La inflación de Chávez golpea a Maduro
The Wall Street Journal Americas
La hiperinflación y la cacería de brujas entre la clase política
parecen ir de la mano. Si no, pregúntele a la oposición en Venezuela.
Ante el colapso del bolívar y la desenfrenada alza de los precios, el
gobierno afirmó este mes que su adversario número uno, el ex candidato
presidencial Henrique Capriles, está vinculado a una red de prostitución que usaba menores en el estado de Miranda, del cual es gobernador.
En caso de que esto no fuera suficiente para poner a las
conservadoras clases trabajadoras venezolanas en contra del popular
Capriles, un diputado del gobernante Partido Socialista Unido de
Venezuela (PSUV), empleó duras palabras en la Asamblea Nacional para
acusar al gobernador de homosexual.
No suponga por un minuto que este
ataque tiene la intención de sólo destruir a Capriles. Los chavistas,
liderados por el presidente Nicolás Maduro, necesitan un circo porque no
hay pan, y esto no es una metáfora. En ocasiones, realmente no hay pan
en Venezuela. Este año, por un tiempo no se conseguía papel higiénico.
Maduro sabe que está en problemas.
La "prueba" de las acusaciones contra Óscar López, director del
despacho de la Gobernación de Miranda, acusado de dirigir una red de
prostitución, no puede ser mostrada al público, según Maduro. El
mandatario afirma que "son impublicables los videos (…) y las fotos de
orgías" que el gobierno confiscó en un allanamiento. Los venezolanos
tendrán que usar la imaginación mientras confían en los tribunales
—ahora controlados por el gobierno militar— y el propio gobierno para
llegar al fondo del asunto. Los acontecimientos serán reportados en la
televisión, controlada casi exclusivamente por el Estado y de donde la
mayoría de los venezolanos obtienen las noticias.
Capriles ha dicho que las acusaciones son un intento de distraer a la
población de los problemas reales del país. Los cargos llegan en un
momento ciertamente oportuno. Una devaluación oficial de 46% en abril
llevó la tasa de cambio de 4,3 bolívares por dólar a 6,3 bolívares.
Aquellos que realmente necesitan dólares probablemente no los
conseguirán a esta tasa, sino que tienen que acudir al mercado negro,
donde un dólar cuesta hasta 38 bolívares, frente a 22 en marzo.
El gobierno proyecta que la inflación llegará a 40% este año. No
obstante, Steve Hanke, economista de la Universidad de Johns Hopkins y
director del Proyecto Divisas con Problemas del Instituto Cato, señala
que el creciente costo del dólar en el mercado se traduce en una
inflación anual implícita de más de 250%.
Este mes, José Manuel Puente, un economista de Caracas, describió la
tormenta perfecta al diario Los Angeles Times de esta forma: "La
desaceleración del crecimiento económico, una inflación alta y
persistente y altos niveles de escasez (de productos alimenticios
básicos) se combinarán para hacer que la economía de Venezuela sea la de
peor desempeño en el continente, pese al extraordinario auge petrolero
que aún está beneficiando al país".
Una encuesta de mediados de julio llevada a cabo por la firma
venezolana IVAD, publicada en el sitio web lapatilla.com, sugiere que
Maduro no tiene mucha suerte a la hora de esquivar la culpa como lo
hacía tan hábilmente su predecesor, Hugo Chávez. Ante la pregunta de
cuáles son los principales problemas que enfrenta el país, casi 82% de
los encuestados mencionaron la inseguridad. Más de 53% señalaron el
desabastecimiento. La escasez es causada por los controles de precios
que está implementando el gobierno para tratar de controlar la
inflación. Esos controles podrían explicar por qué sólo cerca de 31% de
los sondeados eligieron el "alto costo de la vida".
Sin embargo, más de 65% afirmaron que la situación económica del país
era "algo peor" o "mucho peor" comparado con el año anterior, y más de
la mitad consideró al gobierno nacional o a Maduro como el principal
responsable de los problemas del país.
Debido a que las acusaciones del PSUV contra Capriles incluyeron un
término peyorativo para un homosexual, grupos defensores de los derechos
de los gays se ofendieron. No obstante, los homosexuales de Venezuela
no necesitan sentirse especiales. Las campañas difamatorias como
herramienta política han sido una práctica común en el gobierno militar
de Venezuela durante más de una década. Los católicos, los judíos, los
empresarios y la burguesía han sido blancos.
Maduro, entrenado como está por Fidel Castro, reconoció de inmediato
que los derechos de los gays son una prioridad para muchos miembros de
la izquierda internacional. Por lo tanto, después de los imprudentes
comentarios de su copartidario en la Asamblea Nacional, rápidamente tomó
una bandera del orgullo gay para ondearla mientras continuaba con sus
ataques verbales contra Capriles.
Los inconformistas políticos frecuentemente señalados por los
políticos chavistas para ridiculizarlos y criticarlos no se rendirán tan
fácilmente. Esta semana, se prevé que Maduro vuelva a intentar forzar a
través de la Asamblea Nacional una "Ley Habilitante" que le permitiría
gobernar por decreto.
El diputado de la oposición Richard Mardo ya ha sido despojado de su
inmunidad parlamentaria e irá a juicio por acusaciones de corrupción.
Otros opositores son investigados. El diario venezolano El Nacional
informó este mes que en más de un tercio de las sesiones legislativas en
el primer semestre de este año se "hostigó a la oposición", incluyendo
violencia física.
El objetivo es aumentar la histeria de las masas contra los
oponentes. Aparentemente, Maduro ha decidido que si la inflación no
puede ser frenada, Capriles y sus aliados sí.
- 28 de diciembre, 2009
- 23 de julio, 2015
- 16 de junio, 2012
- 25 de noviembre, 2013
Artículo de blog relacionados
Clarín La batalla por el Presupuesto ha sido la primera gran confrontación en...
14 de noviembre, 2010Prensa Libre Aumentar el salario mínimo en una época tan económicamente difícil no...
30 de diciembre, 2008Perspectivas Políticas Desde hace más de doce años, quienes se han ocupado de...
24 de junio, 2015- 18 de agosto, 2020