El Macondo chavista

El Universal

Como escribíamos ayer, ya no vivimos en aquella Venezuela sino en Macondo, aquí cualquier cosa puede pasar. Ya me preguntaba yo por qué no ha dejado de diluviar en estos 12 años, por qué este país está insomne, azotado por las plagas, con un inmenso deterioro y por qué nadie recuerda nunca nada. Y así, como si se tratase de uno de los pergaminos del gitano Melquíades, fue cuando escribí que comenzarían los preparativos para el show en el Balcón del Pueblo, el rostro enfermo explotado, la manipulación del morbo y el desfile de nuestra soberanía. Confieso que no me lo perdí, hasta que mi imaginación me jugó una mala pasada cuando me pareció ver, al enanito de Sábado Sensacional. 

Estamos en Macondo, por eso el Gobierno nos habla así, no mienten cuando sostienen que la economía venezolana es la mejor y que han superado la pobreza, se entiende porque son así los logros de la revolución, como en Macondo: "en pocos años, sin esfuerzos a puros golpes de suerte, las yeguas paren trillizos, las gallinas ponen dos veces al día y los cerdos engordan con desenfreno" y mientras los macondistas "más destapan champaña, más paren sus animales". Por eso y como en Macondo, la imagen del líder y su: "desmandada voracidad, su inmensa capacidad de despilfarro, su hospitalidad sin precedente, rebasó los límites y atrajo a los glotones mejor calificados del litoral". Mientras, en el mundo real le pagamos a Cuba 4 mil millones de dólares esté año, Macondo tiene que importar 4 mil millones en petróleo o pedir prestado afuera la misma cantidad.

Gracias a esos 4 mil millones Cuba tiene un "modernísimo sistema de medicina" que requiere de la Sanidad Española y comida italiana. Entre tanto, cada médico cubano le cuesta a Macondo 75 mil euros, mientras sus médicos exigen aunque sean, 500 euros al mes. Es por ello que nuestros médicos cada día son menos, se nos han ido a España o a la Unión Europea y si no protegemos nuestra medicina, en 2018 España tendrá más médicos especialistas venezolanos que Venezuela.

Es así como algunos venezolanos vivimos como la Úrsula de los Cien años de soledad. Tratando de explicarle al líder y a los suyos que están cometiendo los mismos errores que describe García Márquez en su obra: "economiza ahora, esta suerte no te va a durar toda la vida", vean como fue que terminó Macondo "arrasada y desterrada de la memoria de los hombres" y mientras más reprocha Úrsula, más champaña se descorcha y más el placer de la parranda ante un "pueblo que abarrotó las calles para presenciar la glorificación del despilfarro". Y cómo Úrsula rogamos: "Señor haznos tan pobres como cuando comenzamos", no sea que nos cobres está dilapidación de otra manera.

Y finalmente, nos la cobraron y como en Macondo, llegaron las enfermedades. Por eso no debemos pensar que se trata de una mentira como muchos especulan, todo lo que hemos escuchado, como en Cien años de soledad "no llevaba una línea de mentira", solo que como en Macondo nos ocultaron la "correspondencia con los médicos invisibles" que le habían diagnosticado un "tumor benigno en el intestino grueso" y estaban preparándolo "para practicarle una intervención telepática". Cuyo tratamiento también fue pospuesto "mientras duraba la agitación social" en Macondo, para ser reagendado después.

Señores chavistas rectifiquen, comprendan que tarde o temprano vendrá el diluvio, que las vacas se morirán, y que Macondo puede quedar enterrado en el olvido. Y entonces seremos el único país cuya estirpe fue condenada a cien años de soledad, fue bendecido dándole una segunda oportunidad y la volvió a…………… (continúe usted apreciado lector).