El Rule of Law vs. El Estado de Bienestar
Las recientes elecciones de Estados Unidos como ya
dijera respecto a las anteriores implican nuevamente una amenaza a la
continuidad del sistema político que cambiara la historia del mundo, y al cual
le debemos no haber sido nazis o comunistas en el siglo XX. Más allá de las
inconsecuencias del mismo respecto a la esclavitud, del mismo se derivaron los
principios básicos de la libertad y consiguientemente de la creación de riqueza
por primera vez en la historia.
Ya con respecto a las elecciones del 2008 me
permití escribir “Estados Unidos al Borde de América Latina” en el que
consideraba el riesgo que representaba el triunfo de Barack Obama a dicho
sistema que fuera denominado el Rule of Law. Ese sistema que data de 1787 fue
descrito por Ira Glasser en su “Visions of Liberty” en los siguientes términos:
“Los primeros americanos indudablemente inventaron una nueva forma de gobierno.
Pero hicieron algo más que eso, declararon un nuevo propósito al gobierno. Ese
nuevo propósito fue la protección de los derechos individuales”.
Desde entonces los partidos políticos en Estados Unidos discutían temas
concretos respecto a la política a seguir pero no los principios básicos del
sistema que son el respeto a los derechos individuales a la vida, la libertad,
la propiedad y el derecho a la búsqueda de la propia felicidad. La conciencia
de la naturaleza humana y por consiguiente la necesidad de limitar el poder
político en la división de los poderes y en consecuencia el rol fundamental del
poder judicial en defensa de los principios constitucionales; y por último pero
no menos importante la determinación de que las mayorías no tienen el derecho a
violar los derechos de las minorías.
Ya en el mismo siglo XIX, Sarmiento se había percatado del realismo de ese
sistema y al respecto escribió en sus Comentarios a la Constitución Argentina:
“A tal grado de perfección llega hoy esto, que los partidos no discuten
cuestión alguna que a la constitución se refiera ni a la mayor o menor laxitud
de la práctica. Todos los partidos están de acuerdo sobre lo que en el resto
del mundo es motivo o pretexto ordinario para las revoluciones y el
despotismo”. Fue en razón de esa observación que asimismo recomendara aplicar
al texto y cláusulas de la Constitución argentina las doctrinas de los
estadistas y jurisconsultos norteamericanos, y las decisiones de sus tribunales
(sic). El cumplimiento de esas propuestas determinó que la Argentina a
principios del siglo XX compitiera en igualdad de condiciones con Estados
Unidos y tal como reconociera recientemente Mario Vargas Llosas se había
adelantado a Europa.
Pero más recientemente Nikita Krushew dijera que
los partidos en Estados Unidos se diferenciaban tanto como la Coca-Cola y la
Pepsi-Cola. Yo diría que con el advenimiento de Obama es el partido republicano
el que representa ambos refrescos en tanto que el partido demócrata representa
la alternativa del denominado estado de bienestar, que como sabemos cada día
causa más malestar en Europa. Y peor aun según informaciones recientes también
parece que hubo fraude en las recientes elecciones y así pareciera que Estados
Unidos padece de las inconsecuencias que han caracterizado la política en
América Latina.
Y hablando de América Latina no puedo dejar de
referirme a las recientes consideraciones de Oppenheimer al respecto de lo que
considera el triunfo latino en las elecciones de Estados Unidos y su crítica a
Romney por haberse alineado con la extrema derecha de su partido. Primeramente
entiendo que una vez más se considera que defender el Rule of Law, o sea los
derechos individuales que garantiza la Constitución americana, es ser de
extrema derecha. Esta no es una definición sino una descalificación ética a
causa de estar de parte de los ricos, como ya acusara Obama a Romney durante la
campaña. Obama en su supuesta preocupación por los pobres insiste en violar el
principio del derecho a la búsqueda de la propia felicidad y así ha logrado que
Estados Unidos alcance un gasto público que se acerca al 40% del PBI y una
deuda pública de un 100% del PBI.
El aumento del gasto público significa una mayor
injerencia del gobierno en la vida individual y consiguientemente una violación
de los principios del Rule of Law y consecuentemente una caída en la tasa de
crecimiento económico, tal como ya ha ocurrido con el estado de bienestar en
Europa. Tal como dijera Alexis de Tocqueille: “Tanto son más fuertes los vicios
del sistema que la virtud de los que lo practican”.
Todo parece indicar que al triunfo de Obama ha
contribuido decididamente el voto latino. Por ello Oppenheimer también
escribió: “La reelección de Obama fue una gran victoria para los votantes
latinos”. Y por supuesto critica lo que considera el desastroso desempeño entre
los hispanos. Por eso asimismo considera que la elección del 2012 constituyó a
los latinos en un bloque decisivo en ciertos estados y también aumentó su
participación en el Congreso. Pues bien, debemos recordar que la inmigración en
los Estados Unidos es resultado de la percepción de la posibilidad de hacer
realidad el sueño americano, que de hecho es universal. Esa posibilidad depende
del sistema del Rule of Law y en cuanto sea sustituido por el estado de
bienestar como lo pretende el presidente Obama en nombre de la iniquidad de la
equidad, habrá de desaparecer.
Por otra parte creo que el voto hispano está lejos de ser ideológico y en la
actualidad representa no más que intereses del grupo. El tema principal sin
lugar a dudas es la ley de inmigración y la problemática de los indocumentados.
Esperemos que en función de esos intereses no colaboren en destruir el sistema
por el cual emigran de sus propios países. Con la excepción de los primeros
cubanos que llegaron en busca de libertad y convirtieron a Miami en la capital
de América Latina la mayoría de los hispanos inmigrantes llega por razones
económicas. Es decir por la pobreza que reina en sus propios países a causa de
la ignorancia política del Rule of Law en nombre del populismo. Si Estados
Unidos se convierte en un estado más de América Latina, Obama no tendrá más
problemas inmigratorios.
- 28 de diciembre, 2009
- 23 de julio, 2015
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- 25 de noviembre, 2013
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