Los consumidores mexicanos alientan el sueño de los minoristas fronterizos de EE.UU. de una Navidad feliz
LAREDO, Texas—Los comerciantes en esta ciudad fronteriza en las márgenes del Río Grande prácticamente se han resignado al hecho de que este año los consumidores estadounidenses no abrirán la billetera como suelen hacer en la temporada navideña. Pero aún son optimistas de que sus vecinos mexicanos les propicien una feliz Navidad.
Las ventas a clientes locales están cayendo aquí, como en todo Estados Unidos. Pero los mexicanos representan casi la mitad del negocio minorista en Laredo, la cual, como varias ciudades fronterizas, ha desarrollado un distrito de compras binacional que ha prosperado en los últimos años.
A medida que la economía estadounidense se derrumba, los minoristas y líderes cívicos en ciudades del sudoeste del país, como Laredo, están seduciendo a los mexicanos más que nunca, con la esperanza de que se lancen a las tiendas masivamente y salven la temporada de ventas de fin de año.
Sólo hay un p roblema: México tiene sus propias preocupaciones económicas. Su moneda ha caído, afectando el poder de compra de los consumidores mexicanos que cruzan la frontera para visitar tiendas, justo cuando los minoristas estadounidenses más los necesitan. En agosto, 10 pesos compraban US$1. Ahora la tasa de cambio está en cerca de 13,25 pesos por US$1.
Los mexicanos acaudalados que van a Estados Unidos en búsqueda de oportunidades y modas de vanguardia generan aproximadamente US$8.000 millones en ventas anuales desde Texas a California, según una investigación realizada hace unos años por la Universidad Panamericana de Texas.
La economía que integra consumidores de los dos países significa que se duplican los ingresos en tiempos prósperos, en especial para ciudades más pequeñas como Laredo, un puerto interior de 217.000 habitantes dos horas al sur de San Antonio, y McAllen, otra ciudad fronteriza con un extendido complejo de compras. Mientras la mayoría de los minoristas apuesta en grande al Viernes Negro (el día siguiente al feriado del Día de Acción de Gracias, cuando los minoristas ofrecen importantes descuentos), los comerciantes de la frontera también obtienen un impulso en el Día de la Revolución, cuando los mexicanos celebran la fundación moderna de su país, y luego salen de compras.
"Si va a comprar un pequeño regalo de cumpleaños, lo hace aquí en México. Pero si va a cambiar el vestuario, va a Texas", dice Silvia Garza, vicepresidenta de una filial de la Cámara de Comercio de McAllen, en Monterrey, México.
Tener acceso a los compradores mexicanos con mucho dinero ha llevado prosperidad a ciudades a lo largo de la frontera de casi 3.200 kilómetros de EE.UU. con México, incluyendo Tucson, Arizona, donde un centro comercial opulento llamado La Encantada aún está vendiendo muy bien. "Los agricultores en Hermosillo, en Sonora (México) tuvieron un buen año, así que estamos recibiendo muchos clientes", afirmó Melanie Sutton, una directora de marketing para el centro comercial Macerich Co.
Los minoristas de la frontera aprendieron que una clientela binacional también tiene el doble de riesgo. Luego de la Crisis del Tequila de 1994, cuando el peso perdió 40% de su valor en una semana, las ventas en algunos centros comerciales en Texas cayeron 80%.
Economistas familiarizados con la relación histórica entre el valor del peso y las ventas en Texas afirman que otra caída es inevitable ahora, la única pregunta es qué tan mala será. "Si sus ventas van a los mexicanos y el peso pierde valor, deberán soportar un gran golpe", señaló Keith R. Phillips, un economista del Banco de la Reserva Federal de Dallas.
- 23 de julio, 2015
- 16 de enero, 2025
- 28 de diciembre, 2009
Artículo de blog relacionados
El Financierio La emisión de Bonos será la fórmula que el Gobierno Nacional...
9 de septiembre, 2008- 26 de abril, 2014
- 9 de julio, 2012
América Economía Lima. Este lunes entró en vigencia el Tratado de Libre Comercio...
2 de febrero, 2009