La libertad de expresión es más que las palabras
Hay muchos temas por tratar en la actualidad. Pero todo lo que digamos, certero, emotivo, inteligente o subjetivo, carece absolutamente de valor si penden riesgos graves sobre las libertades básicas.
La libertad de expresión no es solo poder expresarse, sino desechar cualquier amenaza del poder público sobre el comunicador. El gobernante ha recibido un sagrado encargo de los ciudadanos, y estos a cambio de aquello, tienen el derecho absoluto de criticarlo, bajo una gama casi infinitamente amplia de formas y maneras. Incluso en las situaciones extremas (que no es el caso en el Ecuador), quien detenta el encargo del poder, solo puede emprender acciones de orden civil pero jamás entrar en el peligroso campo de la acción penal y de las demandas monetarias, porque lo que se esconde son amenazas e intentos de censura y autocensura.
Por eso hoy no escribo un artículo, sino dejo en (casi) blanco mi columna, para que todos reflexionemos sobre los graves alcances de los atentados a la libertad de expresión. Hoy afectan a algunos, mañana pueden recaer sobre todos y cada uno de los ecuatorianos.
- 28 de diciembre, 2009
- 10 de abril, 2013
- 8 de junio, 2015
- 4 de septiembre, 2015
Artículo de blog relacionados
Por Brian Fincheltub El Republicano Liberal Más que por sinceridad, en un acto...
4 de marzo, 2014El País, Madrid Irán y Venezuela no podrían ser países más diferentes. Piadosos...
22 de junio, 2009La Segunda Santiago.– En un primer momento, los expertos de la industria estimaron...
2 de octubre, 2009- 17 de octubre, 2008