¿Son todas las exportaciones buenas?
Fundación Atlas para una Sociedad Libre
Hay una creencia generalizada y alejada de la realidad, que dice que las exportaciones son muy beneficiosas para un país , y que las importaciones son algo malo. Pero esta cuestión no es el tema de este artículo , pero para dejar alguna duda para debates futuros pensemos cómo viviríamos sin importar las vacunas para el COVID, los celulares, las computadoras , los remedios, los equipos industriales , tecnología de todo tipo , zapatillas Nike , y en realidad la lista es interminable porque aquí se inventa y se produce muy poco.
Sobre la bondad de las exportaciones , quiero poner en duda algunas de ellas . Y se trata de uno de los “rubros” que más ha crecido en los últimos años , y donde no hay muchas estadísticas y datos para mostrar ,y que son las exportaciones de ciudadanos argentinos. Argentina “fábrica “ ciudadanos , los educa , los prepara para la vida y cuando esta inversión está lista para producir réditos , muchos de ellos son exportados a otros países que reciben el retorno de tal preparación.
Argentina no exporta cualquier ciudadano , porque no cualquier ciudadano es “ comprado” por los países importadores. Las 2 mayores franjas por edad que exportamos son jóvenes de entre 18 y 30 años , y por otro lado mayores de 60 años. Pero tampoco cualesquiera dentro de estas franjas etarias. Entre los jóvenes lo son en su mayoría aquellos con estudios terciarios y universitarios. Entre los mayores lo son aquellos con mayor educación y patrimonios. Es tan generalizado el éxodo que es difícil que cada uno de nosotros no pueda nombrar fácilmente media docena de exportados.
Clarín publicó una encuesta que mostraba que al 70 % de los jóvenes les gustaría irse del país , y también nos informaba sobre datos del año 2019 publicados por la ONU que nos decían que a esa fecha había 1.000.000 de argentinos exportados , representando el 2,27% de la población, donde los principales destinos son España con 25%, USA con 21% y Chile con 7%.
La Nación publicó un trabajo de la Universidad Austral que muestra que 6 de cada 10 argentinos en edad de trabajar , elegirían hacerlo para el estado , y con tendencia creciente ,siendo que en el año 2016 lo elegirían el 50% de los encuestados. También resulta que los encuestados del segmento ALTO , la mitad elegiría al estado como empleador y el 70% de los pertenecientes al segmento BAJO . Yendo a la misma preferencia por edades, de los ubicados entre 18 y 44 años el 70% elige al estado ,y algo más del 50% de las personas de 45 años y más.
Arriesgo algunas deducciones del relato hasta aquí. No nos debería sorprender la cantidad de jóvenes que quieren trabajar para el estado, siendo que los más emprendedores , y más preparados, dentro de este rango etario, se van del país. Esta es una pérdida de riqueza inmensa que no figura en ninguna estadística y que la clase política prefiere ignorar.
Recientemente viaje a Uruguay y quedé sorprendido por la cantidad de argentinos viviendo allí , muchos de ellos habiendo retirado sus activos e inversiones de Argentina , y volcándolos en lugares donde funciona el estado de derecho ,la estabilidad macroeconómica y de reglas. También aquí encontramos otra pérdida no registrada inmensa e ignorada de cerebros, de emprendedores, de inversores y consumidores. Los hemos echado , al igual que a los jóvenes , al no darles las oportunidades normales que buscan, desean y existen en otros lugares.
Tenemos también miles de jóvenes que no se han ido, pero que exportan sus servicios por fuera del mercado institucional , sobre todo en tecnología ,ya que de hacerlo de acuerdo a las reglas sus ingresos serían un tercio de lo percibido. Esto trae precariedad, inseguridad Jurídica y ausencia de creación de compañías que exporten estos servicios
También exportamos compañías, y lo vemos analizando cuales son las nuevas empresas “argentinas” que más crecen e innovan. Encontramos que de los diez supuestos “unicornios argentinos” más importantes y tan renombrados , nueve de ellos en realidad son compañías radicadas en otros países ( no son compañías argentinas ) y que la mayoría de los accionistas, clientes, ventas e ingresos no están radicados en Argentina. Serían exitosas de no haber actuado así…?
Atrevo ahora a dar mi opinión al planteo inicial sobre la bondad de todas las exportaciones. Definitivamente las exportaciones de jóvenes preparados, empresarios, inversores además de los nuevos emprendimientos son malísimos para el país! El daño es monstruoso y difícil de medir.
Pero hay aires nuevos, sea por convicción o por rechazo a las políticas públicas imperantes en los últimos 80 años , aplicadas por igual por toda la clase política de todos los partidos que gobernaron, aparecen nuevas figuras y por sobre todo comienza a verse una discusión más elevada de ideas y no solo de personas. Nada más peligroso que un gobierno que no respeta la constitución y se siente por encima de ella, y además consentido por la mansa sociedad. Nuestros gobiernos se han dedicado a extraer riqueza de los cada vez menos que producen , para repartirlos entre ellos y entre un grupo de personas que no producen y los votan. Cuando 6 de cada 10 ciudadanos prefieren trabajar para el estado, ¿de donde saldrá el dinero para pagarles?. Imaginemos esta preferencia entre los beneficiarios de planes sociales ,y si agregamos los jóvenes emprendedores que se van , y los más ricos también, este proceso está quebrado. Para que no queden dudas sepamos que el gobierno de Cambiemos triplicó los planes ( de 180.000 a 520.000), y nada CAMBIO.
Nuestros gobernantes y la clase política toda nos hacen creer que nuestros problemas vienen del exterior, que somos víctimas de países ricos e imperialistas y de grupos locales no solidarios ,y no de su impericia y políticas públicas fallidas. Esto a su vez ha traído graves divisiones y violencia dentro de nuestra sociedad.
Muy pronto tendremos nuevas elecciones .Exijamos que los partidos nos muestren cuáles son sus planes y compromisos , registrémoslos y hagamos luego un control y rendición de cuentas. Y por sobre todo empecemos a exigir y discutir ideas de cómo queremos que funcione nuestro país para adelante , y no menos importante comprometamos nos con nuestro voto. Ojala también aparezcan nuevas figuras e ideas por fuera de los partidos que nos trajeron hasta aquí. Somos el único país del mundo que pasó de ser desarrollado a ser un país fallido.
El autor es Presidente de la Fundación Atlas para una Sociedad Libre.
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