Viejos, tristes trucos
Las noticias de Argentina tienen el sabor raído de hace treinta o cuarenta años, cuando era común que los gobiernos latinoamericanos distrajeran a la población de los malos resultados de sus gestiones, echándose encima el manto de defensores de la soberanía y la dignidad nacional. Esos eran los años en los que las empresas públicas daban servicios pésimos y hacían tantas pérdidas por los altísimos salarios y la bajísima eficiencia de sus trabajadores –todos puestos allí por razones políticas–, que una gran parte de los impuestos que pagaban los argentinos se usaban para mantenerlas en operación.
No hay duda de que el pueblo argentino mismo se la buscaba. Un par de décadas antes se habían sentido felices de ver a Eva Perón derrochar cientos de miles de dólares en vestidos y joyas, sabiendo que el dinero para pagarle esos y otros lujos salía de sus impuestos. Esta era la sicología de las masas en esa época –crédulas, fáciles presas del populismo–. Pero hasta esas masas crédulas no podían dejar de notar que Argentina iba en una decadencia incontenible. En 1913 Argentina tenía un ingreso por persona similar al de Alemania. Era casi desarrollada. Para los años setenta el populismo ya la había tornado en un país subdesarrollado, pobre en relación a los países que habían tenido el mismo o menor ingreso cincuenta años antes. Para distraer la atención, los caudillos se inventaban enemigos que supuestamente le chupaban la sangre a Argentina y, para hacer parecer que los combatían, nacionalizaron muchas empresas y hasta invadieron las islas Malvinas, declarando la guerra a una potencia global.
Todas estas acciones fracasaron después de un entusiasmo inicial. Argentina perdió la guerra contra el Reino Unido con gran pérdida de vidas. De las nacionalizaciones salieron las empresas públicas ineficientes y corruptas, que fueron parte importante en la generación de la decadencia argentina.
Por un tiempo todo esto pareció haber pasado. A fines de los ochenta los gobiernos populistas cayeron en toda América Latina y la democracia pareció surgir con mucha fuerza. Desafortunadamente, los caudillos populistas regresaron a principios de la década pasada.
Lo increíble es que otra vez, habiendo puesto a la economía nuevamente en caída libre, Cristina Kirchner ha adoptado las mismas tácticas que sus antecesores populistas usaron en las mismas circunstancias: revolviendo el tema de las Malvinas y nacionalizando las acciones de Repsol, una empresa española de energía, en la empresa petrolera YPF.
En el proceso ha destapado una olla de cosas feas, típicas de un populismo que usa los poderes del gobierno para dar privilegios a amigos y vengarse de amigos tornados en enemigos. Cristina dice que la nacionalización se debe a que Repsol (que manejaba YPF) no ha invertido las utilidades de YPF sino sólo las ha repartido como dividendos. La falta de inversión, sin embargo, se debió a dos factores: primero, ella misma y su marido pusieron controles de precios reduciendo las utilidades y, segundo, ella y su marido habían forzado a YPF a dar enormes dividendos. Esto lo hicieron porque le habían prácticamente regalado el 25 por ciento de la empresa a sus amigos Eskenazi, sin prima y para que la pagaran con esos dividendos. Repsol apañó el regalazo por quedar bien con los Kirchner, aparentemente creyendo que eso los protegería contra acciones como la actual. Las acciones de Eskenazi no han sido nacionalizadas, pero esto no es mucho consuelo. Como todavía deben mucho por unas acciones que como consecuencia de las maniobras de Cristina ahora valen cerca de cero, ellos pueden perder todo si la empresa deja de pagar dividendos. Últimamente ellos habían tenido unos roces con Cristina. Ahora pagarán un precio por ellos.
¿Seguirá el pueblo argentino tragándose estas burdas políticas diseñadas para esconder los fracasos de los gobiernos populistas y para otorgar privilegios y tomar venganzas personales? El habérselas tragado por décadas ha sido la causa de la decadencia de Argentina.
El autor es Máster en Economía, Northwestern University y columnista de El Diario de Hoy.
- 28 de diciembre, 2009
- 28 de marzo, 2016
- 29 de mayo, 2015
Artículo de blog relacionados
Diario de América “Cualquier hombre o estado que luche contra el nazismo tendrá...
31 de mayo, 2010La Escuela Austríaca de Economía ha diagnosticado en forma consistente las raíces de...
9 de febrero, 2009Por Rosendo Fraga El Diario Exterior Estados Unidos desarrolla una ofensiva diplomática para...
20 de febrero, 2007- 15 de abril, 2016