El dinero público en El Salvador: ¿A dónde se ha ido?
La realidad fiscal de nuestro país presenta varios hechos y preguntas alarmantes. Primero, desde que subió al poder, el presidente se ha quejado de que no puede resolver el problema de la violencia si no tiene más dinero. Pero lo que el Gobierno no logra resolver va mucho más allá del problema de la violencia.
El Gobierno no logra siquiera mantener el volumen y la calidad de los servicios públicos que tradicionalmente ha proveído, aun en tiempos en que la sociedad era más pobre que ahora. Si lo que falta es dinero, debe faltar para todo, porque todo está decayendo.
Segundo, hay varios síntomas de que el Gobierno está teniendo problemas de caja. Por ejemplo, está atrasando en 45 días los adelantos para comenzar las obras públicas y está pretendiendo pagar con Notas de Tesorería los subsidios de la electricidad. Es decir, en sólo dos años y medio de manejar el país, la administración actual ya no puede ni pagar sus cuentas.
Una crisis de efectivo como esta no había sucedido en el país por muchas décadas. Esto está pasando en un país que antes de que esta administración llegara tenía un grado de inversión en la calificación de su deuda, una de las cinco calificaciones más altas en Latino América.
¿Será cierto, entonces, que el Gobierno del presidente Funes no ha tenido dinero, o que lo ha tenido en cantidades tan menores que las que tuvieron los presidentes anteriores, que es debido a eso que todo se está deteriorando?
El tercer hecho, y el más alarmante de todos, es que la respuesta a esta pregunta es no. En realidad, este Gobierno ha tenido mucho más dinero para gastar que cualquier Gobierno en la historia de nuestro país, y lo ha gastado a manos llenas.
Según cifras del Ministerio de Hacienda, publicadas por el Banco Central de Reserva, el gasto total del Gobierno en los doce meses anteriores a junio de 2009 (los últimos doce meses de la administración Saca), fue de 3,489 millones de dólares. Comparemos esto con lo que el presidente Funes está gastando al año. En los doce meses anteriores al 31 de julio de 2011, su Gobierno gastó 4,090 millones. Es decir, este Gobierno está gastando 645 millones al año más que lo que gastó la administración Saca en sus últimos doce meses.Esto equivale a un aumento de 19 por ciento.
Más aún, lo que está gastando es 40 por ciento más que lo que gastó la administración Saca en promedio durante sus cinco años, y casi el doble de lo que gastó la administración Flores. En el proceso, el presidente Funes ha aumentado la deuda del país de 7,850 a 9,500.millones de dólares, un aumento de 1,650 millones de dólares.
Todo esto demuestra con creces que el presidente Funes ha tenido dinero, y en cantidades exorbitantes. La pregunta es, entonces, ¿en qué se ha gastado este dinero? No se ha gastado en obras nuevas. Lo único que el Gobierno ha podido mostrar es Ciudad Mujer, que es un pequeño edificio con poco equipo, que no puede haber costado más de medio millón de dólares, exagerando mucho, por lo que no puede explicar a dónde se fueron los otros 1,650 millones y medio de deuda adicional que ha adquirido este Gobierno. No hay nuevas calles, nuevas carreteras o nuevos edificios públicos. El mantenimiento de las calles ha colapsado, y éstas están llenas de hoyos.
Entonces, usted puede pensar, estimado lector, que este dinero se ha ido en pagos de gastos corrientes para mejorar los servicios del Gobierno. Pero, como ya notamos, estos servicios han disminuido, y su calidad ha empeorado. Esto plantea una pregunta, que es más alarmante que todo: Si el dinero no se ha ido en inversión o en mejorar los servicios, ¿en qué se ha ido?
Ela utor es Máster en Economía, Northwestern University.
- 28 de diciembre, 2009
- 28 de marzo, 2016
- 29 de mayo, 2015
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