¿Es Bitcoin el MySpace de las criptomonedas?
Según estos críticos, Bitcoin es una tecnología mejorable principalmente por las siguientes razones: Procesa muy pocas transacciones por segundo, consume mucha energía, y no tiene ningún respaldo ni uso no monetario.
Sobre el volumen de transacciones por segundo depende desde qué perspectiva se quiera mirar. Bitcoin es muy eficiente a la hora de verificar transacciones, pues su objetivo prioritario es la seguridad. Y esta seguridad se consigue facilitando todo lo posible que cualquiera pueda verificar todas las transacciones pasadas, presentes y futuras. Esto es a lo que se suelen referir en el argot de la industria cuando hablan de descentralización. Yo prefiero hablar de seguridad porque es más concreto. Seguridad ante inflación, impago, robo o confiscación.
Para que cualquiera pueda verificarlo todo, el protocolo de Bitcoin limita el número de transacciones que se pueden incluir en cada bloque, unas 2000 aproximadamente, y mantiene el tiempo entre bloque y bloque en una media de 10 minutos. Esta limitación es lo que hace que el envío sea caro cuando la demanda por enviar transacciones supera esta capacidad limitada. El coste es consecuencia de la demanda, ya que la capacidad se subasta procesando las transacciones de los usuarios que están dispuestos a pagar más.
Por tanto, el coste de enviar transacciones nunca se va a solucionar con otros sistemas como Proof of Stake. La única forma de hacerlo sin comprometer la seguridad es conseguir que todos podamos verificar el mayor número de transacciones posibles sin incrementar el coste de verificación. Y en eso, Proof of Stake no aporta nada.
Otra cuestión es que ese coste implique a su vez un coste energético (Proof of Work o prueba de trabajo). Aquí entramos en el debate sobre el consumo de electricidad. En su momento escribí este artículo del que ahora me arrepiento. Me he dado cuenta de que es un tema que no merece ni un segundo de discusión. ¿Los usuarios de Bitcoin pagan religiosamente por la electricidad que consumen?: Si. Pues asunto zanjado. ¿O es que ahora resulta que hay que someter a algún tribunal en qué cosas se puede consumir electricidad y cuanta?.
En cuanto a la falta de respaldo de Bitcoin, es otra característica buscada totalmente a propósito para maximizar su seguridad. Que su emisión y gestión no dependa de confiar en ningún tercero es precisamente para que no tenga riesgo de inflación o impago. Y en este sentido, sustituir la prueba de trabajo por la puesta en garantía de un activo (Proof of Stake), es un peligroso retroceso al juego de los riesgos financieros, comprometiendo la seguridad.
En cuanto a la inexistencia de un uso no monetario, es una crítica que parte de la muy equivocada idea de que una herramienta que facilite el intercambio no es útil, tal y como explico con más detalle aquí.
En general, la mayoría de estas críticas pierden de vista la seguridad. La esencia de Bitcoin es ser un conjunto fijo de unidades que se pueden poseer y transmitir de forma segura. Si lo que el mercado demanda es seguridad, la tecnología estará al servicio de esa demanda, no al revés. Si lo que el mercado demanda es velocidad, para eso ya existía Paypal. ¿Demandará el mercado algo intermedio? Es posible, pero si ese es el caso, parece cada vez más claro que, independientemente de la criptomoneda, una solución intermedia pasaría por desarrollarse en capas superiores. Y si la solución es en una capa superior, no veo qué razón habría para no colocarla sobre la moneda más segura de todas.
Si a pesar de lo dicho al lector le sigue preocupando la tecnología, es preciso tener en cuenta que el software para gestionar una moneda alternativa segura ha de ser necesariamente de código abierto. Nadie se fiaría de una “caja negra” administrada por un tercero en el que hay que confiar, pues para eso ya tenemos las monedas tradicionales.
Por tanto, si se inventara una tecnología que sea significativamente superior, nada impide que Bitcoin la incorpore. No habría ningún impedimento material, aunque sí podría haber impedimentos legales por la vía de las patentes aun tratándose de código abierto. Y hay que reconocer que sería muy dudoso que un software patentado fuera incorporado con éxito a Bitcoin, pues podría traer problemas muy poco deseables. Ya ha pasado con el algoritmo Schnorr, que en ningún momento siquiera se ha planteado incorporarlo hasta que expirara su patente.
Pero el problema de limitar el uso y desarrollo del software mediante patentes, es que cuando la seguridad es una cuestión absolutamente crítica, cuando hace falta que el sistema sea antifrágil, es necesario exponerlo totalmente al exterior para que sea escrutado y atacado hasta la saciedad por el mayor número de programadores y hackers posible. Solo así se puede tener una mínima certidumbre sobre su seguridad. Frente al software limitado y restringido, el software totalmente libre y abierto ha demostrado en las últimas décadas ser la mejor estrategia para alcanzar este nivel de seguridad, tal y como explico aquí con más detalle. Bitcoin ya utiliza esa estrategia totalmente abierta, un competidor que protegiera su software con patentes se estaría atando una soga al cuello y ni siquiera sería una protección definitiva ya que ninguna patente dura más allá de 20 años, que en este contexto no es mucho tiempo, pues Bitcoin ha cumplido ya 12 años y aún no ha alcanzado su madurez.
Quisiera hacer una breve reflexión sobre la frase “una tecnología que sea significativamente superior”. Cada transacción de Bitcoin ya es muy pequeña, y aun así si quieres verificarlas todas necesitas tener una conexión a Internet decente y también un disco duro razonablemente rápido y con buena capacidad. El cuello de botella no es el protocolo de Bitcoin, al contrario, Bitcoin se autolimita para adaptarse a la infraestructura tecnológica ya disponible para cualquier ciudadano medio. Y esto no es una cuestión de querer ser “democrático” aunque de paso se consiga. Es una cuestión, insisto, de seguridad: No tener que depender de terceros para verificar nada.
MySpace era una aplicación concreta sobre un protocolo de comunicaciones de propósito general (Internet), Bitcoin es un protocolo de propósito general para el intercambio económico. Creo que la analogía es poco acertada. En todo caso, y tomando las precauciones necesarias que hay que tomar con toda analogía, y si sustituimos seguridad por interconectividad, la situación podría parecerse más a las llamadas protocol wars, cuando decenas de protocolos de comunicación se postulaban como candidatos a ser el sistema neurálgico de las comunicaciones a nivel global, muy parecido a la multitud de criptomonedas existentes en la actualidad. El protocolo tcp-ip (Internet) dejó atrás a todos los demás por ser el más interconectable, que era lo que demandaba el mercado. Si al final lo que el mercado demanda para una criptomoneda es seguridad por encima de cualquier otra característica, entonces la que consiga ser más segura quizá sea la análoga al protocolo tcp-ip.
“No creo que volvamos a tener un buen dinero hasta que se lo quitemos al Gobierno de las manos, es decir, no podemos quitárselo violentamente, todo lo que podemos hacer es introducirlo astutamente de tal forma que no lo puedan parar.” F.A. Hayek, 1984
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