Resumen de una semana cualquiera
El pasado viernes el Ejército mexicano detuvo a tres sicarios que confesaron al menos 70 asesinatos. El fin de semana 10 jóvenes fueron ejecutados durante un concierto en Sinaloa. Al día siguiente el narco acabó con un militar estadounidense y otros 18 mexicanos más en Ciudad Juárez. El martes un sujeto fue ejecutado, decapitado y su cuerpo abandonado con un narcomensaje en una carretera, en Veracruz.
Un día después, el miércoles 9 de septiembre, las autoridades mexicanas detuvieron a Ruiz Tlapanco, fundador del cártel de los Zetas en Puebla y asesino de un General de División. El jueves tres cabezas humanas aparecieron en una nevera portátil en la puerta de un hotel de Parral (Chihuahua). Y el viernes, este viernes, el Ejército detuvo a un sicario involucrado en 18 asesinatos también en Ciudad Juárez.
Este es el recuento acelerado y poco preciso de lo ocurrido esta última semana y que narra el periodista Jacobo García en un artículo publicado en el periódico español "El Mundo".
Me impresionó la "limpieza" para contar la cadena de crímenes vinculados con el narcotráfico y perpetrada en los últimos días en México (13,599 asesinatos que han ocurrido desde diciembre 2006, cuando asumió el presidente Felipe Calderón).
Pero me impactó mucho más que la narración no es de una semana especial, en la que la muerte hizo de las suyas, sino de una semana cualquiera que refleja una realidad que golpea a diario, durante todas las semanas, al país vecino del norte.
Unos y otros coinciden en que la ola de criminalidad en México, que abate principalmente la zona fronteriza con Estados Unidos, está relacionada con el crimen organizado, donde la guerra entre cárteles vinculados al narcotráfico se han impuesto al Estado.
Sin embargo, he querido traer a cuenta esta realidad, porque nuestro El Salvador también está sumido en una vorágine de violencia y criminalidad, donde los altos índices de homicidios golpean la conciencia ciudadana.
Creería, y espero no ser inocente, que la pandemia de homicidios en nuestro país no está vinculada estrechamente a la lucha entre narcotraficantes, como en parte lo está en México. Sin embargo, a semejanza de lo que ocurre en el país azteca, enfrentar el fenómeno requiere, por lo menos en lo relativo a la comunicación, de medios informativos fuertes que no sólo registren los hechos sino que traten de explicar las causas, así como dar cuenta de las iniciativas que buscan enfrentar la problemática de manera integral.
Esto pasa por dejar de lado aquella visión de funcionarios de segunda que pretenden "esconder" los hechos e intentan presionar a los medios para que no publiquen la violencia o hacerles sentir que son ellos, en gran parte, los responsables porque informan cotidianamente sobre los hechos de sangre.
Incluso, pretenden obligar a los medios, a que se sumen a campañas de "educación…" lo cual es otra cosa y pertenece a otra dimensión.
En este sentido, tal como lo han manifestado el presidente Mauricio Funes y el director de la PNC, Carlos Ascensio, es escandaloso el elevado número de crímenes (16 homicidios en un día), por lo tanto hay que redoblar el combate a la criminalidad.
Negar los hechos o presionar a los medios informativos para que escondan los múltiples asesinatos es un camino errado, como lo es también presionar para que no se divulguen las políticas equivocadas o insuficientes que llevan a cabo los funcionarios encargados de enfrentar la criminalidad.
El autor es Editor Jefe de El Diario de Hoy.
- 23 de julio, 2015
- 30 de octubre, 2012
- 31 de octubre, 2013
- 15 de abril, 2019
Artículo de blog relacionados
Por Martín Burbridge El Cronista Comercial Buenos Aires. -¿Alguien se imagina qué pasaría...
20 de agosto, 2013La candidatura a la presidencia de Stephen Colbert estuvo pensada como una broma,...
16 de marzo, 2012Por Fabiola Sanchez El Nuevo Herald CARACAS, Venezuela – Kelly Vega llegó a...
7 de julio, 2016- 28 de junio, 2010