El fin de la ficción racionalista
Mario Bunge es un conocido filósofo argentino, radicado en Canadá, que no se enteró de que existe internet.
Con su opinión, vertida en un reportaje publicado en La Voz del Interior, al opinar sobre el dictado de un curso complementario sobre medicinas alternativas (homeopatía, china e hindú), en la Universidad Nacional de Córdoba (UNC), consiguió armar tal escándalo que las autoridades decidieron suspender el dictado de ese curso.
Empezó por mostrar su materialismo íntimamente ligado a su Racionalismo: según él, el alma inmaterial e inmortal es una concepción anticuada y todo se reduce a una mente cuyos procesos son cerebrales.
Siguió desinformando. Para Bunge en la homeopatía "A una persona con cáncer se le dice que tome té, yerbitas". Pero hay estadísticas serias que dicen que, en el caso de la leucemia por ejemplo, mueren más por las infecciones que contrae el paciente como consecuencia del bajón en las defensas destruidas por el tratamiento de quimioterapia. Es decir, que mata más el tratamiento de la medicina occidental que la enfermedad.
"El argumento principal contra la homeopatía es científico y elemental. Esas diluciones enormes llegan a concentraciones de una molécula por kilómetro cúbico. Las chances de que una molécula dé con el órgano afectado es prácticamente nula", asegura. Sin embargo, el trabajo de investigadores de la inmunología en los últimos 25 años, confirmaron la existencia de un fenómeno biológico, aun en esas altas diluciones (J. Sainte-Laudy y Ph. Belon. "Inhibition of basophil activation by histamine: a sensitive and reproducible model for the study of the biological activity of high dilutions"; Homeopathy 2009; 98:186- 197).
Pero no voy a defender la homeopatía, solo quise mostrar que no está claro quién tiene razón.
Paul Feyerabend, un epistemólogo de mucha más envergadura que Bunge, ha destrozado la idea Racionalista de ciencia, demostrando que no es más que otra fe aunque bastante falsa desde que pretende ser única, el unicato que pretenden quienes no tienen la verdad y, por tanto, no toleran la competencia. Para Feyerabend, la "ciencia" (la Racionalista,) no es superior a otras disciplinas, de modo que el encorsetamiento en un marco metodológico sería pernicioso para el desarrollo científico ya que generaría un sistema más dogmático y menos flexible para el cambio científico.
Pero aunque me parece más razonable Feyerabend que Bunge, tampoco lo voy a defender.
Internet está destruyendo, dejando fuera de moda, al Racionalismo, la arcaica “modernidad” que profesa Bunge de manera irracional, y sus correlatos la Ilustración y el Enciclopedismo. No solo porque, con buscadores como Google, queda en evidencia que la memorización de datos es una pérdida de tiempo que solo sirve para destruir la insaciable búsqueda de la verdad (de investigación real no Racionalista), sino porque destruye de raíz todo el sistema que ha educado a Mario Bunge.
Internet es verdadera, es un desarrollo tecnológico, científico, verdadero. ¿Quién lo hizo? ¿Algún académico con numerosísimas publicaciones y títulos universitarios? Digámoslo, la hicieron millones de personas desconocidas de manera espontánea y sin orden aparente (sin el orden que le gusta al Racionalismo, el impuesto por la fuerza desde arriba, desde la ingeniería social del estatismo)
En Wikipedia, la enciclopedia más utilizada hoy día, cualquiera puede escribir y editar, y los millones de usuarios se auto organizan, básicamente por consenso, mostrando como un orden productivo y divertido surge espontáneamente de las personas no coaccionadas, sin tener que mostrar títulos académicos, ni publicaciones en revistas de prestigio, ni mucho menos rendir examen ante ningún organismo de contralor estatal como le gusta al Racionalismo, al estatismo, a Bunge.
Internet, y la evolución sobrecogedora que provoca, se desarrolla sin ningún burócrata estatal a cargo, trabajando solamente personas naturalmente libres quienes, en ocasiones, se ponen de acuerdo. Pero no es un caos, aunque no tenga gobierno aparente está dirigida, como toda acción humana, por la naturaleza de las cosas, por la ley natural, por el orden natural que prevalece en el cosmos (como ya lo explicaba Aristóteles y Santo Tomás, antes de la “Revolución Científica del 1600” que tanto alaba Bunge) que supone un liderazgo moral de hecho, el liderazgo de aquellos que verdaderamente pueden aportar cosas útiles a esta evolución espectacular.
Pero hay una cuestión moral, Bunge en todo momento insinúa el imponer coactivamente su idea de Racionalista ("creo que tendrían que tomar cartas en el asunto. No es posible que permitan este asalto", insiste). Ya sabemos que la violencia es siempre destructiva, por tanto inmoral. Debe quedar claro que el verdadero desarrollo humano necesitan de la libertad que tiene Bunge para profesar y difundir su fe Racionalista, de modo que trabajaremos por ella. Lo grave no es que propongan fundamentalismos Racionalistas, lo grave, y definitivamente inmoral, es que se pretenda imponerlos coactivamente.
Claro que a esta imposición coactiva el Racionalismo la llama poner orden y defender la "modernidad", la "racionalidad", el "carácter científico". Pero sucede que, para eso, deberíamos empezar por cerrar Wikipedia y, francamente, entre Bunge y el enorme desarrollo que significa Wikipedia, a no dudarlo, el mundo elegirá Wikipedia.
En cualquier caso, tampoco voy a defender a internet. No soy tan soberbio como el Racionalismo para pretender imponer mis ideas que son solo una opinión. Me quedo tranquilo porque sospecho que, finalmente, nosotros pasaremos, la "modernidad" de Mario Bunge terminará de morir, internet continuará y el mundo seguirá progresando de la mano de la verdad, que reflejará mejor Wikipedia que todos los títulos de Bunge, y que jamás será un resultado de la “Razón”, como cree “el dogma” (la ficción) Racionalista sino de algo superior, precisamente, la Verdad.
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