El Salvador: ARENA, ¿Por qué la prisa?

El Diario de Hoy

ARENA ha anunciado que nombrará a su candidato presidencial en septiembre de este año, año y medio antes de las elecciones. La prisa es extraña porque con nombrar la fórmula con tanto tiempo ARENA estaría perdiendo una gran oportunidad de redefinirse para atraer el gran centro que es el principal elector de este país, y asegurarse de que no sólo ganaría una elección contra un partido desprestigiado como el FMLN, sino que también se aseguraría de que el nuevo Gobierno realmente comenzará a resolver estos problemas.

El argumento para apoyar este apresuramiento es que los precandidatos son seres terribles y divisivos, que van a destruir el partido si se les da la oportunidad de competir por la candidatura. Es un argumento extraño para un partido político que quiere convencer a la ciudadanía que cuenta con los mejores recursos humanos para resolver los problemas del país. Lo que la gente piensa es, ¿si así son los precandidatos, fieras a las que hay que amarrar pronto imponiéndoles un candidato ya escogido, cómo serán los demás? Por supuesto, esta no es la impresión que quieren dar los que manejan el partido. Son las chapucerías que suceden cuando algo se hace así de apresuradamente, sin tener tiempo para pensar bien lo que se va a hacer y cómo se va a manejar.

Es también resultado de una manera de actuar que ya se ha vuelto obsoleta en el país, esa verticalidad del poder partidario que se ha ido volviendo típica de tanto el FMLN como de ARENA, que expresa desprecio por los votantes y agresividad contra cualquiera que tenga otra opinión y quiera expresarla. Con esa actitud se espera que los políticos del partido no sean interlocutores que debaten lo que debe hacer el partido sino el equivalente de mandadores de finca o caporales, que transmiten las órdenes a los peones, o quizás a los bueyes, en este caso la ciudadanía partidaria de ARENA, de lo que tienen que hacer para ejecutar los deseos del dueño. ¡Y que no se vayan a atrever a contradecir dichos deseos, porque si lo hacen son traidores, apátridas o algo peor!

Ojalá ARENA entienda a tiempo que el país ya no es así, que ya no es una finca, que lo que la gente espera es políticos que hagan propuestas y las discutan, no altoparlantes que ataquen con insultos y acusaciones a los que quieren dar opiniones. Ojalá entienda que un partido político no es un club social en el que los que entraron primero mandan, y que se dé cuenta de que la mejor manera de ahuyentar partidarios es decirles a los nuevos que jamás podrán influir en el partido porque no serán "pura sangre".

Esta es la manera de volver rígido el partido, de lograr que nunca cambie y se quede vegetando en el pasado. Esto era aceptable en un El Salvador que ya no existe. Esta es la manera del FMLN, que cree que la autonombrada "vanguardia del proletariado", el equivalente de los "pura sangre" de ARENA, son los que por nacimiento o por las leyes de la historia deben mandar a los bueyes de la sociedad.

La sociedad salvadoreña nunca estuvo hecha de peones o bueyes, y ahora no está dispuesta a ser tratada como si lo fuera. La pluralidad de ideas es algo que el país necesita, y los partidos deben de llenar esa necesidad. El tiempo que queda para que se necesite nombrar candidato debería de ocuparse para que los que quieren llenar esa posición desarrollen ideas sobre lo que un nuevo Gobierno debería de hacer, y las debatan para destilar las mejores.

Hacer eso sería una señal de que ARENA ha cambiado, y que ha aprendido de los últimos veinticinco años de gobernar y hacer política. Demostraría que lo que lo mueve son ideales, no politiquerías de palacio para madrugar al adversario.

El autor es Máster en Economía, Northwestern University y columnista de El Diario de Hoy.