Perversidad en la izquierda uruguaya
El reciente ingreso de Venezuela al MERCOSUR ha sido absolutamente ilegal. Más allá de toda duda. Porque para ello se violaron no sólo las normas constitutivas del MERCOSUR, sino también la mismísima Convención de Viena de 1969.
Por eso el presidente del Uruguay, José “Pepe” Mujica, intentó justificarlo con una frase que será histórica, tan lamentable y desafortunada como reveladora, cuando señaló que: “lo político prevaleció sobre lo jurídico”- Lo que es naturalmente todo lo contrario a defender el Estado de Derecho.
El gran maltratado en esto ha sido obviamente Paraguay, Estado Miembro que fuera “suspendido” -también ilegalmente- para poder así ponerlo de lado, lo que posibilitó sortear su largo (pero justificado) “veto” al ingreso de Venezuela al MERCOSUR, entendiendo que el país caribeño está muy lejos de ser hoy una democracia.
Pero el maltrato contra Paraguay está ahora adquiriendo proporciones realmente inusitadas. Alarmantes, más bien.
En efecto, la Cancillería oriental acaba de emitir una “Circular”, con fecha 9 de julio de 2012, que contiene “instrucciones de comportamiento” a los funcionarios uruguayos radicados en el exterior, a los que increíblemente se les ordena “ajustar su conducta de relación absteniéndose de mantener contactos personales, o participar en eventos que pudieran significar un reconocimiento al gobierno de Paraguay”.
Lo que es inconcebible, pero real. Pues así ordena tratar a algunos ciudadanos paraguayos, a la manera de sarnosos. Como si no merecieran ser tratados como personas que son. Como si no tuvieran derecho al respeto. Como si su dignidad personal pudiera dejarse de lado. Como si fueran personas de segunda categoría. Dejándolos de lado hasta en el trato personal. No se los puede tampoco invitar a las recepciones en las embajadas orientales en el exterior. Sólo falta prohibir que se los salude. Una actitud que contradice la tradición regional y es reprobable, porque hasta parece rozar el odio típico del racismo, en mi opinión. Vergonzosa, entonces.
En tiempos en los que UNASUR (aunque la mayoría de los latinoamericanos no tengan la menor idea de esto) ha sido creada precisamente en busca de caminar en dirección a forjar una identidad común regional, apuntando a edificar una ciudadanía única, la mencionada norma expresa una profunda contradicción con la filosofía esencial que UNASUR dice predicar.
Pese a que no se han “roto” las relaciones diplomáticas con Paraguay, Argentina y Brasil decidieron retirar sus embajadores de Asunción.
Por todo esto el mismo titular de la Comisión de Asuntos internacionales de la Cámara de Diputados del parlamento uruguayo, el “blanco” Jaime Trobo, calificó acertadamente a la “Circular” de su propia Cancillería de “vergonzosa”. Porque supone una afrenta gratuita a todo el pueblo paraguayo. Y, francamente, se quedó corto.
A la mala gestión del Canciller Luis Almagro se agrega ahora esta “perla” de intolerancia. Este claro insulto gratuito. Esta muestra de falta de respeto.
Lamentable, pero así es, queda claro, la conducta de la izquierda radical de nuestra región, cuya influencia en el Frente Amplio está creciendo fuertemente.
Luis Almagro optó por el silencio, en cambio, cuando Venezuela anunciara que se retira del Pacto de San José de Costa Rica, dejando a su pueblo todo sin protección regional en la defensa de sus derechos humanos y libertades individuales; como si esto no tuviera absolutamente nada que ver con la democracia. Como si fuera un mero detalle, que no merece ser mencionado. Vamos mal, entonces.
Emilio J. Cárdenas fue Embajador de la República Argentina ante las Naciones Unidas.
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