La macroeconomía del populismo
El Universo
Hace veinte años la experiencia de Chile bajo Allende y Alan García en Perú, inspiró a los profesores Dornbusch y Edwards a escribir un artículo afamado La Macroeconomía del Populismo, mostrando cómo estas visiones terminan generando enormes crisis macroeconómicas, que solo se difieren temporalmente cuando hay golpes de suerte como una subida inesperada del precio de las materias primas. Hoy podrían aplicar estos preceptos a Argentina en los últimos 15 años y de manera casi literal a la actual Venezuela. Para su reflexión en el caso ecuatoriano, un resumen básico de ese artículo:
“…Los elementos básicos de la experiencia populista son:
a) Condiciones iniciales. El país ha experimentado un crecimiento lento, estancamiento o franca depresión a resultas de esfuerzos de estabilización anteriores… la grave desigualdad económica aporta un atractivo económico y político para un programa económico radicalmente diferente. La estabilización recesiva habrá mejorado el presupuesto y la balanza de pagos lo suficiente para tener el margen necesario para un programa expansivo.
b) Ausencia de restricciones. Los gobernantes rechazan explícitamente el modelo conservador. Se piensa que la capacidad ociosa proporciona el margen necesario para la expansión. Las reservas existentes y la capacidad para racionar divisas establecen margen para la expansión sin el riesgo de tener restricciones externas. Los riesgos del financiamiento deficitario destacados en el pensamiento tradicional se hacen aparecer como exagerados o infundados. La expansión no es inflacionaria porque la capacidad ociosa y los costos decrecientes en el largo plazo contienen las presiones de costos, y hay espacio para reducir márgenes de utilidades mediante controles de precios.
c) La prescripción de política. Los programas populistas hacen hincapié en tres elementos: la reactivación, la redistribución del ingreso y la reestructuración de la economía. El tema común es la reactivación con redistribución. La política recomendada es una redistribución del ingreso, de ordinario mediante grandes incrementos del salario real… Debe reestructurarse la economía para ahorrar divisas y soportar mayores niveles de salarios reales y de crecimiento.
…Y las fases de la macroeconomía populista son:
Fase I. Los gobernantes ven confirmados su diagnóstico y prescripción: el crecimiento del producto, los salarios reales y el empleo son elevados… los controles aseguran que la inflación no sea un problema y las importaciones alivian las escaseces.
Fase II. La economía se topa con ciertos estrangulamientos… la realineación de los precios y la devaluación, la protección se hace necesaria… el déficit presupuestario empeora enormemente a resultas de subsidios generalizados a los bienes de asalariados y las divisas.
Fase III. Escasez generalizada, la aceleración de la inflación y una obvia brecha cambiaria conducen a la fuga de capitales y desmonetización de la economía. El déficit presupuestario se deteriora drásticamente a causa de la disminución de recaudaciones y de los costos crecientes de subsidios… lo extremo de las declinaciones del salario real se debe a un hecho sencillo: los capitales pueden atravesar las fronteras pero los trabajadores no. Los salarios reales bajan y la política se torna inestable.
Fase IV. La estabilización ortodoxa se impone nuevamente.
Sin comentarios, solo para su reflexión.
- 23 de julio, 2015
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- 29 de febrero, 2016
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