Venezuela: Comienza la «guerra de las encuestas»

El Diario Exterior

Ahora están procurando instalar “más allá de Venezuela” la sensación de que todas las encuestas sugieren que Hugo Chávez es absolutamente invencible. Y que sus eventuales reemplazantes, también lo son. Cuando las encuestas independientes muestran que nada de ello es tan así.

Para ello no sólo contratan encuestadores capaces de “producir” anticipadamente resultados que obviamente lucen favorables, sino que los mandan presurosamente a divulgar en el exterior esas “cifras”. Para, de rebote, generar una sensación -en cancha propia- de que las elecciones que se avecinan en todo caso serán sólo una formalidad, porque Chávez y los suyos “no pueden perder”. Y además instalar la idea de que, si eventualmente perdieran, como sugieren las encuestas independientes, habría entonces “algo raro”, lo cual hasta -en su caso- “justificaría” dejar de lado los resultados de las urnas y mantener por la fuerza al socialismo de Chávez en el poder. Perversa actitud, quizás, pero es lo que efectivamente parecería estar ocurriendo.

Así lo acaba de denunciar concretamente el secretario general del movimiento opositor “Primero Justicia”, Tomás Guanipa, en una conferencia de prensa, en Caracas. Guanipa se refirió a dos empresas encuestadoras que, nos dice, habrían sido contratadas para esto. Para acreditar sus dichos, exhibió a los medios una nota de una funcionaria oficial, Dora Rojas, en la que se solicita que, con dineros públicos, se financien los viajes de los encuestadores a España y Argentina para que puedan allí comenzar su “siembra”. Guanipa sostiene -y denuncia- que se trataría de dos consultoras: “Consultores 3011” y “Hinterlaces”. Puede haber más, ciertamente.

De esta manera se confunde deliberadamente a todos acerca de la calidad de las encuestas y, como hemos dicho, se procura instalar la falsa sensación de “invencible” que se pretende atribuir al ahora alicaído líder socialista caribeño.

No hay nada demasiado raro en esta denuncia. Venezuela tiene 14 largos años de manipulación caprichosa de la información pública, lo que ha materializado a costa de haber cercenado duramente la libertad de expresión, como nunca hasta ahora, y reducido a los medios independientes a su más mínima expresión, obligándolos a operar casi sin sonoridad. Más de lo mismo, entonces. Autoritarismo crudo. O algo peor, porque los socialistas “del siglo XXI” tienen ahora pretensiones de totalitarismo.

Emilio J. Cárdenas fue Embajador de la República Argentina ante las Naciones Unidas.