México o el eco de 2066
Roberto Bolaño, que vivió una vida literaria hasta el final, nos legó a modo de mensaje ominoso su colosal novela póstuma, 2666,
un viaje a los círculos del infierno en Ciudad Juárez, donde en la
década de los noventa comenzaron a aparecer cadáveres de mujeres
ultrajadas como flores pisoteadas.
En la prosa del escritor chileno
sus vivencias en México asaltan la trama como un sonámbulo que tiene
como misión anticipar el horror que se avecina. Bolaño, que murió
prematuramente hace diez años, adelantó en 2666 el descenso a un submundo en el que la violencia contra las mujeres forma parte de la vida cotidiana.
Si
con Los detectives salvajes el autor rescataba la vibrante capital
mexicana que recorrió en su juventud junto a los poetas infrraealistas,
en su obra más ambiciosa destapó las capas del horror del feminicidio,
que es la expresión última de la cosificación de la mujer, convertida en
un juguete de placer y diversión hasta hacerla inservible como la lata
que se patea hasta transformarla en chatarra. Si Bolaño se asomara hoy
no le sorprendería las violaciones que han sufrido seis españolas en una
paradisíaca playa en Acapulco. ¿Qué representa este puñado de mujeres
mancilladas en un océano de crímenes de género?
Hay quienes se
han quejado de que sólo por tratarse de un ataque a extranjeras se ha
prestado atención al incidente ocurrido en el famoso balneario mexicano.
Los más sensatos han aprovechado el revuelo mediático en la segunda
ciudad más peligrosa del mundo para señalar la vulnerabilidad de las
mujeres (nacionales o turistas) en el país azteca. Amnistía
Internacional acaba de publicar que unas 14,000 mujeres son víctimas de
violación cada año. Y lo más alarmante es que esta cifra podría
representar sólo el 20% de los casos que se denuncian frente a un 80%
que permanece como un secreto vergonzante.
A raíz de la atención
que ha acaparado la agresión al grupo de españoles, han salido a relucir
otros casos de posibles violaciones en el sector turístico de Acapulco.
Abusos sexuales que han quedado impunes porque la mayoría de quienes
los sufren traga en seco, el entorno de los agresores los protege y la
propia justicia no indaga debidamente.
Resulta baladí discutir si
este caso ha tenido más resonancia por tratarse de víctimas extranjeras.
Es evidente que estamos frente a un crimen atroz que afecta a todas las
mujeres. Las estadísticas son incontestables: cada dieciocho segundos
una mujer es violada en México. Roberto Bolaño tuvo visiones de este
Apocalipsis.
© Firmas Press
- 23 de julio, 2015
- 19 de diciembre, 2024
- 29 de febrero, 2016
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