La verdad sobre Tesla Motors
The Beacon – El Instituto Independiente
Durante un panel de discusión reunido el día 19 de enero en la Comisión Federal de Comercio (FTC es su sigla en inglés), el consejero general de Tesla Motors, Todd Maron, afirmó: “Ganamos dinero con una cosa: La venta de automóviles y solo con la venta de automóviles” En realidad, el fabricante de vehículos eléctricos (EV en inglés) Tesla Motors pierde más de 4.000 dólares por cada automóvil que vende sobre la base de su “costo total” (téngase en cuenta que algunos de los costos de Tesla se encuentran fuertemente subsidiados). Las pérdidas por vehículo de Tesla son aún mayores utilizando los principios de contabilidad generalmente aceptados. CNBC y Reuters lo explicaron:
Tesla reporta sus finanzas de una manera diferente a los fabricantes de automóviles de Detroit. Utilizando los principios de contabilidad generalmente aceptados, o PCGA, usados por GM o Ford, las pérdidas operativas por vehículo de Tesla han aumentado de manera constante hasta 14.758 dólares desde 3.794 dólares en el segundo trimestre de 2014.
Tesla, en cambio, sobrevive en gran medida por la ayuda del gobierno.
En 2015, Tesla despachó 50.580 autos en todo el mundo, de los que 25.700 fueron para clientes estadounidenses. Este es un porcentaje insignificante tanto para los mercados de automóviles del mundo como de los Estados Unidos. Un récord de 17 millones y medio de vehículos de pasajeros fueron adquiridos en los Estados Unidos en 2015. Sin embargo, sólo el 0,67 por ciento—o 116.548 vehículos—eran totalmente eléctricos o híbridos enchufables, 6.500 menos que en 2014. Los vehículos eléctricos representan el 0,16 por ciento de los 250 millones de vehículos de pasajeros que circulan en los EE.UU.. El mercado de los autos eléctricos es trivial, a pesar del masivo apoyo gubernamental.
En vez de ganar dinero con la venta de automóviles, Tesla sobrevive al participar en muchos programas de subsidios del gobierno. Un programa lucrativo es el de crédito para vehículos de cero emisiones (ZEV en inglés) de California. Phil Kerpen explicó cómo funciona el programa:
Los créditos ZEV son una disposición ideada por los burócratas de la Junta de Recursos del Aire de California (CARB en inglés), que exige a los fabricantes y distribuidores [de autos] fabricar y vender un número arbitrario de vehículos de “cero emisiones” cada año. . . . El modelo S de Tesla genera cuatro créditos por unidad vendida. Esto significa que la compañía puede vender 20.000 dólares en créditos ZEV a otros fabricantes [de automóviles] por cada modelo S vendido—un costo soportado por los compradores de otros vehículos.
Los créditos ZEV, que comenzaron en California, se han extendido a otros nueve estados. Tesla ha recaudado más de 517 millones de dólares de los fabricantes de automóviles que compiten por la venta de créditos ZEV a aquellos que no logran vender suficientes vehículos de cero emisiones a fin de cumplir con las disposiciones arbitrarias.
Charles Lane, del Washington Post dijo: “Tesla debe su supervivencia a los subsidios de los contribuyentes, que son por lo general menos adinerados que sus plutocráticos clientes”. El ingreso promedio de los hogares de los propietarios de Tesla es de 320.000 dólares, de acuerdo con Strategic Visions, una compañía de investigación del consumidor.
Los compradores de Tesla también han embolsado 38 millones de dólares en reembolsos del gobierno de California (reciben un reembolso de $2.500 por cada Tesla comprado) y 284 millones de dólares en incentivos de impuestos federales (reciben un crédito fiscal federal de $7.500 por cada Tesla adquirido).
El diario Los Angeles Times calculó que tres empresas de Elon Musk, Tesla Motors, SolarCity y SpaceX, han recibido combinadas la asombrosa suma de 4.900 millones de dólares (billones en inglés) en concepto de apoyo gubernamental durante la última década. Como señaló Kerpen: “Cada vez que se vende un Tesla. . . los estadounidenses medios son esquilmados por al menos 30.000 dólares en subsidios federales y estaduales” que van a los acaudalados propietarios de Tesla. Esto es capitalismo de amigos en su peor variante.
Tesla está en el negocio de la captura de subsidios del gobierno, no de la fabricación de automóviles que la gente realmente compra. En el mismo panel de la FTC, Maron de Tesla dijo: “Es imperativo [que los vehículos impulsados a gasolina] sean sustituidos en su totalidad por vehículos eléctricos”. ¿Cuál es el plan para lograr esto? Escondido en su informe anual de 2013 Tesla admitió: “Nuestro crecimiento depende en parte de la disponibilidad y cuantía de subsidios gubernamentales e incentivos económicos”.
A cuidar todos sus billeteras, Tesla quiere crecer.
PD Parece que mi blog me va a impedir ser alguna vez dueño de un Tesla. Véase esto en el SFGate: “Elon Musk personalmente cancela el pedido de un Tesla Modelo X de un cliente ‘Super Grosero’—No enfrente al billionario de Bel Air. Él tiene el poder de excluirlo”. Qué nimiedad. Esperemos que Musk nunca sea dueño de una compañía de medicamentos que salven vidas.
Traducido por Gabriel Gasave
Lawrence J. McQuillan es Asociado Senior y Director del Center on Entrepreneurial Innovation en el Independent Institute, y autor del libro del Instituto California Dreaming: Lessons on How to Solve America's Public Pension Crisis.
- 28 de diciembre, 2009
- 23 de julio, 2015
- 14 de noviembre, 2014
- 8 de junio, 2012
Artículo de blog relacionados
- 1 de junio, 2020
Antes que nada e independientemente del contenido que Galeano estampa en su prosa,...
30 de diciembre, 2014Clarín La pelea del Gobierno con el Banco Central le borró la sonrisa...
15 de enero, 2010- 15 de enero, 2009