¿ALBA en Asia?

El Expreso de Guayaquil

¿Gobernantes asiáticos hubieran creado la
ALBA en su continente? Difícilmente, ellos no tienen complejos de
tercer mundo. Sus valores culturales se oponen a los latinoamericanos.
No ven a sus excolonizadores como imperios; lo contrario, desde que se
independizaron, hace algo más de medio siglo, mantienen muy estrechas
relaciones con ellos. Japón, derrotado por Estados Unidos, es uno de sus
principales socios.

El asiático es práctico. Cuando Japón fue
ocupado por los estadounidenses, 1945-1951, MacArthur invitó a 300
ingenieros y profesionales de su país para ayudar en la reconstrucción y
modernización de Japón. Al terminar la ocupación, la partida de
MacArthur no significó la expulsión de los asesores estadounidenses. A
la inversa, Hiroito les pidió quedarse. Unos vivieron años, como Edwards
Deming, el gurú más famoso en calidad de la segunda mitad del siglo XX.
Agradecido por sus logros, el Gobierno japonés creó el Premio Deming,
dado anualmente a la empresa más destacada en calidad.

Al
Inglaterra entregar Hong Kong a China, esta no destruyó las
instituciones creadas por los ingleses ni su forma de vida. Aprovechan
el sector financiero para privatizaciones y emisiones de instrumentos
financieros. El pragmatismo de los chinos los llevó a enterrar la
economía socialista e implementar el capitalismo de Estado.

Vietnam
no imitó a los países socialistas atrasados que quedan en Asia. Miró a
China, como años atrás esta miró a Singapur, ejemplo de desarrollo
económico capitalista.

Vietnam invitó a las multinacionales a
invertir y de 1,7 millardos de dólares en 1990, la inversión extranjera
aumentó a 73 millardos en 2011. Sus gobernantes no hicieron 10 reformas
tributarias ni cambiaron a cada rato las reglas del juego. Indonesia,
paraíso de inversión extranjera, en el primer trimestre de 2013 ingresó 7
millardos de dólares. India dejó la democracia socialista para ser país
con libertad económica.

Asia, ejemplo de desarrollo y
crecimiento económicos, el doble que nuestra región, no tiene
gobernantes populistas ofreciendo acabar la desigualdad, con economías
pobres; ni atacan a los "imperios".