La hoja de la coca
5 de febrero, 2010
5 de febrero, 2010
La hoja de la coca

ABC Digital
SALAMANCA.- Es un niño que no vemos. Es un niño que no nos ve. Tiene los ojos cubiertos con dos hojas de coca, la materia prima con la que se elabora la cocaína, una de las drogas más consumidas en la actualidad.
Es un niño negro, con el pelo cortado casi al rape; la cabeza le suda, casi es posible sentir la humedad que se conserva entre los árboles de la selva. Al fondo, un grupo de otros niños juega despreocupadamente.
Esta es la fotografía que el jurado –del cual formé parte– premió como la mejor presentada al Premio de Periodismo Rey de España, convocado por la Agencia Española de Cooperación Internacional para el Desarrollo (AECID) y la agencia noticiosa española EFE. El premio, que se entrega a temas periodísticos dados a conocer por la prensa, televisión, programa de radio, página de periodismo digital, tiene ya veintisiete años. Además, se le ha agregado uno, “Don Quijote”, que se destina a la excelencia del idioma.
El fotógrafo colombiano Manuel Salvador Saldarriaga Quintero es el autor de esa fotografía perteneciente al ensayo “Inocencia en medio de la coca”, que se publicó en el periódico “El Colombiano” de la ciudad de Medellín. Explica que el trabajo se ha centrado en “los niños que nacen en las regiones cocaleras, ajenos a las mafias y al conflicto que les rodea”.
Hay más sugerencias que saltan a la vista. En los países del primer mundo las leyes obligan a los medios periodísticos (prensa, televisión) que cada vez que aparece un niño, se les “pixele” (volver borrosos) los ojos, de modo que no puedan ser reconocidos ni exponerlos a la opinión pública que siempre es imprevisible en sus reacciones. En el tercer mundo, o, mejor dicho, más allá de las fronteras del tercer mundo, donde empieza un cuarto en el que las leyes que rigen la convivencia no tienen relación alguna con cualquier tipo de raciocinio, los ojos de los niños no se cubren con los recursos que da la informática, sino con hojas de coca. Los niños también las recogen. Hace falta un millar de esas hojas para poder obtener lo que finalmente será ese polvillo blanco que se aspira a través de la nariz utilizando como canutillo un billete enrollado.
Es posible que ellos presencien el proceso. Como es posible también que tomen parte, metiéndose en las grandes bateas de madera donde las hojas son maceradas con los pies juntamente con los productos químicos que harán que se forme la pasta inicial. Pero es posible también que no sepan cuál será el destino de su trabajo, los sitios a los que irá a parar, los consumidores, los traficantes que se matarán por rivalidad, por conquistar un mercado, para suprimir la competencia, para castigar a los desleales, para acabar con los sospechosos de ser soplones.
Es posible que tampoco sepan que esa pasta blanca será traficada a cambio de armas y municiones destinadas a las FARC (Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia), las mismas que siembran de minas antipersonales en el campo para detener al enemigo. Pero las minas no piensan, simplemente matan a quienes las pisan, o destrozan las piernas. Hay fotografías terroríficas de niños que en lugar de rodillas solo tienen dos espantosos muñones.
Este es el niño que no vemos. Es el niño que no nos ve porque su mirada y la nuestra está nublada por dos hojas de coca. Solo que la inocencia de aquel lado no es la misma, si es que existe, con que la miramos desde acá. El sudor le corre por la cabeza a causa de la humedad de la selva, los árboles a través de los cuales respira nuestro planeta. Sentados en una cómoda sala, con la temperatura debidamente controlada para lograr un ambiente agradable, vemos la ciudad de Madrid a través de las amplias ventanas de cristales dobles para no permitir que ni el calor ni el frío perturben nuestras deliberaciones. ¿Qué sabremos nosotros de ese mundo? ¿Cómo poder conocer lo que nunca vimos, ni experimentamos, porque hay dos hojas de coca que nos lo están tapando?
Tendencias
- 22 de abril, 2025
- 18 de abril, 2025
- 23 de julio, 2015
- 10 de junio, 2015
Más reciente
Archivo
Artículo de blog relacionados
Siglo XXI Mucho, y bien, se ha argumentado contra las indebidas intromisiones de...
15 de febrero, 2009The Freeman Nicolás Maquiavelo, estadista y escritor del Renacimiento Florentino, logró lo que...
6 de febrero, 2006El Tiempo, Bogotá Lo ocurrido el pasado domingo no es, como algunos creen,...
12 de octubre, 2012Instituto Juan de Mariana Todo aquel que haya hecho un poco de turismo...
24 de julio, 2015