Elecciones, crisis e ideología

Diario Las Americas

Desde hace tiempo he venido insistiendo en la necesidad de que se comprenda que los sistemas no son económicos, sino éticos, políticos y jurídicos. La economía es la consecuencia de la actividad del hombre, o sea su comportamiento de conformidad con el sistema en que se desarrolla. No obstante esta realidad, la crisis actual europea se considera la crisis del capitalismo, y sepamos que cuando se dice capitalismo se considera el reino de la derecha insensible a la pobreza. Consiguientemente la izquierda continúa su marcha hacia el poder en nombre del pueblo.

Las recientes elecciones francesas constituyen una muestra más de la sabiduría de la izquierda para apoderarse del poder en nombre de la igualdad y del altruismo. Como dice Ayn Rand: “El principio básico del altruismo es que el hombre no tiene derecho de existir por si mismo, que el servicio a los demás es la única justificación de su existencia”. En ese sentido se perfilan los resultados de las elecciones francesas en las que la izquierda gana a un presidente supuestamente de derecha. Y dije supuestamente de derecha pues realmente cada vez tengo más dudas al respecto del léxico político sus conceptos y juicios de valor.

Desde mi punto de vista el léxico político gracias a la habilidad de la izquierda altruista ha dejado de ser conceptual y aparece decididamente valorativo. Ser de derecha es un pecado por estar a favor de los ricos y por consiguiente en contra de los pobres. Todo pareciera indicar que hasta el presidente de Estados Unidos parece participar de ese pensamiento. Léanse sus últimas palabras de evidente descalificación de los ricos, a quienes pretende gravar cada vez más con mayores impuestos.

Pero aquí viene la primera pregunta. ¿Se puede considerar de derecha un gobierno que ya en el año 2010 tenía un gasto público del 56% del PBI. Y más aun el gasto social representaba el 45% del gasto total, y un 25,6% del PBI. Desafortunadamente no se dispone de datos más recientes, pero si podemos saber que el año 2011 registró un déficit del 5.8% del PBI. No obstante esta evidente realidad del socialismo viviente en Francia ganó las recientes elecciones y según las encuestas ganaría el próximo ballotage. Es decir todo parece indicar que el Sr. Hollande sería el próximo presidente francés. (Libertad, igualdad y fraternidad)

A partir de los anteriores hechos todavía nos volvemos a preguntar cuál será la diferencia de la política respecto a la actualmente vigente ¿Acaso intentará aumentar aun más el gasto público y aumentar el déficit del presupuesto y por consiguiente aumentar la deuda pública? A fines del año 2011 la deuda pública alcanzaba al 85.4% del PBI, o sea 1712.mil millones de euros. Según The Economist el déficit alcanzaría en el 2012 al 4,7% del PBI, por tanto podemos estimar que el monto de la deuda se elevaría a 1808.89 mil millones de euros, o sea un 87.7% del PBI.

No obstante esta realidad, los premios Nobel Stiglitz y Krugman insisten en que las políticas de austeridad no solucionan el problema durante la crisis. Esa conclusión debería estar sujeta a una definición clara de las causantes de la crisis y en el caso de Europa es un hecho indiscutible que la causa de la crisis es la inviabilidad del Estado de Bienestar. O sea el elevado nivel del gasto. Como bien señala George Gilder “El gasto público no forma parte del producto sino del costo de producir”. Por tanto la austeridad que implicará un aumento en los impuestos tendría un efecto negativo, dado que el problema es la inviabilidad del gasto. Por tanto si la izquierda gana y no se reduce el gasto la crisis continuaría. Y en ese aspecto ya el posible triunfador ha manifestado su propósito de renegociar con la Sra. Merkel el pacto fiscal acordado por la Unión Europea.

Pero existe otra incógnita profunda en la política actual, que reside en la necesidad de una definición clara de los conceptos políticos y los juicios de valor que ellos implican. Ahora tenemos en Francia a Marine Le Pen, supuestamente de extrema derecha que ha obtenido el 19.7% de los votos y aparentemente se ha convertido en un factor decisivo en los resultados del próximo ballotage. Tanto así que ya el Presidente Sarkozy ha manifestado su interés por lograr los votos de la extrema derecha. Pero he aquí que ya la Sra. Le Pen ha manifestado su posición favorable a la izquierda.

Entonces una vez más ¿Qué es la extrema derecha? Desde la izquierda se ha pretendido considerar a todo partidario del sistema capitalista como de extrema derecha y aun más como representantes del fascismo y del nazismo. Vale recordar el análisis realizado por Von Hayek en su “Camino de Servidumbre” donde explicó en detalle el origen socialista del nazismo. Allí consideró a Werner Sombart y su obra “Mercaderes y Héroes” como el representante por antonomasia de la connivencia del socialismo y el nazismo. Así lo cita en una expresión trascendente para la época: “El considerar a la guerra inhumana e insensible es producto de la visión comercial”.

Los años han pasado, y yo diría armas nucleares mediante la guerra habría dejado de ser el objetivo de los estados. Ahora bien el nacionalismo pertinaz en connivencia con la búsqueda de la igualdad se ha convertido en el factor determinante de poder político. En ese sentido podemos percibir la posición de Le Pen de cerrar las fronteras, expulsar a los musulmanes y salir del Euro. Es decir el nacionalismo como expresión tribal europea tal como lo describiera Ayn Rand reaparece y así determinaría la desaparición de la Unión Europea. La posición de salir del euro no puedo menos que compartirla pues su creación fue un error conceptual que podría decir ignoró la experiencia argentina. No se puede tener una moneda común donde se tienen políticas monetarias y fiscales independientes. En fin la incógnita persiste y no puede haber menos que preocupación por la realidad imperante de que el sistema socialista ha sido el causante de la crisis y el que pretende modificarlo pierde las elecciones. .