Venezuela en su hora crucial: ¿Socialismo o Progreso?

Gente Today, Houston

El
próximo domingo 7 de octubre los venezolanos acudirán a las urnas electorales
para escoger al que será el Presidente por los próximos 6 años. Hugo Chávez
lleva 14 años en el poder, si en el país las cosas marcharan normalmente, como
en las democracias sólidas, en este lapso hubieran arribado al Palacio de
Miraflores, 3 Presidentes distintos. Y digo 3 porque antes de Chávez el período
de Gobierno era de 5 años, él con su llamada “Revolución Bolivariana” modificó
la Constitución y llevó el período presidencial a 6. Y no conforme con ello,
con su lenguaje procaz e incendiario que lo caracteriza ha pregonado que dejará
el poder en el 2050, o más allá, declaración que deja muy claro su talante
antidemocrático.

Han
sido 14 años de extrema pugnacidad política en Venezuela. La revolución
bolivariana, como ha pregonado el Comandante  de Barinas, inspirada en el
envejecido y fracasado socialismo cubano, no trata al resto de los partidos
como adversarios, y con el respeto que se merecen, sino que los considera sus
“enemigos”. Y ese lenguaje violento, ha permeado de alguna manera  todos
los aspectos de la vida nacional. Periodistas que son agredidos con piedras con
palos, y manifestantes opositores heridos se cuentan por miles en estos 14
largos años. En estos días tres opositores fueron asesinados en Barinas, estado
natal de Chávez, en manos de partidarios del Gobierno.

Pero
al margen de la “violencia” que es uno de los rasgos más distintivos del
régimen chavista. Hay que decir, que la revolución Bolivariana, ha sido
“profundamente incompetente” en la administración de un país, con un ingreso
petrolero extraordinario. Una cosa imperdonable. Los recursos de la renta
petrolera han servido para sostener al Gobierno de los hermanos Castro en La
Habana, y  también para financiar a Evo Morales en Bolivia, Daniel Ortega
en Nicaragua, y a Cristina Kirchner en Argentina por solo nombrar los casos más
emblemáticos.  Mientras en Venezuela los hospitales están sin recursos
para atender a los pacientes más pobres, y se observan decenas de niños
deambulando hambrientos por las calles. Imperdonable.

Los récords de Chávez

Hugo
Chávez ha llenado de récords a Venezuela. Lastima que todos sean nefastos para
el país. Venezuela tiene hoy la inflación más alta de America Latina y es el
país más violento, con promedio de 150 muertes violentas cada semana. Como dijo
María Corina Machado, la valiente diputada opositora, “este es un Gobierno con
todo el poder y sin ninguna autoridad”. El único gobierno de militares del
mundo, que ha sido incapaz de garantizarle seguridad los ciudadanos, es que ni
para eso, ha servido.  Chávez no solo no resolvió los problemas, sino que
los agravó. Y trajo unos nuevos: como la destrucción del aparato productivo del
país y el irrespeto a la propiedad privada.

Y
por último, y no por ello menos importante, la indecente sumisión del poder
judicial, al régimen político chavista. Un Poder Judicial eunuco, que solo ha
servido como instrumento de persecución política contra periodistas y
opositores. Una vergüenza ante el mundo.

La hora de la democracia

Y
mientras el gobierno parece “El Titanic” haciendo aguas hacia su definitivo
hundimiento, en la calle hay un despertar del pueblo que anhela paz, que desea
empleo, que no haya cortes eléctricos, y que haya seguridad en la calle. Esa
voluntad de cambio ha sido capitalizada por la Mesa de la Unidad Democrática, y
por el candidato opositor Henrique Capriles, que cuenta con el respaldo de 22
partidos políticos. Un joven gobernador que habla un lenguaje de paz, de
reconciliación y  de progreso para el país. De rescatar la división de los
Poderes Públicos, Capriles ha recorrido unos 300 pueblos en menos de 1 año. Y
el mensaje ha llegado, al menos es lo que se ha observado en la participación
multitudinaria y entusiasta de la gente de todas las edades, que acuden
ataviados con el tricolor nacional ha apoyarlo. Apodado cariñosamente “el
flaquito” ha mostrado un enorme carisma y ha derrochado energía por toda
Venezuela.

Las
recientes concentraciones de la Av. Bolívar en Caracas, de Mérida de
Barquisimeto,  del Táchira, del Zulia, han sido apoteósicas. La gente está
sedienta de un cambio de rumbo. Y como ha dicho Capriles: “Este Gobierno no se
merece 6 años más”.

La
campaña de Chávez ha sido aburrida y carente de nuevas ideas. El Comandante ha
dedicado buena parte de sus discursos a proferir insultos contra Capriles.

¿Desestabilización o cambio democrático?

Chávez
delira con eternizarse en el poder, y emular a su mentor y casi padre adoptivo,
Fidel Castro, pero hay que decirle al mundo, que Chávez ha sido un “fiasco”
como Presidente.  Ha obligado el país a escucharlo en cadenas televisivas
interminables para tratar de remediar con palabras lo que no ha podido con los
hechos.

En
manos de 19 millones de electores está el futuro del país. Y de un ejército de
hombres y mujeres miembros y testigos de mesa que han jurado defender los votos
de la oposición. Esperamos que el Gobierno respete la voluntad mayoritaria que
se exprese en las urnas de votación este domingo 7 de octubre. Chávez ha
sugerido que si el pierde las elecciones habrá una guerra civil en Venezuela.
Solamente un irresponsable y enfermo de poder como él se atreve a invocar
semejante monstruo. Ese es el problema de los líderes  autoritarios, que
creen en los votos mientras les favorecen, sino amenazan con los fusiles.

Veremos
si el liderzazo y la sociedad democrática venezolana tienen músculo para
defender la victoria. Y quiera Dios que el cambio se produzca en paz. Ningún
hombre tiene derecho a invocar la sangre de sus nacionales para complacer sus
delirios mesiánicos. Dicen que el momento más oscuro de la noche, es justo
cuando está a punto de amanecer. Hay millones de razones para pensar que soplan
vientos de cambio en Venezuela.

La autora es Editora de Gente
Today.    

Twitter: @Manantial3