El muro de Caracas

El Universal

El pasado lunes 9 de noviembre se cumplieron 20 años de uno de los eventos más trascendentales de la historia del siglo XX: la caída del muro de Berlín y el colapso del comunismo en Europa Oriental.

Durante varias décadas existió el ahora llamado muro de la vergüenza, un muro creado por los comunistas para supuestamente impedir las infiltraciones capitalistas en su aparente paraíso socialista. En realidad, el objetivo del muro fue impedir la salida de millones de ciudadanos oprimidos por los gobiernos comunistas de Europa Oriental. Miles de alemanes orientales trataron de cruzar el muro en búsqueda de la libertad, aunque lamentablemente muchos fueron acribillados por los soldados comunistas que querían condenar a su propio pueblo a las miserias del comunismo.

Irónicamente, en los países comunistas de Europa Oriental se proclamaban democracias populares y tenían elecciones regulares en las que los comunistas siempre ganaban. Algo parecido ocurre desde hace más de medio siglo en Cuba, donde Fidel Castro gobernó la isla a su antojo durante décadas y luego pasó el poder a su hermano, en una burla total a cualquier principio democrático. Algo similar está pasando trágicamente en Venezuela, donde el gobierno actual copió muchas ideas de las antiguas democracias populares comunistas de Europa Oriental y de la actual Cuba revolucionaria. La mal llamada democracia popular participativa del gobierno revolucionario bolivariano no es más que un grosero disfraz para que Chávez se perpetúe en el poder. ¿Cuál democracia cuando la voluntad de más de la mitad de la población es ignorada? ¿Cuál participación popular cuando quien participa todo lo que acontece es el propio Chávez? ¿Cuál revolución bolivariana cuando el mismo Simón Bolívar estaría asqueado al ver lo que pasa en su país natal? Como dijo el propio Libertador: "Huid del país donde uno solo ejerce todos los poderes, es un país de esclavos".

El comunismo del siglo XX fue la más sangrienta ideología que jamás haya conocido la humanidad, aun peor que el fascismo, el nazismo y las otras ideologías totalitarias del pasado. Se estima que cerca de 100 millones de seres humanos fueron ejecutados en ese supuesto mar de la felicidad. Afortunadamente el comunismo fracasó en casi todo el mundo. Hasta la actual China comunista ha abandonado el comunismo económico para volverse un país capitalista, de hecho, China vive hoy un neoliberalismo salvaje que ha permitido su rápido crecimiento mientras sale del anacrónico sistema comunista. Sin embargo, en países pobres como Cuba y Corea del Norte todavía sobrevive el espectro del comunismo. El muro cayó hace 20 años en Berlín, pero parece que hoy se levanta otro en Caracas.

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