Penetración rusa en Latinoamérica: La irresponsabilidad de Venezuela

 
El presidente venezolano Hugo Chávez ha demostrado una vez más ser una persona irresponsable e imprudente y que no le importa comprometer la paz en el continente con tal de satisfacer su enfermizo odio hacia los Estados Unidos.

No hay otra manera de calificar su comportamiento tras firmar acuerdos de cooperación militar con Rusia, que si bien pueden ser consideradas como una decisión soberana, implica al continente, porque abre un posible escenario bélico en las disputas internacionales Washington-Moscú.

Ello es más grave debido a que el primer ministro, Vladimir Putin -verdadero mandamás de Rusia porque ha impuesto de presidente a su títere Dimitri Medvedev- está encrespado por lo que considera una intervención occidental en su dominio Georgia, como si en un juego de ajedrez Tbilisi sea su peón y no una nación libre, soberana y con dignidad. El premier ruso quiere “devolver” la “visita” de buques de guerra norteamericanos en el Mar Negro, luego de la invasión rusa a Georgia. 

"Chávez, a quien no le une ninguna afinidad ideológica con Putin, salvo su antinorteamericanismo, le abre peligrosamente las puertas a una Rusia con sed de venganza". 

Chávez, entonces, abre una puerta a la penetración rusa para provocar a Estados Unidos. Una presencia militar rusa a escasos kilómetros de Estados Unidos es una amenaza a su seguridad, más aún con la agresiva política hegemónica de la ex Unión Soviética. Por algo los norteamericanos están suscribiendo convenios con países europeos amigos, colocando radares y escudos antimisiles, es decir armas defensivas, con el efugio de neutralizar los cohetes de Irán.

Los rusos –que pretenden que el mundo sea nuevamente bipolar- utilizan a Venezuela como marioneta. Chávez dio permiso para que dos bombarderos nucleares rusos Tupolev-160 (Blackjack para la OTAN) sobrevolaran su territorio y el mar Caribe.

Un convoy naval ruso, asimismo, ha zarpado hacia Caracas para realizar maniobras conjuntas con buques de la armada venezolana. La escuadra está integrada por el crucero atómico 'Piotr Veliki' (Pedro el Grande), la fragata cazasubmarinos 'Admiral Chabanenko', un buque de salvamento y un barco cisterna.

Moscú nuevamente otorgó un crédito de 1.000 millones de dólares para que Chávez le compre armas, sumando otros 4.400 millones que ya le dio desde el año 2005 y que utilizó para comprar 100.000 rifles de asalto Kalashnikov, 24 aviones de combate, submarinos y 50 helicópteros. ¿Contra quién se arma Chávez?

Recuérdese también que el mandatario venezolano, que tanto critica las bases norteamericanas en Latinoamérica, ofreció una base a los rusos. Y Putin acaba anunciar que ayudará a ese país a desarrollar la energía nuclear, seguramente como lo concibe Irán, país que es un paria internacional, porque ninguna persona sensata puede creer que usará la energía nuclear para fines pacíficos.

Chávez, a quien no le une ninguna afinidad ideológica con Putin, salvo su antinorteamericanismo, le abre peligrosamente las puertas a una Rusia con sed de venganza. Ya Evo Morales, el otro incapaz mandatario boliviano y títere chavista, dijo que "ya perdió dos años y medio en no fortalecer las relaciones con Rusia y que ahora usará su tiempo sabiamente para construir mejores lazos". Igual sucede con Nicaragua, cuyo factótum chavista presidente, Daniel Ortega, apoyó a Moscú en la condenable invasión a Georgia. Y mañana seguirán, probablemente Honduras, Ecuador, Paraguay y Argentina.

Y, ¿cuál será la reacción de Estados Unidos?

El autor es periodista y directivo de la Asociación de Prensa Extranjera