Cómo ser un buen vecino siendo un ejemplo a seguir – Estados Unidos, México y la libertad económica
El Fraser Institute publicó recientemente nuevas ediciones de su ranking anual de libertad económica en América del Norte y en todo el mundo. Estos rankings, junto con estudios académicos sobre la difusión de la libertad económica, relatan una interesante historia sobre México y por qué es importante para los Estados Unidos ser un buen vecino siendo un ejemplo a seguir.
En noviembre de 2019, Fraser publicó Economic Freedom of North America 2019 (Libertad Económica de América del Norte 2019 o EFNA según su sigla en inglés), la 15ta. edición de su informe anual que mide el grado en que “las políticas de las provincias y estados individuales apoyaron la libertad económica, la capacidad de los individuos para actuar en la esfera económica sin restricciones indebidas”. El informe se basa en datos de 2017, el año con los datos globales más recientes.
La libertad económica en los estados de EE.UU.
El siguiente cuadro enumera los 50 estados de EE.UU. de los más libres a los menos libres económicamente. El estado que encabeza la lista es New Hampshire, haciendo honor a su lema “Vive libre o muere”, seguido por Florida y Tennessee. Virginia está en 4º lugar y Texas en 5º. El estado menos libre es New York, después de West Virginia, Alaska, Vermont y Oregon en el puesto 46º.
El estado más poblado de la nación, California, está entre los menos libres. El Estado Dorado se encuentra en el puesto 44º, el séptimo estado menos libre de la nación. Los californianos están respondiendo a la falta de libertad económica votando con sus pies y huyendo del estado en grandes cantidades.
Los testimonios y patrones de movimiento revelan que la falta de vivienda asequible es un factor importante entre las personas que buscan en otros lugares alcanzar el sueño americano. Pero los altos costos de la vivienda en California son el resultado de restricciones gubernamentales a la libertad económica para construir nuevas viviendas o convertir estructuras antiguas en unidades residenciales. Las onerosas regulaciones a nivel estatal y local reducen artificialmente la oferta de viviendas e incrementan los precios de las casas y los alquileres. Durante los últimos 10 años los precios medios de venta de las casas en California han aumentado un 72 por ciento, mientras que los ingresos anuales medios de los hogares sólo aumentaron un 6,5 por ciento. (Para un análisis completo de la crisis de asequibilidad de la vivienda en California, lea mi informe How to Restore the California Dream: Removing Obstacles to Fast and Affordable Housing Development, 2020).
La falta de libertad económica en California para construir nuevas viviendas o convertir edificios antiguos en unidades residenciales ha causado un éxodo masivo del estado, particularmente entre los residentes de clase media y baja y los menos educados. La Encuesta sobre la Comunidad Estadounidense de la Oficina del Censo de los Estados Unidos ha mostrado una consistentemente migración interna neta negativa para California durante los últimos años: más personas salieron de California hacia otros estados que las que vinieron a California desde otros estados. En términos netos, de 2007 a 2018, California perdió casi 1,3 millones de residentes debido a la migración doméstica (ver aquí y aquí). Y desde 2016, la migración neta total, que incluye la migración internacional hacia California, ha sido negativa en el Estado Dorado.
Los resultados de la libertad económica de los Estados Unidos en 2019 también pueden ser representados visualmente (ver el mapa abajo). Los estados más libres (en azul) tienden a estar en el sur y a través de las Grandes Llanuras, con agrupamientos notables entre los estados en el primer y segundo cuartil, respectivamente. Resulta interesante que los estados menos libres (en salmón) se encuentran dispersos por todo el país. No hay grandes agrupamientos, sólo unos pocos vecinos contiguos: California y Oregón; Kentucky y West Virginia; y New York y Vermont, por ejemplo. Esto puede indicar que las políticas públicas que amplían la libertad económica se extienden a los vecinos de manera más consistente que las políticas que restringen la libertad económica (más sobre este punto a continuación).
La libertad económica en los estados de México
Tal vez los patrones más interesantes que observé en el nuevo informe EFNA involucran a los estados de México. El siguiente cuadro enumera los 32 estados de México por su nivel de libertad económica de mejor a peor. Baja California es el estado con mayor libertad económica, mientras que Campeche se encuentra en el fondo del barril. La distribución espacial de la libertad económica es reveladora.
De los seis estados de México que limitan con los Estados Unidos, sólo Coahuila está por debajo de los nueve primeros estados: Baja California 1º; Sonora 7º; Chihuahua 6º; Coahuila 20º; Nuevo León 5º; y Tamaulipas 9º, de oeste a este. Los estados mexicanos a lo largo de la frontera con los Estados Unidos tienden a ser algunos de los más libres económicamente de México. Para referencia, el mapa de abajo muestra la ubicación de los estados de México.
En contraste, los estados mexicanos más alejados de los Estados Unidos tienen algunos de los peores niveles de libertad económica: Campeche está último en el puesto 32º; Tabasco en el 31º; Guerrero en el 26º; y Quintana Roo en el 25º. ¿Qué explica estos patrones?
El "efecto derrame" de la libertad económica
Los dos patrones de libertad económica dentro de México, aunque no se correlacionan perfectamente estado por estado a lo largo del país, son sin embargo generalmente consistentes con un “efecto derrame" de la libertad económica. Los académicos han identificado tal efecto en su investigación sobre la difusión global de las instituciones. Específicamente para México, las mayores oportunidades comerciales y la competencia provenientes del norte – los Estados Unidos en general y sus estados sureños fronterizos individuales – ejercen presión en México para mejorar su libertad económica, especialmente dentro de sus estados fronterizos del norte. Las mismas presiones no existen en los estados del sur de México.
Examinemos estas presiones utilizando datos económicos: (1) comparaciones nacionales/federales de los niveles de libertad económica; (2) comparaciones estatales de los niveles de libertad económica; y (3) estudios estadísticos académicos sobre la difusión de la libertad económica, el capitalismo y la democracia.
De acuerdo con el Economic Freedom of the World: 2019 Annual Report (Índice de Libertad Económica del Mundo: Informe Anual 2019 o EFW por su sigla inglesa) del Fraser Institute, publicado en septiembre de 2019, México ocupa el 76º lugar a nivel mundial en libertad económica, mientras que Estados Unidos ocupa el 5º lugar, un puesto mejor que su 6º lugar en el ranking en 2018. Por lo tanto, existe una gran disparidad en el nivel general de libertad económica en México comparado con el nivel de libertad económica en los Estados Unidos, lo que ejerce presión sobre México desde el norte para que cambie.
En contraste, México no enfrenta las mismas presiones de libertad económica desde el sur: Belice está en el puesto 85º, Nicaragua en el 74º, El Salvador y Honduras están empatados en el 63º, mientras que Costa Rica se encuentra en el 46º. Sólo Guatemala (34º) y Panamá (31º) se ubican en un puesto considerablemente mejor que México, pero ninguno de los dos países se acerca a los 20 primeros.
Examinando aún más a nivel estatal, a pesar del bajo nivel de libertad económica en California (44º) y New México (45º) en relación con otros estados de EE.UU., ambos estados tienen significativamente más libertad económica que cualquier estado fronterizo de México (ver los rankings del nivel de libertad económica de “Todo el gobierno” de cada estado en la página 4 de EFNA). Y tanto Arizona (20º) como Texas (5º) se encuentran en los dos quintiles superiores de los Estados Unidos. Los patrones de comercio también refuerzan la simple geografía.
El principal estado de México para las exportaciones de Texas es su vecino Chihuahua. De manera similar, el principal estado de México para las exportaciones de California es su vecino Baja California (véase el cuadro 5 de Ismael Aguilar Barajas y otros, “Trade Flows Between the United States and Mexico: NAFTA and the Border Region”). Ismael Aguilar Barajas y otros realizan un análisis estadístico detallado de las relaciones económicas entre Texas y los estados del noreste de México: Chihuahua, Coahuila, Nuevo León y Tamaulipas. Y concluyen: “En el caso de la región de Texas-Noreste de México, antes del TLCAN [Tratado de Libre Comercio de América del Norte], la economía del noreste de México ya se encontraba más integrada con Texas que el resto de México; el TLCAN sólo aumentó este diferencial”.
Reuters preparó un mapa de calor de los Estados Unidos que ilustra la importancia de México como destino de las exportaciones de los estados fronterizos del sur de los Estados Unidos. México es el principal mercado de exportación para los cuatro estados fronterizos de Estados Unidos.
La conclusión es que los estados fronterizos del sur de Estados Unidos ejercen una presión adicional e independiente sobre México, especialmente en los estados mexicanos fronterizos del norte, para aumentar la libertad económica, debido a los efectos geográficos y comerciales (más sobre este punto a continuación). Los estudios estadísticos también apoyan la “hipótesis del derrame”.
Estudios académicos que apoyan un “efecto derrame” institucional
La evidencia observacional basada en comparaciones de los niveles de libertad económica sugiere que una mayor libertad económica en los Estados Unidos tiene un efecto derrame beneficioso sobre el nivel de libertad económica en los estados mexicanos que limitan con los Estados Unidos. El efecto es menos pronunciado, o se encuentra ausente, en los estados del sur de México, los más alejados de los Estados Unidos. Este efecto de “difusión espacial”, para tomar prestada una frase de los econometristas, está apoyado por el análisis estadístico de la difusión de la democracia, el capitalismo y la libertad económica.
En el artículo académico International Diffusion of Liberalism” (International Organization, 2006), Beth A. Simmons, Frank Dobbin y Geoffrey Garrett identifican cuatro mecanismos potenciales de difusión institucional: (1) la competencia de Tiebout y la migración de personas y empresas, (2) un efecto de demostración o “aprendizaje por observación”, (3) las comunidades o zonas económicas, y (4) la emulación de un país “gran actor”. Aunque no es exhaustiva, la lista resume algunos de los principales canales de difusión de las instituciones tanto dentro de los países como entre ellos.
Joshua C. Hall, Donald J. Lacombe y Timothy M. Shaughnessy revisan los estudios académicos sobre la difusión institucional en su trabajo académico Economic Freedom and Income Levels Across U.S. States: A Spatial Panel Data Analysis” (Contemporary Economic Policy, 2018). Concluyen:
Existen fuertes razones teóricas basadas en Tiebout (1956) y en la competencia por comparación (Brueckner y Saavedra 2001) para pensar que las políticas económicas están relacionadas espacialmente. Un reciente trabajo empírico de Leeson y Dean (2009) muestra que la democracia y la libertad económica se extienden geográficamente a través de los países, es decir, que los cambios en las instituciones económicas o políticas de un país “se derraman” a los países cercanos.
Hall y otros (2018) señalan que “dado que la libertad económica se derrama a los estados cercanos [de los Estados Unidos] (probablemente debido a la competencia por comparación o de Tiebout), es importante tener en cuenta la forma en que un aumento de la libertad económica de un estado afecta al PBE [producto bruto estatal] real per cápita de los estados vecinos” a través de la onda expansiva del aumento de la libertad económica.
Los investigadores analizan el PBE real per cápita de los estados desde 1981 hasta 2012, tomando en cuenta los efectos directos e indirectos, y concluyen que “a medida que la libertad económica en un estado en particular aumenta en un 10 por ciento, el PBE real per cápita en los estados vecinos se incrementa un 4,7 por ciento, en promedio. . . . Demostramos que hay derrames positivos en la libertad económica”. Cuando un estado aumenta su libertad económica, se produce un efecto dominó en los estados circundantes, ya que éstos también amplían las libertades económicas, lo que resulta en un aumento del ingreso real per cápita en los estados vecinos.
El estudio de Leeson y Dean (2009) al que Hall y otros se refirieron en la cita anterior es “The Democratic Domino Theory: An Empirical Investigation” – “La Teoría del Dominó Democrático": Una Investigación Empírica” – (American Journal of Political Science, 2009). Peter T. Leeson y Andrea M. Dean examinan la difusión de la democracia, que puede incluir instituciones asociadas que mejoren la libertad económica tales como derechos de propiedad privada más seguros. Según la “teoría del dominó democrático”, los cambios en las instituciones políticas de un país, en este caso la democracia, se extienden a los países vecinos aumentando o disminuyendo su democracia de manera similar, la que se extiende a sus vecinos geográficos, y así sucesivamente.
Leeson y Dean emplean el análisis estadístico espacial para examinar más de 130 países entre 1850 y 2000, y encontraron que “el dominó democrático de hecho cae como sostiene la teoría”. Sin embargo, estos dominós caen significativamente “más ligeros” que lo que la importancia de este modelo sugiere. Los países ‘atrapan’ sólo alrededor del 11 por ciento de los incrementos o disminuciones de los incrementos o disminuciones de la democracia de sus vecinos geográficos promedio”.
De modo similar, en su artículo académico “Comparing the Spread of Capitalism and Democracy” (Economics Letters, 2012), Peter T. Leeson, Russell S. Sobel y Andrea M. Dean examinan el “lado económico de la teoría del dominó”, específicamente, aplican la metodología utilizada por Leeson y Dean (2009) en su estudio de la propagación de las instituciones políticas (democracia) para estudiar ahora la propagación de las instituciones económicas (capitalismo).
Los investigadores utilizan el puntaje del Instituto Fraser EFW para cada país para medir el nivel de "capitalismo" de cada país, de 1985 a 2005; por lo tanto, proporcionan una prueba directa de la hipótesis del derrame de la libertad económica. El análisis estadístico muestra que el capitalismo se extiende entre países vecinos, y que "el capitalismo y la democracia se extienden aproximadamente a la misma tasa modesta" de alrededor del 10 al 15 por ciento.
En un estudio anterior de 2007, Russell S. Sobel y Peter T. Leeson analizan la difusión internacional de la libertad económica a través de dos canales en "The Spread of Global Economic Freedom" (Libertad Económica del Mundo: Informe Anual 2007, capítulo 2, 2007). Los investigadores buscan pruebas de la teoría de la difusión geográfica, según la cual la libertad económica, o la represión de esta, se extiende directamente a los vecinos geográficos contiguos. También buscan pruebas de la teoría de la difusión comercial, según la cual la libertad económica, o la falta de ella, se difunde directamente entre los países que son socios comerciales, independientemente de que sean vecinos geográficos o no. Los resultados de este estudio no son directamente comparables con los resultados de Leeson y otros (2012) debido a las diferentes especificaciones y a los datos de diferentes años.
Sobel y Leeson construyen un panel de rankings de libertad económica en 102 países entre 1985 y 2000. Su análisis estadístico encuentra que “en verdad la libertad económica se extiende geográficamente”. Específicamente, los resultados geográficos implican que un país “i” cuyos vecinos geográficos son en promedio una unidad más libre (en base a las clasificaciones EFW) que los vecinos de algún otro país “j” es en promedio 0,2 unidades más libre que “j”, en otras palabras, un incremento del 20 por ciento.
El análisis estadístico que examina la propagación de la libertad económica a través del comercio proporciona algunas pruebas cautelosas de que “el comercio es una mejor ruta para propagar la libertad económica”. En lugar del efecto geográfico de 0,2, el efecto del comercio internacional es de 0,32 – la libertad económica se propaga con más fuerza a través del comercio que a través de la geografía (donde la libertad económica de otros países se mide aquí por el promedio ponderado de la cuota de importación de las clasificaciones EFW del socio comercial del país en lugar de la clasificación promedio de la libertad de los vecinos geográficos de un país).
Sobel y Leeson confirman que ambos canales son importantes: “La libertad económica se extiende de hecho tanto a través de la geografía como del comercio, tanto en niveles como en cambios”. Existe alguna evidencia cautelosa de que la libertad económica se extiende con más fuerza entre los socios comerciales que entre los vecinos geográficos, pero “los países ‘atrapan’ cerca del 20 por ciento de los niveles y cambios en la libertad económica de sus vecinos geográficos y socios comerciales promedio”.
Finalmente, hay un cuerpo de literatura sobre la “difusión de políticas” que muestra que los gobiernos adoptan las políticas de los vecinos. Leeson y Dean (2009) conectan estos estudios con los cuatro canales de difusión mencionados anteriormente: “Algunas investigaciones existentes han encontrado evidencia de varios tipos de ‘difusión de políticas’ a través de cada uno de los canales señalados anteriormente (véase, por ejemplo, Elkins, Guzmán y Simmons 2006; Gleditsch y Ward 2006; Lee y Strang 2006; Swank 2006)”.
El resultado es que la democracia, el capitalismo y la libertad económica, o la falta de ella, se extienden entre vecinos geográficos y entre socios comerciales. Es importante destacar que la influencia de los Estados Unidos sobre México probablemente se magnifique debido a que Estados Unidos es tanto un vecino geográfico (uno de sólo tres para México) como el principal socio comercial de México. Un total del 80 por ciento de las exportaciones de México se dirigieron a Estados Unidos en 2017, según los datos del Banco Mundial más recientes, mientras que el 46 por ciento de las importaciones de México provenían de Estados Unidos. Tanto para las exportaciones como para las importaciones de México, los Estados Unidos clasificaron como el principal socio comercial de México.
La expansión de la libertad económica desde los Estados Unidos hacia México, especialmente a los estados fronterizos del norte de México, se encuentra reflejada en específicas políticas que México adoptó a lo largo de los años.
Las políticas económicas de México y la difusión de la libertad económica
En respuesta al fin del Programa Bracero en 1964 – un acuerdo de trabajadores huéspedes entre México y los Estados Unidos iniciado en 1942 – México promulgó el Programa de Industrialización Fronteriza en 1965, el cual creó zonas económicas especiales (ZEE). Estas zonas tenían la intención de estimular el empleo y el crecimiento económico, especialmente en las ciudades fronterizas, y de fomentar la inversión extranjera y la acumulación de “moneda dura” dentro de México. Las fábricas ubicadas dentro de las ZEE fueron llamadas maquiladoras.
Bajo la estructura legal original, una maquiladora era una fábrica en México que importaba insumos de un país, digamos los Estados Unidos, ensamblaba o procesaba los insumos para agregar valor, y luego exportaba los productos terminados al país, en nuestro ejemplo los Estados Unidos. Los insumos y la maquinaria utilizados para fabricar el producto podían ser importados a México libres de aranceles, y los Estados Unidos típicamente cobraban un arancel sólo sobre la porción de valor agregado del producto exportado. Bajo la ley mexicana, una maquiladora podía ser propiedad total de extranjeros si un cierto porcentaje de los bienes eran exportados y no se vendían dentro de México.
Hasta 1972, las maquiladoras tenían que estar ubicadas dentro de un radio de 20 kilómetros de la frontera con los Estados Unidos y tenían que exportar todos sus bienes. Después de 1972, podían ubicarse en cualquier lugar de México y se les permitía vender un porcentaje de sus mercancías dentro del país; así, la libertad económica se expandió.
A mediados de la década de 1980 se establecieron reglamentaciones especiales para las maquiladoras y la economía se abrió a la inversión extranjera directa. Pero las maquiladoras siguieron concentradas a lo largo de la frontera norte con los Estados Unidos debido a la ventaja comercial geográfica de estar cerca del mercado estadounidense.
El propósito del programa de maquiladoras era hacer que las empresas y los trabajadores mexicanos fueran más competitivos con los Estados Unidos, más evidencia de las teorías de la dispersión geográfica y comercial. La expansión de las libertades económicas resultó en una liberalización del comercio que estimuló a las maquiladoras. De acuerdo con Joshua A. Cohen en su artículo “The Rise of the Maquiladoras”, de 1980 a 1995, el número de maquiladoras saltó de 539 a más de 2.000. Y la cantidad de personas empleadas por las maquiladoras aumentó a 776,000, o alrededor del 10% de la fuerza laboral de México. Para 1996 las maquiladoras eran la segunda industria más grande de México después del petróleo.
Con la implementación del Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN) de 1994, las reglas atinentes a las maquiladoras fueron implementadas en dos fases. La primera fase, de 1994 a 2000, permitió a las maquiladoras continuar importando productos a México libres de impuestos, sin importar el lugar de origen de los productos. La primera fase también permitió a las maquiladoras aumentar sus ventas en los mercados internos de México.
El estatus de libre de impuestos para una importación determinada en la segunda fase después del año 2000 estaba determinado por las nuevas reglas norteamericanas de origen. El resultado final, como se resume en un informe de 2019 del Servicio de Investigación del Congreso de los Estados Unidos, es que en 2001 y en adelante, “El programa inicial de maquiladoras dejó de existir y se aplicaron las mismas reglas comerciales a todas las operaciones de ensamble en México”. El gobierno de México impuso los mismos aranceles de importación a los residentes en las zonas fronterizas que en otras partes de México. Los privilegios especiales de los que alguna vez disfrutaron las ZEE fronterizas se erosionaron, pero en general las oportunidades comerciales con Estados Unidos y Canadá aumentaron debido a que el TLCAN abrió mercados.
Como lo observan Nina Ebner y Mateo Crossa en NACLA, “La firma del TLCAN en 1994 expandió la viabilidad de la industria maquiladora”, pero con una estructura legal diferente a la de las empresas originales. Para el año 2000, como lo informó el profesor Gordon H. Hanson de la University of California en San Diego, “El sector de la maquila generaba el 48 por ciento de las exportaciones de México y el 35 por ciento de las importaciones del país. Estas plantas siguen concentradas en los estados mexicanos a lo largo de la frontera México-Estadounidense y en el año 2002 representaban más del 80 por ciento del total del empleo en las maquiladoras”.
Recientemente, el presidente de México Andrés Manuel López Obrador (AMLO), quien asumió el cargo el 1 de diciembre de 2018, creó una nueva ZEE a lo largo de la frontera norte del país con la intención de aumentar la inversión, crear empleos y estimular las oportunidades económicas.
El 29 de diciembre de 2018, AMLO anunció el “Decreto de estímulos fiscales para la región fronteriza norte”, el cual creó una ZEE de 15,5 millas (25 kilómetros) a lo largo de la frontera estadounidense desde la costa del Pacífico hasta el Golfo de México, o casi 2,000 millas de largo. La llamada “zona libre” abarca 43 municipios a través de seis estados de la frontera con México. Inicialmente, la zona libre tendrá una duración de dos años (2019 y 2020) y en su momento se evaluará su continuación.
Las comunidades dentro de la zona pueden ofrecer una tasa reducida del impuesto sobre la renta para las empresas y las personas físicas (del 30 por ciento al 20 por ciento para las empresas y del 35 por ciento al 23 por ciento para las personas físicas), y un menor impuesto al valor agregado (IVA) sobre los bienes que ingresan al país (de la tasa nacional del 16 por ciento a una nueva tasa menor del 8 por ciento). El salario mínimo se duplica (a unos 9 dólares por día) en la ZEE bajo el supuesto de que un salario mínimo más alto frenará la migración hacia el norte a los Estados Unidos.
Al anunciar la ZEE, AMLO afirmó: “Va a ser la zona libre más grande del mundo. Es un proyecto muy importante para impulsar la inversión y la creación de empleos y aprovechar la fortaleza económica de los estados de la Unión Americana (Estados Unidos)”. El objetivo final de AMLO es crear estas zonas desde el sur al norte en México para tornar más competitivas a las empresas y fábricas en México. Notablemente, y consistente con la hipótesis del derrame, AMLO y otros funcionarios del gobierno decidieron abrir su primera zona franca en el norte a lo largo de la frontera con los Estados Unidos y cancelaron siete ZEE en el sur.
A finales de 2017 y principios de 2018, el presidente de México Enrique Peña Nieto creó zonas económicas especiales en siete municipios del sur. Cada ZEE ofrecía generosas exenciones impositivas pero también venían con estrictas condiciones burocráticas de calificación. Las zonas nunca despegaron, de hecho, nunca se concedieron permisos para operar. Finalmente, en abril de 2019, AMLO canceló las siete zonas diciendo que las mismas “Eran para supuestamente ayudar, pero nunca hicieron nada por ayudar; hicieron [los gobernantes anteriores] negocios, compraron terrenos y derrocharon recursos. No se benefició en nada”.
La experiencia de México con las zonas económicas especiales demuestra que los incentivos son importantes; por lo tanto, lo mejor sería que el gobierno de México extendiera de manera permanente las nuevas reducciones de impuestos de AMLO a todo el país – convirtiendo a todo México en una “zona franca” – lo cual ejercería presión sobre los vecinos del sur de México y sus socios comerciales para aumentar también su libertad económica.
Conclusión: Los Estados Unidos deberían ser un buen vecino siendo un ejemplo a seguir
Una lección importante que se desprende de la evidencia es que los Estados Unidos pueden ejercer presión sobre otros, especialmente sobre sus vecinos y socios comerciales, a fin de incrementar su libertad económica siendo un ejemplo a seguir. Como lo señaló el legendario entrenador de baloncesto universitario John Wooden, quien sabía bastante sobre motivar a los demás, “Ser un ejemplo de conducta es la forma más poderosa de educar”. Si queremos tener vecinos estables y prósperos en el sur y en el mundo, necesitamos ser un ejemplo a seguir y expandir continuamente nuestra libertad económica. Hacer el bien se convierte en un ciclo virtuoso; hacer el mal se convierte en una espiral de muerte.
Esta lección tiene implicancias para las guerras comerciales del presidente Donald Trump y las negociaciones comerciales de tira y afloja. Sobel y Leeson (2007) nos recuerdan que “Al liberalizar su comercio con naciones extranjeras, los países económicamente libres pueden ejercer al menos un modesto impacto positivo sobre la libertad económica en las naciones menos libres”. Pero la liberalización compartida es aún más impactante: “Los cambios regionales generalizados en la libertad crean impulso y tienen el mayor de los impactos sobre los países vecinos. . . . Los acuerdos de libre comercio que permiten a un número de naciones coordinar simultáneamente la liberalización del comercio podrían tener una influencia considerable en la difusión de la libertad económica en las regiones económicamente reprimidas del mundo”.
Cuando los países liberalizan el comercio juntos, esto hace que otros países liberalicen el comercio, y así sucesivamente. Es importante señalar que lo que tengo en mente aquí es la verdadera “libertad de comercio” no el “comercio dirigido por el gobierno” o el “comercio gestionado por el gobierno” que no son el verdadero libre comercio sino los típicos de la mayoría de los acuerdos comerciales internacionales. Las restricciones comerciales, por otro lado, protegen a los actores ineficientes y proporcionan un chivo expiatorio para los regímenes fallidos de todo el mundo a fin de culpar a los “forasteros” de la miseria causada por sus pobres políticas internas propias.
Ser ejemplos a seguir en materia de libertad económica y comercio abierto son las políticas correctas de largo plazo no sólo para Estados Unidos sino también para sus vecinos y socios comerciales en todo el mundo. Las guerras comerciales de Trump, en contraste, resultan peligrosas para su propio futuro político y para promover la paz y la prosperidad alrededor del mundo.
Traducido por Gabriel Gasave.
El Independent Institute es miembro asociado de la Economic Freedom of the World Network y una organización asociada a la Economic Freedom of North America Network. Agradezco a Jonathan Hofer sus útiles comentarios sobre un borrador anterior.
El autor es Investigador Asociado Senior y Director del Centro de Innovación Empresarial del Instituto Independiente. Es autor del libro del Instituto California Dreaming.
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