Los empresaurios
Empresaurios hay en la izquierda, en el centro y en la derecha. Los hay también en todos los niveles económicos, políticos y sociales. Empresaurios son los que protegen los monopolios sean estatales, mixtos o privados. Los que viven de ellos así como los que los engordan. Los que no quieren la competencia. Los que tramitan los privilegios. Los buscadores de rentas. Los que venden las empresas estatales a sus amigos, son también Empresaurios. Los Empresaurios privados, están ávidos de comprar los monopolios más que las mismas empresas. Los empresaurios estatistas quieren modernización pero no en libre competencia sino como computarización y perfeccionamiento burocrático.
Los empresaurios privatizadores quieren "reducir" el tamaño del Estado comprando renuncias, jubilando a la fuerza y despidiendo burócratas. Los empresaurios estatistas se toman las calles, invaden los órganos de opinión, activan las izquierdas y engordan los contratos colectivos con privilegios exclusivos para los burócratas.
Unos y otros están entrampados en el túnel del tiempo y perdidos en los vericuetos del pasado. La modernización, para ambos, significa un Estado propietario, gestor de negocios, interventor, otorgante de ventajas, canonjías, subsidios, privilegios y dueño de los recursos naturales. El mito de lo estratégico los obnubila y se enancan en aquello de "lo social" para defender sus privilegios; pero la sociedad nada recibe y, lo poco que dan, es escaso, malo y oneroso empresaurios públicos y empresaurios privados luchan por mantener sus monopolios y sus privilegios. No luchan por que impere la libertad empresarial. No quieren la libre empresa.
Según ellos, el Estado debe proteger sus empresas privadas, estatales o mixtas. Rechazan la competencia y para justificar sus monopolios sostienen, sin pudor, que nadie invertirá en América Latina, en Ecuador ni en cualquier país del tercer mundo si no se garantiza (??) rentabilidad a las inversiones. Tamaño despropósito identifica al mercantilismo, que nada tiene de liberal, peor de neo liberal, pues afianza los privilegios, aleja la competencia y robustece el poder de oligarquías empresariales y sindicales públicas o privadas.
"Empresaurios" públicos y privados, estatistas unos, privatizadores otros, se resisten al cambio, no permiten la libertad y se aprovechan de los gobiernos de turno. Son voraces en sus apetitos económicos, presupuestarios y financieros, nada tienen de liberales ni de modernizadores pues, iguales en su concepción de la sociedad y el Estado confluyen por distinta vía a mantener el estado centralista, interventor y dadivoso. En sentido estricto, no son empresarios pues la contingencia incierta de ganancia o pérdida los saca del mercado. No entienden la tenencia del mundo ni hacia dónde van los ex socialistas, que antes bregaron por el estatismo totalitario o la economía dirigida y que, ahora, con desesperación y urgencia, buscan la economía de mercado.
La diferencia entonces es, entre economía de mercado o libre empresa, que jamás ha regido en Ecuador ni en otros países, y el mercantilismo proteccionista que se ampara en la Constitución, en las leyes y en el derecho positivo. Los empresaurios no se percatan que a nuestros países no nos perjudica la competencia sino la incompetencia. Que están hartos de la empresa privada, de la empresa pública y de la empresa mixta y lo que los tiempos y los pueblos demandan es la LIBRE EMPRESA.
Nota: Este calificativo de “empresaurios” fue ideado, en 1980, por el autor cuando ejercía como Presidente de los industriales del Ecuador. El artículo se publicó, originalmente, en Diario Expreso. Posteriormente fue traducido y publicado desde esa década, en varios medios internacionales. Su actualidad es evidente.
- 23 de enero, 2009
- 23 de diciembre, 2024
- 24 de diciembre, 2024
Artículo de blog relacionados
El autor presentará su último libro "El atroz encanto de ser argentinos 2"...
5 de mayo, 2007Por Armando Ribas Diario Las Americas Las próximas elecciones en Estados Unidos, en...
31 de octubre, 2008Por Kathryn Westcott BBC Mundo A las doce en punto del mediodía de...
1 de marzo, 2007- 18 de enero, 2013