Una inesperada inspiración para el ahorro de gasolina: la Fórmula Uno
The Wall Street Journal Americas
Las automotrices europeas podrían recurrir a una improbable fuente
para reducir el consumo de combustible y la contaminación: los autos de
Fórmula Uno, conocidos por engullir gasolina.
Los motores de este tipo de máquinas contienen dispositivos de
rotación mecánica llamados volantes de inercia que podrían hacer que los
autos comunes sean más potentes y eficientes. La tecnología es uno de
los métodos que los fabricantes de autos están experimentando para hacer
un mejor uso de la energía cinética que de otro modo se pierde cuando
los vehículos frenan.
Los fabricantes compiten entre sí para
hacer que los futuros modelos quemen menos combustible y produzcan menos
gases contaminantes. En 2020, la Unión Europea (UE) planea limitar el
promedio de emisiones de dióxido de carbono de los autos de pasajeros a
95 gramos por kilómetro, lo que representa 27% menos que los 130 gramos
fijados para 2015.
Una vez que la regulación entre en vigor, los fabricantes tendrán que
pagar una multa de 95 euros por cada automóvil y cada gramo por encima
del nivel regulado.
Se están desarrollando tres tecnologías que probablemente sean
adoptadas por las automotrices a finales de esta década y, en conjunto,
podrían tener ramificaciones de largo alcance para la industria
automovilística y la protección del medio ambiente.
Un sistema se basa principalmente en los autos de Fórmula Uno, que en
la actualidad utilizan un volante de inercia que gira cuando el
conductor frena, almacenando la energía y liberándola cuando el vehículo
vuelve a acelerarse.
Los volantes de inercia han existido desde la revolución industrial,
cuando eran ampliamente utilizados en las máquinas de vapor. Pueden
variar en diámetro, desde varios metros a casi un centímetro,
dependiendo de la cantidad de energía requerida. Cuanto más grande y más
pesado es el volante de inercia, mayor es la energía que libera al
girar.
En forma de miniatura se los puede encontrar en los autos de juguete a
fricción que se accionan justamente por un volante de inercia cuando el
juguete es arrastrado hacia atrás y luego se suelta. Es el volante de
inercia lo que lo impulsa hacia adelante.
Hasta hace poco, los volantes de inercia habían sido demasiado
pesados o voluminosos para ser utilizados en vehículos de carretera. Sin
embargo, eso está cambiando gracias a materiales nuevos y más livianos,
la ingeniería de alta tecnología y sistemas de gestión de energía.
La Fórmula Uno comenzó a permitir que los autos de carrera utilizaran los volantes de inercia durante la temporada de 2009.
A principios de este año, un equipo de Fórmula Uno que utiliza un
sistema de volante de inercia híbrido desarrollado por la empresa
británica Williams Hybrid Power ganó el Gran Premio de Barcelona.
Alex Burns, presidente ejecutivo de Williams Grand Prix Holdings PLC,
la matriz de Williams Hybrid, dice que el sistema híbrido es ideal para
el desplazamiento interrumpido típico del tráfico urbano, especialmente
los vehículos pesados como autobuses y camiones de entregas que deben
frenar con frecuencia.
Además de añadir potencia al motor, los volantes de inercia ayudan a
reducir el consumo de combustible, y de paso reducen la emisión de gases
significativamente. La sueca Volvo Cars Corp. está probando varias
versiones del volante antes de decidir cuál usará en sus futuros
modelos.
La japonesa Toyota Motor Co. fue pionera de esta tecnología para la
producción masiva de vehículos desde hace varios años, sobre todo para
su modelo sedán compacto híbrido Prius.
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