La pérdida de la libertad de expresión en Venezuela

El pasado Viernes 11 de junio, 2009 fue un día que represento un balance negativo para el derecho a la libertad  de expresión en nuestro país.

 

Los casos de violación a este derecho fundamental se han venido agudizando, con el segundo cierre de Radio Caracas Televisión (RCTV) , el cierre del Circuito Nacional Belfort, (CNB), el amordazamiento de la prensa escrita, de la radio, los llamados a diferentes comunicadores a la Fiscalía y a tribunales por cualquier causa, el encarcelamiento de varios comunicadores con su respectiva  inhabilitación política, el  abuso comunicacional del primer mandatario y la  hegemonía mediática del régimen. 

Fue dictada orden de aprehensión contra Guillermo Zuloaga, Presidente de Globovisión y su hijo Guillermo Zuloaga Siso por los delitos de “Usura genérica y Agavillamiento”, orden confirmada por la Fiscal General de la Nación Luisa Ortega Díaz. Con esta acusación se pretende silenciar a un medio crítico al oficialismo. La orden de aprehensión vino  después de que el primer mandatario hiciera críticas en contra del canal privado y señalara a “burgueses” como Zuloaga a quien le recriminó que lo responsabilizara por las víctimas del 11 de Abril, 2002, durante la reunión de la Sociedad Interamericana de Prensa (SIP), realizada en Aruba en Marzo 2009. Cabe recordar que en esa oportunidad la excusa para el exabrupto cometido contra Zuloaga fue la del “acaparamiento de carros” y según la abogada de la familia Perla Jaimes  en esta nueva oportunidad se está apelando a la misma excusa. 
 
Después del abominable segundo cierre de RCTV, Globovisión quedó como  el último canal de TV realmente crítico al gobierno. Ante una situación socioeconómica realmente desastrosa para el país, que no tiene otro responsable que el actual gobierno, el primer mandatario considera que no le queda otra opción que señalar como  “chivos expiatorios” a los medios de comunicación y a esa especie en extinción en Venezuela que es la empresa privada, pilar fundamental de la economía en cualquier país en el cual los gobernantes tengan sentido común.
 
Una comisión del Sebin, se dirigió a la residencia de la familia Zuloaga para llevar a cabo la aprehensión del Presidente de Globovisión, cuando los abogados del Canal de TV y particular de la familia, pidieron  ver la orden de encarcelación, los funcionarios no la mostraron, sino que dijeron que sabían que había sido dictada. Muy inteligentemente, las abogadas les permitieron la entrada a la residencia para que los funcionarios vieran por si mismos que los Zuloaga no estaban presentes, en la casa. Los funcionarios tuvieron que retirarse.
 
La reacción internacional no se ha hecho esperar,  La Sociedad Interamericana de Prensa (SIP), la Asociación Interamericana de Radio Difusión (AIR), y medios, líderes políticos, comunicadores, el Embajador de Panamá ante la OEA, y otras personalidades alertan sobre la crítica situación de la libertad de expresión en Venezuela.
 
La respuesta del Canal tampoco se hizo esperar, en comunicado emitido el Sábado 12 de junio de 2010, expresa que continuará cumpliendo con su misión de informar, y de no dejar su lucha a favor de la democracia en Venezuela.
 
Es necesario que los venezolanos recordemos que promovemos lo que permitimos, por lo tanto mientras aguantemos que nuestros derechos fundamentales sean confiscados sin un reclamo contundente por nuestra parte, que haga que el gobierno nos respete, estaremos contribuyendo no solo a la pérdida de la democracia, sino también del país.