Uruguay: Mujica y lo subliminal

El País, Montevideo

Cuando José Mujica habla hoy de la necesidad de formar en valores a los jóvenes tal vez ignore que esa inquietud la tuvo Jorge Batlle hace diez años. Entonces, la izquierda saboteó con saña la iniciativa de Batlle y acabó por destruirla, pero hete aquí que Mujica advierte ahora "que las fuerzas de izquierda no deberían dejar por el camino" la formación en valores.

Como Mujica, Batlle propuso antes un debate en torno a los valores. Fruto de esa iniciativa y su discusión, se dictaron cursos para formar a docentes de Secundaria al tiempo que se ensayó la inclusión del tema en varias asignaturas. Empero, el plan fue decapitado apenas instalado el gobierno de Tabaré Vázquez cuando el nuevo Codicen de la ANEP entendió que la insistencia en los valores podía concluir en violaciones a la laicidad.

Con ese argumento tan pobre como efectista murió una experiencia que ahora, al parecer, Mujica desearía que su fuerza política retomara. No cabe duda que el sillón presidencial sumerge a sus ocupantes en hondas cavilaciones y los lleva a compartir soluciones más allá de diferencias políticas. Uno de esos temas es el fomento de valores cuyo cultivo se desvanece en nuestra sociedad y que, según Mujica, deberían ser la honestidad, lealtad, responsabilidad, trabajo y perseverancia.

Aunque habría que citar otros como el respeto al prójimo y la tolerancia, hasta aquí la iniciativa presidencial merece apoyo aunque habrá que ver cómo la digiere un Frente Amplio que, dice Mujica, "hace rato que ha cometido el error de dejar por el camino el campo de la filosofía" (entre otros campos, cabría añadir). A filosofar convoca, pero con un matiz pues para el presidente no basta ocuparse del asunto mediante la educación formal sino que es preciso conectarlo a "la educación colectiva que se da a través de todos los medios de comunicación".

Así, Mujica le adjudica a los medios una función educativa, adicional a la que debería brindarse en las aulas. Es una propuesta extraña que si bien realza la importancia de los medios no aclara cómo se materializaría ese aporte puesto que se supone que prensa, radio y Tv desarrollan correctamente sus labores y cumplen con sus obligaciones dentro del marco legal vigente, lo que incluye el respeto a los valores básicos de la convivencia.

Para aclarar el sentido de esa recomendación habría que rastrear dichos anteriores de Mujica en donde denunció la "excesiva" información que los medios brindan sobre las noticias policiales así como su insinuación de sancionar los "excesos" con quitas de la publicidad oficial. El presidente cree que los comunicadores tendrían que bajarle revoluciones a la crónica roja y, de paso, "desembocar en un análisis que golpee la conciencia subliminal de lo que significa el delito".

¿Qué es esto? Podría pensarse que Mujica pide más opiniones editoriales de condena al crimen y de exaltación de las virtudes, pero no es así pues cita lo subliminal, algo que los psicólogos definen como todo estímulo que actúe "por debajo del umbral de la conciencia". No sé qué pensarán otros comunicadores, pero a mí este reclamo me supera.