La apuesta tecnológica de Latinoamérica
El éxodo de jóvenes emprendedores
latinoamericanos a Silicon Valley y a otros centros tecnológicos de
Estados Unidos podría convertirse en una calle de doble vía: cada vez
más “techies” estadounidenses están viajando al sur para aprovechar los
paquetes de ayuda a proyectos de empresas tecnológicas extranjeras que
ofrecen Brasil y Chile.
Brasil, siguiendo los pasos de Chile, acaba de
lanzar un programa que ofrece a nuevas empresas tecnológicas, tanto
nacionales como extranjeras, casi $100,000 de ayuda gubernamental,
además de espacio gratuito para oficinas, asesoramiento empresarial y
servicios legales y contables.
Bajo el programa público-privado
llamado Startup Brasil, hasta un 25 por ciento de las empresas
beneficiadas serán extranjeras, y tendrán que comprometerse a permanecer
en Brasil.
El director operativo de Startup Brasil, Felipe
Matos, me dijo que 909 empresas aspirantes —entre ellas unas 60 de
Estados Unidos — se han postulado para la primera ronda de 50 empresas
ganadoras, que terminó el viernes. Estados Unidos fue, después de
Brasil, el país de donde más postulaciones vinieron.
“Queremos atraer mentes interesantes, y gente que pueda ayudarnos a volvernos más competitivos”, me dijo Matos.
Separadamente,
el gobierno de Brasil ha anunciado planes para aumentar
significativamente sus visas de trabajo para extranjeros altamente
capacitados y graduados universitarios para resolver la escasez de
profesionales que sufre el país.
Cuando le pregunté por qué un
joven techie de Estados Unidos querría mudarse a Brasil, que según el
Banco Mundial es uno de los países del mundo con más trabas burocráticas
para nuevas empresas, Matos me respondió que “Hay mucho más terreno
para crecer en Brasil que en las economías maduras. Brasil es el mayor
mercado de consumo de Latinoamérica. Tiene 80 millones de usuarios de
internet, y apenas están empezando a comprar cosas online”.
El
comercio electrónico representa en Brasil menos del 2 por ciento del
comercio total del país, mientras que en el Reino Unido representa más
del 50 por ciento del comercio total. O sea, que para los
desarrolladores de programas de comercio electrónico, Brasil ofrece
oportunidades increíbles, explicó Matos.
En Chile, cuyo programa
Startup Chile ya tiene tres años, se han postulado hasta ahora más de
7,200 emprendedores de internet de más de 50 países.
De esos, han
sido seleccionados 670, que están recibiendo $40,000 cada uno, además
de oficinas gratis y visas de trabajo. El postulante promedio tiene 27
años de edad.
De los 670 startups seleccionados, más de 160 son de
Estados Unidos, me señaló Horacio Melo, el director ejecutivo de
Startup Chile.
A diferencia del programa de Brasil, Startup Chile
busca casi exclusivamente proyectos tecnológicos extranjeros, y no
pretende que las empresas se queden en el país.
Después de pasar
seis meses en Chile y hacer su trabajo —tener reuniones con
emprendedores locales y hablar en universidades, entre otras cosas—, los
extranjeros pueden volver a sus países de origen o ir adonde quieran.
Un 30 por ciento se queda en Chile, señala Melo.
“Uno de los
principales requisitos es que las empresas postulantes tengan potencial
de crecimiento global”, me dijo Melo. “Nosotros estamos convencidos de
que si atraemos a todo este talento extranjero y lo ponemos a
interactuar con los chilenos, obviamente van a incentivar un cambio
cultural muy positivo”.
Cuando indagué cuál es el atractivo de
Chile para startups de Estados Unidos, me dijo: “Aceptamos startups en
etapas muy tempranas, cuando todavía son muy riesgosas para
inversionistas ángeles en Estados Unidos. Entonces, vienen a Chile,
prueban sus hipótesis, validan que esa hipótesis funciona, y disminuyen
los riesgos para potenciales inversionistas”.
Mi opinión: Startup
Brasil, Startup Chile y otros programas similares que se están
contemplando en Perú y Colombia son excelentes iniciativas para
internacionalizar y hacer más competitivas a las industrias tecnológicas
latinoamericanas.
Obviamente, el éxodo de jóvenes talentos latinoamericanos hacia Estados Unidos no se detendrá.
Para
poner las cosas en perspectiva, las empresas de Estados Unidos reciben
el 75 por ciento del capital de riesgo a escala global, según un nuevo
informe de Merril Lynch titulado Un mundo en transformación. Además, Estados Unidos es de lejos el país que más dinero invierte en investigación y desarrollo.
No
es casualidad que Estados Unidos registró 134,000 patentes de nuevas
invenciones el año pasado, comparado con 256 de Brasil, 153 de México,
67 de Argentina y 38 de Chile, según la Oficina de Marcas y Patentes de
Estados Unidos. Una sola empresa estadounidense —IBM— registró 6,400
patentes el año pasado, diez veces más que todos los países
latinoamericanos juntos.
Pero Startup Brasil y Startup Chile van a
ayudar a crear la circulación de talentos que tanto ha beneficiado a
China, India, Corea del Sur, y otras potencias tecnológicas emergentes
en las últimas décadas. Y tienen la gran ventaja de que, tal como dijo
Matos, pueden ofrecer a los emprendedores tecnológicos mucho espacio
para crecer en Latinoamérica.
- 28 de diciembre, 2009
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