El día de la infamia

Diario de América

El 11 de septiembre de 2001 estaba yo en Maracaibo y teniendo un hijo en Nueva York trabajando a poca distancia de la zona de impacto y sin poder obtener comunicación, me regreso a Caracas por avión, pensando todo el tiempo en las increíbles imágenes que había visto por televisión, ya al llegar, cerca de mediodía me informan que unos amigos en Miami se habían podido comunicar y que mi hijo y su novia se encontraban bien. Aliviado me dirigí al centro de la ciudad y me encuentro con una escena todavía mas bizarra, en la plaza Bolívar un nutrido grupo de los colectivos chavistas, alguien me dijo que del grupo de Lina Ron, aunque en honor a la verdad no la vi a ella, se daban a la tarea de festejar el macabro hecho pisoteando y quemando una bandera Norte Americana bajo la mirada indolente de transeúntes y autoridades.

Esa gentuza se regodeaba en la muerte de miles de inocentes como si se tratase de un acto de justicia donde los perpetradores eran unos héroes y los muertos tenían la culpa. Yo sabia que Venezuela andaba mal, pero fue en ese momento que me di cuenta que la cultura de la muerte se había apoderado de la patria de Bolívar.

Chávez tuvo un silencio cómplice y solo al tercer día fue casi el último jefe de estado en condenar la acción terrorista, me imagino que fue un acto de cinismo y de falta de respeto por las victimas y sus familiares. La prueba de lo que digo esta en que cada 11 de septiembre la maquinaria mediática del régimen se dedica a justificar el acto criminal con todo tipo de teorías conspirativas, incluyendo las mas usuales de que fue la CIA y el MOSSAD.

Este comportamiento equivale a matar nuevamente cada año a esos miles de asesinados por Osama Bin Laden y su red de Al Qaeda que a pesar de haber admitido públicamente su planificación y que los 19 terroristas todos miembros de la red habían dejado testamentos detallados al efecto, sin embargo se insiste en culpar a las victimas.

Pudiésemos decir que bajo ese cristal, el mundo esta al revés y es muy cierto que regimenes tiránicos utilizan la mentira como herramienta de dominación social al proclamar una y mil veces que los problemas que los ciudadanos confrontan a diario son consecuencia de la acción del capitalismo salvaje, de la cuarta republica, del pacto de punto fijo, etc.  Y por lo tanto no podrán ser solucionados hasta que la batalla se gane.

Hoy, nuevamente el chavismo celebra a su manera el derrumbe de las torres gemelas como un símbolo de la pronta caída del “imperio” sin importarle  los miles de civiles inocentes que estaban en esas torres y que las decenas de miles de huérfanos, viudas y familiares hoy no tienen nada que celebrar. El futuro de nuestra querida y sufrida Venezuela se presenta tenebroso cuando el eslogan principal del partido de gobierno es “Patria, Socialismo o Muerte” que quiere decir que tenemos que escoger entre el socialismo o la muerte, así de sencillo. Será!!