España: Una huelga para exigir que todo siga igual
Pocas cosas más conservadoras pueden verse por las calles que una
manifestación de sindicalistas defendiendo sus privilegios. El 14-N
vivimos -o padecimos- otra jornada de huelga en la que las diferentes
organizaciones sindicales exigían que el gobierno no recortara los
gastos por los que nos hemos endeudado y no somos capaces de devolver.
La visión estática que tiene la Izquierda de la economía es propia de
épocas prehistóricas de tribus que se dedicaban a la recolección; la
riqueza es un bien dado como un gran pastel que no se crea pero que hay
que repartir. En este juego de suma cero necesariamente tiene que haber
ganadores y perdedores, pues si uno es rico, lo es a costa del pobre y
en ningún momento se plantea por qué ha llegado cada cual a esa
situación. Dentro de esta lógica los recortes implican que esas partidas
se destinan a otros menesteres y la única forma de aumentar los
ingresos del Estado es subiendo los impuestos.
En los momentos de bonanza en los que el Estado de Bienestar repartía
prebendas a diestra y siniestra no había motivos aparentes para la
queja, pero en realidad, en esa mala asignación de recursos que alimentó
las tres burbujas (financiera, productiva y estatal, siguiendo a Juan
Ramón Rallo), se encontraba la propia inviabilidad del sistema. Quienes
salen a la calle defienden sus derechos consolidados por esas tres
burbujas y se niegan a iniciar el duro pero necesario regreso al mundo
real.
Manifestarse para que todo siga igual cuando el nivel de gasto no
puede mantenerse es una postura infantil e irresponsable de corto
recorrido. Durante casi dos décadas se han acostumbrado a incrementar
sus privilegios y la frustración de las expectativas irreales pueden
convertir sus sueños en nuestras pesadillas. Nos acercamos al punto de
inflexión en el que los socialistas de todos los partidos y en
particular quienes controlan los sindicatos deben optar por la
responsabilidad o echarse al monte. Tanto el discurso de los socialistas
de izquierdas como el de los de derechas está agotado y la alternativa a
ambos no es otra que el liberalismo.
La gente parece dispuesta a trabajar duro para salir adelante tal y
como parecen indicar los datos que apuntan a un escaso seguimiento de
una huelga general que solo conseguía parar la actividad laboral al paso
de sus piquetes "informadores". Y ese esfuerzo tan solo necesita que
los políticos no les pongan trabas, instigados por los reaccionarios que
quieren conservar sus privilegios a cualquier precio.
- 23 de julio, 2015
- 5 de noviembre, 2015
- 4 de septiembre, 2015
Artículo de blog relacionados
Ideas – Libertad Digital, Madrid Roger Scruton es uno de los filósofos más...
26 de noviembre, 2010Por Sudeep Reddy The Wall Street Journal Es casi seguro que la Reserva...
17 de junio, 2008Infobae Nunca antes tuvimos tanta información sobre nuestro disco duro humano y pareciera...
23 de octubre, 2011Por Roberto Cachanosky Economía Para Todos Veamos un listado de hechos que debe...
15 de septiembre, 2008