¿Tiene remedio «Patinoamérica»? (II)
(Puede verse también la Parte I de este trabajo)
Michael Strong se acomoda para iniciar…
“Lo primero que tenemos que definir es cómo la libertad económica transita de la mano con desarrollo y prosperidad en los países que la promueven. Las naciones más ricas del mundo son aquellas que en su momento liberaron sus economías y, a pesar de los retrocesos del siglo pasado, aun mantienen cierto grado de libertad que permite a sus ciudadanos caminar hacia la persecución de sus sueños bajo el esquema que Milton Friedman definiera como: “Libres para elegir”.
“Tú conoces bien el Índice de Libertad Económica que se publica cada año calificando los países del mundo de acuerdo a esas libertades. También sabes que los países que ocupan los primeros diez lugares generan el 90% del PIB mundial y durante años, Hong Kong ha ocupado el primer lugar de esa definición. Es decir, cualquier persona, con sentido común, entiende que una sociedad libre es la fórmula para provocar desarrollo económico. Sin embargo, esa libertad que bogaba durante el siglo XIX, se ha ido perdiendo cuando los gobiernos se han estado expandido de forma monstruosa invadiendo recintos que fueran sagrados de la sociedad civil”.
“Lo que señalas en la primera parte de tu artículo, ha sido el credo de toda América Latina desde su descubrimiento hasta los días presentes. En el caso de México, las guerras entre liberales y conservadores fueron la horma con la que se dibujara la fisonomía de una nación que nunca conociera la libertad. El positivismo de la era Porfiriana aportaban la pólvora que detonara la revolución de 1910 que se iniciara como liberal, y terminara atrapada entre las garras del nuevo estado interventor y dueño de las vidas, el presente y el futuro de los mexicanos”.
“El monumento a la libertad económica que se erigiera en los EE.UU. durante el siglo XIX, inició su derrumbe con el estallido de la primera guerra mundial y la segunda sería el tiro de gracia para la humanidad. Para 1945 el mundo ya estaba aprisionado entre los tentáculos del gran estado interventor. Sin embargo, en los años 50 un hombre llamado John James Cowperthwaite llegaba a una pobre colonia del Imperio Británico que fuera parte de China: Hong Kong. Durante los siguientes 30 años se dedicaría a construir un bastión de libertad en un mundo que la había perdido casi en su totalidad, para convertirlo en el milagro económico del siglo XX”.
En esos momentos el Dr. Strong procede a mostrarme un video titulado: “Charter Cities”. En el aparece el economista de moda en los EE.UU. y creador del concepto, Paul Romer, explicando lo que es una Charter City. La primera escena nos muestra unos estudiantes en un país africano quienes, para poder estudiar de noche, debían de salir a las calles y utilizar el alumbrado público. Sin embargo, señala Romer cómo todos ellos portaban sus teléfonos celulares y surge la pregunta ¿Cómo es posible que en medio de tal pobreza no tengan energía eléctrica en sus casa pero si porten un celular? “La respuesta es simple, afirma Romer. “Son las reglas que encuadernan la producción de dos cosas: La energía eléctrica regida por las malas reglas de ese gobierno, y los celulares producidos bajo buenas reglas de un mercado libre. Las primeras hacen que el producto sea malo, caro y escaso, las segundas provocan que el producto sea bueno, disponible, barato y el comprador tenga alternativas.
Es decir, las malas reglas del gobierno dictan que la electricidad se debe ofertar por un monopolio, barata y subsidiada. Por lo mismo, sin permitir competencia, la compañía estatal de electricidad siempre estará generando pérdidas sin capacidad para innovar, reinvertir, mejorar su producto.
Pero ¿se pueden cambiar esas reglas? Romer asegura es un proceso difícil pero, con la debida creatividad, definitivamente es posible. “El secreto, continua Romer, es ofrecer alternativas tanto a la sociedad como a sus líderes políticos. El camino equivocado es tratar de cambiar las reglas a base de coerción y enfrentamientos”.
En seguida Romer muestra una serie de fotografías de nuestro planeta tomadas por la NASA desde el espacio captándolo de noche. Es impresionante observar la bella iluminación de los países desarrollados y la negra oscuridad que abraza al tercer mundo. En un recuadro señala China con esa hermosa concentración de luz llamada Hong Kong, y entonces procede: “Alrededor del año 1500, China era la civilización más avanzada del mundo, sin embargo, durante los siguientes siglos permaneció adormecida para luego caer en las garras del comunismo a mediados del siglo XX. Después de una gran humillación, anarquía y desorden, en 1979 iniciaron un ambicioso cambio de reglas”.
A la muerte de Mao surgía un nuevo y enigmático líder; Deng Xiaoping, quien de inmediato presionara para el abandono de los principios Estalinistas de planeación central, estado propietario, sustitución de importaciones etc. Este hombre entendió que una tarea de esa magnitud era imposible llevarla a cabo de un plumazo en todo el territorio de China. ¿Qué fue lo que hizo? Tomó el modelo de Hong Kong para establecer una zona de libertad económica similar, y después repetirlo en catorce nuevas ciudades que se establecieron en toda la costa del país. Es decir, Den Xiaoping cambiaba las malas reglas pero no de toda la nación, sino de las nuevas ciudades ofreciendo “libertad para elegir”.
Esas ciudades nacían mediante un Charter (autorización) de libertad económica. De esa forma los chinos adquirían la “libertad de elegir” si querían permanecer en el viejo estado comunista, o las noveles ciudades capitalistas y libres. Es decir, los cambios de reglas se llevaron a cabo sin coerción y bajo libertad. ¿Qué fue lo que sucedió? China desde entonces reporta crecimientos anuales del 10 al 12% y se ha convertido en la tercera economía del mundo. A este ritmo, se estima que para el año 2025 China deba ser la economía más grande del mundo y su PIB se sitúe al nivel del combinado y sumado de EE.UU., Japón y Europa.
Pero ¿Cómo han financiado proyectos de esta magnitud cuando China era pobre? “Buena pregunta” me revira Michael. “Mira, básicamente utilizando el odiado esquema capitalista de revaluación de tierra. Al momento de transferir la propiedad de los terrenos para las nuevas ciudades, el sólo hecho de pasar de propiedad estatal a privada mas el esquema de Charter, enviaba el valor de los terrenos a N potencia y eso ha producido capital suficiente para infraestructura y el resto de necesidades cuando se venden a los nuevos habitantes, normalmente empresas internacionales”.
¿Cuál ha sido el “misterioso secreto” de China? Primero las zonas libres y en seguida las Charter (concesionadas) cities nacidas bajo “la libertad de elegir”. Eso le ha permitido a China rescatar anualmente de la pobreza a más de 200 millones de sus habitantes e identificarse como la gran potencia económica del siglo XXI. Bien, ahora pregunto ¿Cuál es la diferencia entre ciudades concesionadas y ciudades libres? Michael sonríe y se prepara……
"Prefiero la peligrosa libertad que una pacífica esclavitud". - Thomas Jefferson
- 8 de junio, 2012
- 15 de abril, 2019
- 8 de junio, 2015
Artículo de blog relacionados
- 21 de julio, 2008
El Diario Exterior Según las últimas estimaciones de la organización sin fines de...
8 de agosto, 2023Por Alejandro A. Tagliavini Pero además de esta IV e inútil Cumbre, al...
13 de noviembre, 2005Por Gabriel Sánchez Zinny El Diario Exterior Hace unas semanas John McCain y...
15 de octubre, 2008