eso de las reservas internacionales?, ¿cómo es que tú piensas en la tasa de cambio? O sea, una serie de preguntas, además de que me preguntaron cómo era el ambiente y todo lo demás que está rodeado y cómo nos encargamos nosotros de que los bancos estuvieran a tiempo con todo lo que había que hacer. Ese tipo de preguntas técnicas”.

Tras ello, dio detalles sobre cómo es vivir en un país dolarizado. Para empezar recordó que, en el marco de un viaje que realizó por Centroamérica, una de las principales preocupaciones que le manifestaron fue cómo hacen en El Salvador para calcular la oferta de dinero, a lo que respondió con ironía: “Nada, nos vamos a la playa, porque el mercado se encarga de la oferta y la demanda”.

Seguidamente, a Hinds le consultaron acerca del día a día de la población de su país y sobre los índices de pobreza e inflación, entre otras cuestiones. Entonces, elaboró: “Bueno, hay que saber exactamente qué es lo que te logra la dolarización. Para empezar, en El Salvador la tasa de interés era del veinte por ciento, a pesar de que la inflación de nosotros era de dos por ciento al año. Y nomás dolarizamos, la tasa de interés se vino al seis por ciento y el plazo [del crédito] para comprar una casa se fue de cinco años a veinticinco o treinta años, que es lo que te prestan en El Salvador. Ahorita si tú quieres, te vas a vivir a El Salvador, compras una casa y te prestan al seis por ciento a veinticinco años, casi como en los EE.UU.”.

En materia de precios, sostuvo: “En inflación, nosotros hemos sido uno de los dos o tres países con la tasa más baja en toda la región. Los países que compiten con nosotros son Ecuador, Panamá, Chile y México ahora… Pero no hemos tenido mayor inflación. Hemos tenido un gobierno comunista que subió y dijo que iba a confiscar todo y todo. En América Latina, tú te imaginas que en cualquier país que pasa eso te viene una crisis monetaria espantosa, la gente saca todo el dinero y se te va la tasa de interés al diablo. En El Salvador no”.

En otro tramo de la entrevista, al economista le preguntaron si era condición para dolarizar “sanear el sistema financiero” y ordenar las cuentas públicas, a lo que contestó por la negativa. “Para nada. La gente piensa que hay necesidad de tener la parte fiscal bien arreglada para dolarizar. Nosotros lo teníamos arreglado desde antes”, aclaró.

Más tarde, el exministro de Hacienda se refirió a los índices de pobreza tras la dolarización: “La verdad es que bajó, pero no bajó por la dolarización. Bajó por otras razones, porque había mucha gente que estaba viviendo en Estados Unidos y mandó más cosas… El crecimiento está más relacionado con esto que le voy a decir: nosotros al mismo tiempo liberalizamos completamente la cuenta corriente, la cuenta de capitales y bajamos las tarifas”. De esta forma, señaló que “se desarrolló en El Salvador una industria textil que ahora son las exportaciones más grandes”. También valoró: “Antes nosotros dependíamos, como casi todo el resto de la América Latina, de productos primarios. Ahora los productos primarios, que es el café, representan el 10% de nuestras exportaciones. El 90% de nuestras exportaciones son industriales”.

Por último, completó: “Eso generó más trabajo industrial. Ahora, eso en parte tiene que ver con la dolarización, porque lo que pasa es que es bien fácil para una empresa salvadoreña insertarse en las cadenas internacionales de suministro. Y ahora todo está globalizado -a pesar del pleito con China y todo lo demás, pero hay dolarización más chiquita, pero siempre dolarización. En todo el mundo ahí las cuentas las llevan en dólares. Entonces, una empresa salvadoreña se inserta en la economía mundial facilísimo”.