¿Funcionó el estímulo económico americano?
Al comenzar la recesión en Estados Unidos muchos economistas y políticos empezaron a pedir al Gobierno que tenía que actuar de inmediato y crear un plan de gasto estatal que estimulara el consumo. ¿Funcionó?
Paul Krugman, premio Nobel de Economía, apoyó la idea dándole así un soporte intelectual al gobierno tanto de Bush co-mo de Obama para que no fueran tímidos en el gasto estatal.
Economistas de la Escuela Austríaca de Economía o incluso la monetarista cuestionaban este estímulo temporal pero fueron ignorados debido al pánico que corría en “Wall Street”, en el sistema bancario, en el sector de construcción y vivienda y entre los políticos de turno.
El tiempo ha transcurrido, y hoy, un grupo de prestigiosos economistas afirma en un artículo publicado el pasado 17 de septiembre en el Wall Street Journal que el paquete de estímulo económico del Gobierno americano no funcionó. Se tra-ta de John F. Cogan, John B. Taylor y Volker Wieland. El primero, investigador asociado al instituto Hoover; el segundo es famoso por la Regla Taylor y por su reciente libro Saliéndonos de la vía: Cómo las acciones e intervenciones causa-das por el gobierno prolongaron y empeoraron la crisis financiera, y es profesor en la Universidad de Stanford en California, EE.UU., además de ser investigador asociado al Instituto Hoover. El tercero es profesor de teoría monetaria en la Universidad de Goethe en Frankfurt, Alemania.
Mientras que la administración de Obama apoyó el paquete de estímulo económico del Gobierno según la Ley de Reinver-sión de 2009 por un monto de $787 millardos esperando que se crearan 3.6 millones de empleos de acuerdo con sus aseso-res basados en teorías keynesianas, estos 3 economistas consideraban que apenas se lograría una sexta parte mientras que otro prestigioso economista, Robert Barro, de Harvard, afirmaba que el efecto no sería significativamente diferente que cero.
Seis meses después del paquete se pueden ver los resultados y afirmar que no tuvieron ningún efecto en el consumo. Parte de la explicación viene porque los estímulos temporales y al contrario de los permanentes, de acuerdo con las teo-rías de Milton Friedman y Franco Modigliani sobre el “ingreso permanente” o “ciclo de vida”, no cambian los hábitos del consumidor ni su propensión a consumir más.
Al analizar el resultado de la Ley de estímulo económico de 2008 durante la administración de Bush, el resultado es exactamente el mismo. El paquete fue una inyección única temporal y no permanente y el consumo no se afectó en la misma proporción ni dirección que el aumento en los ingresos de las personas.
Esto no significa que la solución sea dar estímulos permanentes por parte del Gobierno. De acuerdo con la Escuela Austriaca de Economía, el Gobierno distorsiona y causa problemas con sus intervenciones cuando no se dedica a su función básica que es la de garantizar los derechos individuales de la vida, la libertad y la propiedad a través de administrar la justicia y las fuerzas armadas y de seguridad.
Si se dan las condiciones necesarias de seguridad y justicia y un gobierno limitado, la gente actuando libremente no gastará parte de sus ingresos, o sea pospondrá parte de su consumo con lo que ahorrará hoy para precisamente incrementar su consumo, en el futuro. El ahorro y no el consumo, decía el premio Nobel de Economía, Friedrich Hayek, es la principal causa del progreso.
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