Altruismo el camino al Leviathan
El mundo sigue su agitado curso donde reina la
confusión. Recordemos: “En este mundo traidor, nada es verdad ni es mentir,
todo es según del color del cristal con que se mira”. No puedo menos que
lamentar que todo en nuestro mundo Occidental y Cristiano parece indicar que el
color del cristal con que se mira es cada vez más rojo, en nombre del altruismo
y la equidad social. La reciente victoria de Barack Obama en las elecciones de
Estados Unidos es una prueba evidente del realismo de la observación hecha por
Harvey Mansfield y comentada en un artículo del Wall Street Journal que dijo:
“Nosotros tenemos ahora un partido político americano y uno europeo”. Esta
aparente tergiversación del sistema político americano fue a la que me referí
en mi reciente artículo en el que planteé la antítesis entre el Rule of Law y
el Estado de Bienestar europeo.
No puedo menos que considerar que el estado de
bienestar ha sido el causante de la crisis y el presente malestar en Europa.
Tanto que cada vez más se hace evidente la pretensión de los ingleses de
abandonar la Unión Europea. El estado de bienestar no es más que marxismo vía
Eduard Bernstein que en 1899 escribió “Las Precondiciones del Socialismo” donde
expresó que el socialismo no requería de la revolución del proletariado
predicha por Marx sino que se alcanzaría democráticamente. A los hechos me
remito y debo asimismo recordar que en su obra comenzó por incurrir en la mayor
confusión histórico-filosófica que fue el decir: “El socialismo es el heredero
legítimo del liberalismo. No hay ningún pensamiento liberal real que no
pertenezca también a los elementos de la idea del socialismo”.
Esa es la más equívoca aseveración que podría
hacerse al respecto, pues el liberalismo parte de una concepción ética
antitética al socialismo. En primer lugar la esencia ética del liberalismo es
el reconocimiento de la naturaleza humana tal cual es y no de cómo debe ser.
Consecuentemente al mismo tiempo que acepta el principio del derecho del hombre
a la búsqueda de su propia felicidad, admite la necesidad de la limitación del
poder político. Como bien dijera John Locke: Los monarcas también son hombres”.
Por el contrario el principio básico del socialismo es la falacia del
altruismo. Como bien señalara Ayn Rand: “El principio básico del altruismo es
que el hombre no tiene derecho a existir por sus propios motivos, que el
servicio a los demás es la única justificación de su existencia”. Y el
altruismo es la falaz esencia del socialismo, que no es más que la demagogia
para alcanzar el poder político absoluto en nombre de los derechos del pueblo.
Debo tener en cuenta dos problemas lexicológicos.
El primero es que en Estados Unidos, no sé por qué razón, se ha tergiversado la
naturaleza filosófica del liberalismo y confundido con el socialismo en el
orden político. La segunda no menos importante es el capitalismo. El
capitalismo se considera un sistema económico, que para sus detractores
marxistas, está éticamente descalificado a partir de que es la explotación del
hombre por el hombre, sustentada en la falsa teoría del valor trabajo. Aún la
Escuela Austriaca, defensora del sistema capitalista, incurre en el error de
considerarlo un sistema económico que habría surgido a partir de las ideas de
Carl Menger expuestas en sus Principios de Economía Política.
En esa obra el autor pretende rescatar las ideas de
la Escolástica del Siglo de Oro español. En principio no estoy en desacuerdo en
rescatar las ideas de Juan de Mariana, y reconocer por tanto que la validez de
las ideas no depende de la nacionalidad ni de la raza. Por tanto ello no
significa pretender descalificar el pensamiento filosófico inglés que dio
origen al Rule of Law, por el error de Adam Smith de aceptar la teoría del
valor trabajo. Que Benthham y su utilitarismo, Stwart Mill y su socialismo y
Thomas Hobbes y su Leviathan hayan sido ingleses, no permite desconocer los
fundamentos de la libertad que surgieron del pensamiento de Locke y Hume,
incluyendo la mano invisible de Adam Smith. Fue ese pensamiento que trasladado
al continente americano por los Founding Fathers, se constituyó en la razón de
ser del sistema que permitiera la libertad y la creación de riqueza por primera
vez en la historia.
Ese sistema como no me canso de repetir, no es
económico sino ético, político y jurídico y la economía es la consecuencia. Por
ello creo más que importante el defender los derechos individuales y la
limitación del poder político como la esencia de la libertad, y
consecuentemente la razón de ser de la creación de riqueza, que ha desparecido
en Europa en función de la iniquidad de la supuesta equidad del altruismo del
estado de bienestar. Lamentablemente la confusión presente al respecto de ignorar
la diferencia histórico-filosófica entre Estados Unidos y Europa continental,
provocan que aun hoy se pretenda culpar a la crisis bancaria americana por la
crisis europea, que como lo reconoce el FMI persiste en el 2012 y se continua
en el 2013.
Me atrevería a firmar que lamentablemente el Sr.
Romney en las recientes elecciones presidenciales de los Estados Unidos,
careció de la sabiduría de defender los principios ético-políticos del Rule of
Law, que le permitieron a Estados Unidos transformarse en la primera potencia
mundial en solo cien años. Esa falla permitió que tal como lo señala John
Allison se culpara de la crisis financiera americana a la falta de regulación
de los bancos y a la avaricia de Wall Street. La causa de la crisis fue sin
lugar a dudas el producto de la demagogia de Carter, de sostener que todos los
americanos tenían el derecho a una casa propia, y en función de ello se crearan
Fannie May y Freddie Mac para que le prestaran a quienes no tenían con que
pagar. Entretanto Allan Greenspan creaba los dólares desde el FED.
En fin la demagogia del estado de bienestar está
presente en función de la avaricia de los capitalistas y se ignora la voluntad
de poder que se basa en el altruismo de los políticos de izquierda, que
monopolizan la ética, tal como lo expresara Thomas Sowell. La consecuencia es
la crisis económica y así como la creciente corrupción que alcanza a Brusela y
por supuesto en nuestra América Latina ni que decir. Entonces, aprendamos que
lo que estamos defendiendo no es el capitalismo como sistema económico, por más
que hasta la Escuela Austriaca se refiera al orden espontáneo como el carácter
del mercado, e ignore que esa espontaneidad de comportamiento depende
precisamente del respeto por los derechos individuales a la vida, la libertad,
la propiedad y la búsqueda de la propia felicidad. En ese sistema las mayorías
no tienen el derecho a violar los derechos de las minorías que garantiza la
Constitución y por tanto la limitación del poder político en manos del poder
judicial. Como bien señalara Alexander Hamilton: “No hay libertad si el poder
de juzgar no está separado de los poderes legislativo y ejecutivo”.
- 23 de julio, 2015
- 4 de septiembre, 2015
Artículo de blog relacionados
Por Antonio José Chinchetru Instituto Juan de Mariana En el Museo de los...
26 de agosto, 2008Por Lourdes Heredia <a href="https://news.bbc.co.uk/hi/spanish «>BBC Mundo Washington -El presidente de la Reserva...
11 de julio, 2008The Wall Street Journal Americas "Existe una razón detrás de la falta de...
26 de marzo, 2012The Wall Street Journal Americas LONDRES. - Los compradores de dólares probablemente están al...
14 de marzo, 2012