Colombia: Nos van a quitar el grado de inversión
El Colombiano, Medellín
"Si no fuera por lo que hicieron los gobiernos anteriores en seguridad, la calificación y la economía serían diferentes". Joydeep Mukherji, analista jefe para Colombia de la calificadora Standard & Poor's.
Con el costo de ser tildados con los ridículos calificativos de alarmistas, uribistas desconsolados y hasta de miembros de la "mano negra de la ultraderecha", desde hace meses, y no de hace pocos días como lo han hecho parte de los diarios y "Daríos" capitalinos que se empeñan respectivamente en encubrir los errores de su familiar o desquitarse del anterior presidente, algunos veníamos señalando el deterioro de la seguridad en este país.
Es claro que un gobernante no puede decir permanentemente que las cosas están mal porque, además de atentar contra el ego que requiere el ejercicio de la política, eso termina siendo un catalizador del problema. Pero hay una frontera, difícil de establecer, en que la negación se convierte en un mal mayor que lo que se está ocultando.
Se necesitaría mucho espacio para hacer un recuento de los golpes dados por los narcoterroristas de la guerrilla a las fuerzas militares, empresarios, inversionistas, a la infraestructura y especialmente a los ciudadanos, como los de Toribío, que otra vez volvieron a sentirse, como antes de 2001, como "colombianos de segunda clase" que pueden ser sacrificados y secuestrados en "zonas de distensión" o bombardeados, porque viven en la "provincia".
Ni el presidente, ni su Ministro de Defensa ni el Comandante de las Fuerzas Militares aceptan la realidad. Hace unas semanas el Comandante trataba de desvirtuar esta situación cuando se le hacía una relación de los acontecimientos de inseguridad, diciendo que eso era una "visión numérica" de la realidad. Pero qué poca coordinación existe en el Ministerio cuando su jefe, el ministro Rivera, leyendo cifras intenta convencernos que aquí no pasa nada y que, otra vez, ya casitico, van a capturar a Cano, cuando por otro error del presidente lo dejaron escapar en la anterior liberación de secuestrados.
Lo que está pasando es grave y deseo equivocarme al decir que podría ponerse peor. En la fase de la guerra en que se encontraba este país, haber perdido la iniciativa puede ser más delicado que como estábamos hace una década. Una guerra de guerrillas es una guerra larga y se parece a una infección que, por haber suspendido el antibiótico a la mitad del tratamiento, le da la posibilidad al bicho para que encuentre la forma de generar resistencia al medicamento. Y si se le va a aplicar una nueva dosis, coincidencialmente salen "Teodoras" a anunciar una nueva liberación de secuestrados para aplazarla.
Puede que los nuevos amigos del gobierno se traguen estos cuentos, pues otra vez tienen ministerios y burocracia por aplaudirlo, pero las calificadoras de riesgo no son tontas ni miembros de las minorías electorales, como Cambio Radical, la fauna samperista y del Partido Liberal, que hoy gobiernan por los 10 millones de votos del expresidente Uribe.
No nos extrañe que volvamos a ser BB+, veamos a compañías extranjeras evitando ingresar al país, abandonándolo o pagando rescates para liberar a sus empleados secuestrados, y no son cuentos "chinos".
El que lo entendió lo entendió.
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