Otro signo de decadencia en El Salvador
Moody's, la agencia de clasificación de riesgos, rebajó nuevamente
la clasificación de El Salvador, de tal forma que ahora estamos tres
escalas abajo del grado de inversión, una calificación que el país tuvo
por trece años, de 1997 a 2010. La calificación de grado de inversión
era no sólo una fuente de orgullo –por varios años había sólo dos
países con esa calificación en toda la América Latina, Chile y El
Salvador–, sino también una fuente de ahorros en los costos de
financiamiento.
La tasa de interés es más baja con respecto a las
pagadas por otros países, cuando la calificación de un país es más alta,
y especialmente si esta calificación es de grado de inversión. La deuda
emitida por el Gobierno de El Salvador pagaba las tasas de interés más
bajas en la América Latina. Ya esto no es así. Nuestra calificación es
igual a la de Bolivia y de Portugal, uno de los países en serios
problemas en Europa.
Esta nueva degradación es sólo una
continuación de todas las que el país ha sufrido durante este Gobierno y
el anterior. En estos dos períodos, el país ha caído treinta puestos en
libertad económica, cuarenta en competitividad y ochenta y siete en
imagen del país en el exterior. El número de homicidios
intencionales por 100,000 habitantes compilado por las Naciones Unidas
subió de 47 en 2002 a 69 en 2011.
Con esa frecuencia somos los
segundos peores en los 187 países que reportan las estadísticas. El
aumento es igual a la cifra total para México, que es uno de los peores
del mundo (el número 24 más violento). La pobreza, que había caído de 65
a 30 por ciento de la población entre 1992 y 2006, ahora está en 41 por
ciento otra vez.
Lo que más impacta es la comparación del
Producto Interno Bruto (PIB) por persona con el del promedio de
Latinoamérica. En 1980 nuestro PIB por habitante era el 73 por ciento de
dicho promedio. Con la guerra, cayó a 62 por ciento. Luego, en los años
noventa El Salvador creció mucho más rápido en la América Latina, de
tal forma que para el 2002 nuestro ingreso por persona había subido de
62 a 82 por ciento del promedio de la región. Luego el crecimiento se
desplomó, de forma que ahora está peor, casi tan mal que como estaba
durante la guerra.
El Gobierno sigue diciendo que no importa que
estemos cayendo en todos estos y otros indicadores, que sus fracasos se
deben a que El Salvador estaba mal desde antes, que son la consecuencia
de los veinte años de ARENA. Pero los indicadores son un reflejo de la
triste realidad que nos ha capturado en los últimos años.
Pero
más triste es que el país nunca apreció haber logrado los indicadores de
los que hemos caído y creyó en las promesas de sirena que les hacían
políticos y técnicos populistas, que prometían grandes cosas y que ahora
no han podido mantener siquiera lo que ya se había logrado en esos años
de crecimiento y desarrollo. Igual que ahora dicen que no importa que
los indicadores caigan, ellos decían que no importaba que estuvieran
arriba, que no era importante que la economía creciera, que lo "macro"
podía estar bien pero lo "micro" estaba muy mal.
El pueblo les
creyó, sin detenerse un momento a pensar que lo "macro" es la agregación
de lo "micro", y que no podía ser que lo agregado de un grupo estuviera
bien mientras que los individuos estuvieran mal. Hoy estamos todos
pagando el precio de esa fatal ingenuidad, la de creer que los
populistas podían crear milagros y generar desarrollo sin costo para
nadie. Lo que han generado es un costo para todos mientras todo decae a
nuestro alrededor.
No vamos a progresar hasta que no dejemos de
creer en las promesas de vendedores de alfombras usadas que no se
detienen en sus promesas.
El autor es Máster en Economía, Northwestern University y columnista de El Diario de Hoy.
- 28 de diciembre, 2009
- 28 de marzo, 2016
- 29 de mayo, 2015
Artículo de blog relacionados
Diario de América “Cualquier hombre o estado que luche contra el nazismo tendrá...
31 de mayo, 2010La Escuela Austríaca de Economía ha diagnosticado en forma consistente las raíces de...
9 de febrero, 2009Por Rosendo Fraga El Diario Exterior Estados Unidos desarrolla una ofensiva diplomática para...
20 de febrero, 2007- 15 de abril, 2016