El valor moral de la libertad
La libertad no es una mera posibilidad abstracta sino que es una realidad concreta, que sólo espera la oportunidad de manifestarse para provocar un benefactor efecto transformador que ninguna mecánica potencia del Universo puede provocar. Séame permitido invocar, en particular, la libertad de investigación filosófica y científica; la libertad artística, la libertad política, la libertad de comunicación, la libertad religiosa y la libertad económica.
La libertad de investigación ha posibilitado las más extraordinarias conjeturas de la filosofía y el más asombroso progreso de la ciencia. La libertad artística ha sido causa de que el ser humano haya creado obras más maravillosas que las obras de la Naturaleza misma. La libertad política se ha complacido en que los gobernados elijan a sus gobernantes. La libertad de comunicación ha provocado un creciente y productivo intercambio de conocimiento, y ha incrementado de manera extraordinaria las oportunidades que tienen los ciudadanos de expresar públicamente su opinión sobre el acontecer del Estado.
La libertad religiosa ha incrementado las oportunidades de elegir la religión más satisfactoria, en términos, por ejemplo, de verosimilitud teológica, poder consolatorio, expectación de beneficios terrestres y celestiales, riqueza mística, promesa redentora y beatífica esperanza de gloriosa inmortalidad.
La libertad económica ha sido la más patente condición necesaria del progreso de los pueblos; y las sociedades más prósperas, en cualquier época de la historia, han sido las más próximas a esa libertad. En el mundo hay cientos de millones de pobres; pero la causa no es la libertad económica. También en el mundo hay cientos de millones de enfermos; pero la causa no es la medicina.
El extraordinario beneficio de la libertad de investigación filosófica y científica, y de la libertad artística, la libertad política, la libertad de comunicación, la libertad religiosa y la libertad económica, puede suscitar la creencia en que el valor de la libertad consiste en que ella es útil. Empero, su valor original es moral. Ese valor consiste en que la libertad es un atributo esencial del ser humano. Es decir, no le adviene accidentalmente sino que es propio de su naturaleza. Hasta podemos afirmar que un ser que no tuviera el atributo de la libertad actual o potencialmente, no podría tener la calidad de ser humano. Precisamente el esclavo es ser humano porque, aunque actualmente no es libre, lo es potencialmente. Si no tuviera esa potencialidad, no podría ser esclavo. Y podemos afirmar que, en sentido estricto, sólo un ser libre puede ser esclavizado.
Más precisamente, el valor original de la libertad es moral porque ella es necesaria para que el ser humano sea plenamente ser humano. Por consiguiente, nadie pueden mandar que un ser humano sea libre sólo si su libertad es útil, o mandar que no sea libre si su libertad no es útil; y no tendría que haber una suprema autoridad que dictaminara sobre la utilidad o no utilidad de la libertad de cada ser humano.
Empero, hay compatibilidad entre utilidad y moralidad de la libertad; y, por ejemplo, en la sociedad, un ser humano libre es económicamente más útil que un esclavo; pero persiste el valor original de la libertad, es decir, su valor moral. En general, la moralidad es compatible con la utilidad, y hasta podemos afirmar que no hay moralidad inútil.
Post scriptum. La utilidad de la libertad es consecuencia de su valor moral; pero el valor moral de la libertad no es consecuencia de su utilidad.
- 23 de julio, 2015
- 28 de enero, 2025
- 27 de enero, 2025
Artículo de blog relacionados
The Wall Street Journal Americas El 4 de mayo pasado, Chevron Corporation se...
14 de mayo, 2012- 27 de marzo, 2007
BBC Mundo Incertidumbre. Es la palabra con que el analista Jesús Silva Herzog...
2 de septiembre, 2012El Blog de Montaner Carlos Alberto Montaner nos explica en qué consiste el...
21 de julio, 2020