¿Fue Bolívar Estadista? (I)
Revisar la historia con objetividad es saludable para las nuevas generaciones, es común en los países del Primer Mundo, donde en algunos, hay procedimientos para hacerlo sistemáticamente. En Estados Unidos periódicamente se reúnen historiadores para escuchar las revisiones que colegas proponen y decidir sobre ellas.
Mi primer análisis de revisión histórica fue la Revolución Juliana, evento eminentemente económico, originalmente interpretado por historiadores que desconocían de economía. Mi interpretación es totalmente diferente a la de ellos, sobre las causas que motivaron los problemas económicos contribuyentes a la citada revolución, y la motivación central de Luis Napoleón Dillon, su ideólogo. Mi propuesta fue plasmada en un artículo controversial publicado en la revista Cultura del Banco Central y posteriormente en el libro La Revolución Juliana, evento ignominioso en la historia de Guayaquil.
La segunda revisión histórica es la que analizaré en mi intervención y cubre el período de la Independencia de Guayaquil y luego de Ecuador. Los libros de historia que tuve que estudiar hace más de medio siglo y los que se usan en la actualidad en escuelas y colegios están llenos de mitos cuyos historiadores han idealizado a personajes y sobredimensionando sus logros. Entre ellos se encuentra el de Simón Bolívar, que lo describe como un superhombre, un héroe de proporciones épicas lleno de hazañas extraordinarias. Seguramente los autores de los mismos conocen el viejo refrán que dice que los países deben tener héroes y si no hay es necesario crearlos.
Todo movimiento de independencia tiene un fin común para mejorar el nivel de vida de los ciudadanos: terminar con el pasado oprobioso que incluyen malas prácticas políticas y económicas. Este fue el patrón seguido por Estados Unidos, Canadá y Australia, y durante los últimos cincuenta años, los países asiáticos, como Singapur, Malasia, India y otros. En todos, el camino que trazaron los padres de la patria y primeros gobernantes de esos países fue cómo llegar a la prosperidad en la forma más rápida. Unos lo consiguieron en 40 años, otros, como India les tomará más tiempo, pero van por el camino correcto. Los resultados están a la vista. De ser naciones con renta por habitante muy inferior a la ecuatoriana, actualmente es hasta 10 veces superior en algunos casos.
América Latina, que debió ser el referente para las colonias asiáticas que se independizaron en el siglo XX, sigue sumergida en el desgobierno, pobreza y frecuentes luchas ideológicas. El entorno presente de los países es resultado de su pasado, por lo que quien se interesa en entender el comportamiento de la sociedad en la actualidad, obligadamente necesita repasar la historia. Es esa anomalía histórica la que me llevó hace dos décadas, a buscar los determinantes del subdesarrollo de Ecuador, y en el transcurso del tiempo a publicar más de cuarenta libros describiendo mis conclusiones.
A fines del 2009, con motivo del bicentenario del 10 de Agosto de 1809, El Banco Central y la FLACSO organizaron mesas redondas en Guayaquil, Quito y Cuenca, en las que fui uno de los panelistas. Mi tema trataba sobre la economía ecuatoriana en tiempos de la Independencia. Como este era un período que no consideraba mi fuerte, dediqué seis meses a buscar fuentes primarias; mi esfuerzo se justificó, logré adquirir más de 30 libros escritos por actores de la Independencia, entre militares que sirvieron en los ejércitos de Bolívar y personas que tuvieron cargos elevados durante la Gran Colombia. Por ejemplo, en las Memorias del general O´Leary se encuentra la correspondencia de Bolívar y demás personajes de la época en 32 tomos. Con tan abundante bibliografía que incluye cartas, discursos y proclamas, no se necesita haber vivido en su tiempo para emitir un juicio sobre el Libertador.
No se puede escribir sobre la Independencia, sin referirse a Simón Bolívar, por ser él quien inició los movimientos independentistas en el noroeste de la América del Sur. ¿Cómo era Bolívar? ¿Cuál era su personalidad, su filosofía sobre la Independencia? Según él ¿Qué clase de gobierno debían tener las nuevas repúblicas, cuales las metas y planes para el futuro de ellas? En todos los libros consultados, sus autores describen a Bolívar, algunos incluso detallan su físico, forma de vestir y hablar, defectos, abuso de poder, sus gustos y pasiones, incluyendo el baile y controversial vida privada. Curiosamente los autores que lo conocieron y escribieron sobre él, lo hacen con más objetividad que los posteriores historiadores. A diferencia de los historiadores modernos y contemporáneos que lo idolatran, la mayoría de los que escribieron en su época, lo critican duramente por la forma cómo quería conducir la construcción de los nuevos Estados.
Bolívar fue un soñador por excelencia, se convenció de ser el ungido para la salvación de la América Española, muy controversial, de enorme ego, brillante militar, tomador de grandes riesgos, audaz, ambicioso, con enorme capacidad de trabajo y carismático. Pero le faltó lo más importante que debe tener un estadista: coherencia y visión en sus decisiones. Quienes lo idolatran, seguramente dirán que su legado es haber liberado a cinco naciones. Quienes analizan objetivamente a este singular personaje, concluyen que él dejó el caos y anarquía organizadas, como legado. Para los críticos, se olvidó de diseñar los planos de la super estructura – Gran Colombia – que creó, y dejó convulsionada a una región que después de 180 años de Independencia sigue estándolo, al extremo de formar parte de la lista de los estados fallidos, publicada anualmente.
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