El Salvador: Moneda depreciada, ¿exportaciones florecientes?

El Diario de Hoy

Como si la utilización del dólar negase la posibilidad de estudiar las depreciaciones o apreciaciones monetarias de El Salvador frente a las monedas de otros países. En verdad, no hay razones para perderse la oportunidad de analizar su impacto, positivo o negativo, en la magnitud de las exportaciones salvadoreñas.

Ocurre que la utilización de la moneda estadounidense desvía el eje del debate económico, que de manera lamentable termina siempre abandonando el carril técnico para entrar en el presuntamente ideológico. O en el marcadamente hepático.

Una notable excepción a las citadas carencias analíticas la constituye el reciente estudio presentado por Carolina de Franco, economista de FUSADES, titulado: "Evolución del índice del tipo de cambio efectivo real en El Salvador".

Comencemos analizando el tipo de cambio nominal (TCN), que es simplemente el precio de una unidad de moneda extranjera cuando se lo expresa en moneda nacional: un dólar era (y sigue siendo) igual a 8.75 colones para un salvadoreño. Y un dólar es también, en la actualidad, igual a 0.71 euros para un francés (cotiza 1.41 dólares/euro).

Cuando comenzó a circular el euro, en 1999, un dólar era igual a 0.85 euros (cotizaba 1.18 dólares/euro), por lo que podemos concluir que el euro se ha apreciado con respecto al dólar. Es decir, ahora un francés tiene que entregar menos euros para obtener un dólar: la cantidad requerida bajó de 0.85 euros en 1999 a 0.71 euros en la actualidad.

Esta apreciación del euro con respecto al dólar, que no es sino una depreciación del dólar (moneda salvadoreña) con respecto al euro, sería un dato que en principio debiera considerarse como promotor de las exportaciones salvadoreño al mercado europeo.

Por supuesto que las cosas no son tan lineales, y dado que seguramente algunas de las exportaciones salvadoreñas incluyan insumos europeos, ahora más caros en dólares, ciertos costos de producción salvadoreños sufrirán algún incremento por la apreciación del euro. Quienes buscan la competitividad por la vía de la manipulación monetaria suelen olvidarse de esa parte de la pe-lícula.

La relevancia del estudio de Carolina de Franco radica particularmente en el análisis de la evolución del tipo de cambio real (TCR), que ha tenido El Salvador con sus principales socios comerciales.

El TCR mide el poder de compra de una moneda extranjera, por ejempo el quetzal, en el mercado nacional, y para ello no sólo es importante el TCN sino también la relación entre el nivel de precios de ambos países. Que a los efectos prácticos es la relación entre las inflaciones de tales países.

Al analizar la evolución del TCR con Guatemala se observa la enorme apreciación real que tuvo el quetzal con respecto al dólar, que no es sino otra forma de expresar la enorme depreciación real que tuvo el dólar (moneda salvadoreña) con respecto al quetzal: entre enero de 2001 y octubre de 2010 fue del 34%, y se debió básicamente a la diferencia entre los indices de precios al consumidor: el de Guatemala es mucho mayor.

¿Conclusión? Las evidencias muestran que tener una moneda depreciada, tal como ocurre con el dólar no sólo frente al euro sino también frente al quetzal, no es garantía de tener exportaciones florecientes. En parte porque, como nos lo recuerda la parte usualmente olvidada de la película…, la verdadera competitividad no radica en el valor de la moneda.

Tomando distancia tanto de quienes consideran la dolarización un dogma de fe, como de quienes la rechazan por cuestiones que sólo podría explicar la psiquiatría, la realidad es que a la estabilidad monetaria existente hay que agregarle una agenda de competitividad y un buen clima de negocios. Ambos aún pendientes. Esa sería, sin dudas, la película completa.

Hasta la próxima.

El autor es Ingeniero, Máster en Economía (ESEADE, Buenos Aires) y columnista de El Diario de Hoy.