Argentina-Irán: un pacto lamentable
Argentina ha cruzado una línea al hacer un pacto
de amigos con Irán para investigar conjuntamente el ataque terrorista de
1994 contra el centro comunitario judío AMIA de Buenos Aires, que según
la justicia argentina e Interpol fue una acción muy probablemente
planificada desde los más altos niveles del gobierno iraní.
Este
acuerdo coloca a la Argentina de lleno dentro del bloque de países
latinoamericanos liderados por Venezuela cuyas políticas exteriores
están alineadas con Cuba, Irán y otros de los peores violadores de los
derechos humanos del mundo.
Hasta ahora, muchos de nosotros
habíamos dudado en colocar a Argentina en ese bloque, no solo porque
internamente sigue siendo una democracia, sino porque su política
exterior se diferenciaba de la de Venezuela en materia de Irán.
El
fallecido presidente argentino Néstor Kirchner, haciendo caso omiso a
los pedidos de Venezuela de que se acercara a Irán, había apoyado los
pedidos de extradición de los tribunales argentinos contra el ex
presidente iraní Alí Akbar Hashemi Rafsanjani, y del actual ministro de
defensa iraní Ahmad Vahidi, por su probable conexión con el ataque que
causó 85 muertos y alrededor de 300 heridos hace 19 anos.
Pero
ahora, la presidenta Cristina Fernández de Kirchner parece haber
quebrado esa postura. Su pacto con Irán para crear una “comisión de la
verdad” para investigar el atentado terrorista equivale a un acuerdo con
un sospechoso de homicidio para conjuntamente investigar el asesinato,
circunvalando las investigaciones judiciales, dicen los críticos del
convenio.
“La idea de establecer una ‘comisión de la verdad’
sobre la tragedia de la AMIA que involucre al régimen iraní sería como
pedirle a la Alemania nazi que ayudara a establecer los hechos de la
Kristalnacht”, dice el presidente del Comité Judío Americano, David
Harris.
La cancillería de Israel ha manifestado su “asombro y
desilusión” ante el pacto de Argentina con Irán. La principal
funcionaria del Departamento de Estado de Estados Unidos a cargo de
asuntos latinoamericanos, Robert Jacobson, me dijo en una entrevista que
es "escéptica con respecto a que se llegue a una solución justa” en la
causa de la AMIA con esta propuesta “comisión de la verdad”.
Cuando
le pregunté a Jacobson si considera que Argentina está plenamente
alineada con Irán, Cuba y Venezuela, Jacobson me dijo: “No iría tan
lejos como eso aún. Espero que no. Espero que sigamos trabajando con los
argentinos en muchos temas globales, incluyendo los esfuerzos contra el
terrorismo”.
¿Que llevó a Fernández a hacer este acuerdo con
Irán? Una teoría es que se trata de una ruptura preventiva con los
países industrializados ante la posibilidad de que un juez de Nueva York
emita una sentencia contra Argentina el mes próximo en el caso de los
bonistas externos, lo que obligaría a Argentina a pagar hasta 10 mil
millones de dólares a los bonistas, y podría empujar al país a un nuevo
default.
Según esta teoría,
Fernández esta pateando el tablero por adelantado y alineándose de lleno
con Venezuela, Irán y sus aliados. Las exportaciones argentinas a Irán
se han triplicado desde los 319 millones a los 1.100 millones de dólares
en los últimos cinco años, y Argentina podría necesitar importar más
petróleo de Irán, dicen algunos.
Pero la mayoría de los
economistas con quienes hablé son escépticos sobre esta teoría, diciendo
que Irán no haría una gran diferencia en la economía argentina.
Una
segunda teoría es que Fernández está actuando bajo la influencia de su
buen amigo, el presidente venezolano Hugo Chávez, cuyo estilo de
gobierno narcisista-leninista parece estar imitando cada vez más.
Una
tercera teoría es que Fernández sinceramente cree que puede destrabar
la investigación de la AMIA, que permanece empantanada por falta de
cooperación de Irán. Pero los críticos señalan que la “comisión de la
verdad” argentino-iraní es exactamente lo que Irán ha estado pidiendo
durante años: una comisión binacional que con el tiempo se adueñará de
los titulares de los diarios, y permitirá que ambos gobiernos den por
terminado el caso.
El canciller argentino Héctor Timerman afirma
que el pacto con Irán, que debe ser ratificado por ambos parlamentos, no
suplantará al acciones judiciales. Pero los críticos no le creen mucho a
Timerman, recordando que en 2011 llamó “una mentira" a la revelación
del periodista José Eliaschev de que Argentina estaba manteniendo
conversaciones secretas con Irán sobre el caso AMIA, lo que ahora
sabemos fue cierto.
Mi opinión: Argentina ha cruzado una línea al
hacer un pacto con el principal sospechoso del atentado terrorista de
1994. La conclusión final a la que probablemente llegará esta “comisión
de la verdad” binacional será que un puñado de funcionarios iraníes de
muy bajo nivel participaron en la matanza, sin conocimiento del gobierno
iraní.
Eso sería no solo un fraude a la justicia, sino un insulto
a la memoria de los 85 judíos y no judíos que murieron en ese ataque
terrorista.
- 28 de diciembre, 2009
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