Escasez de obreros calificados agobia a empresas de EE.UU.
Por Anton Troianovski
The Wall Street Journal
Buscan electricistas, plomeros y soldadores a través de Internet
Pese a que la economía estadounidense tambalea y a que el desempleo sigue en aumento, la fuerte demanda de plantas energéticas, refinerías petroleras y bienes de exportación tiene a muchos fabricantes y contratistas de construcción en Estados Unidos tratando de encontrar suficientes trabajadores capacitados para suplir vacíos actuales y futuros.
Ante la posibilidad de que la escasez de soldadores, instaladores de tuberías y otros trabajadores en alta demanda aumente debido a que muchos están a punto de jubilarse, los sindicatos, los contratistas de construcción y otras empresas están tratando de atraer a más gente joven a esos empleos.
Su desafío: superar la percepción de que los empleos de la clase obrera ofrecen menor estatus, dinero y posibilidades de crecimiento que los trabajos profesionales y que la universidad es la mejor inversión para todo el mundo.
Para llamar la atención sobre los beneficios de estos oficios —y algunas de las desventajas de elegir automáticamente la universidad— los sindicatos y los empleadores están recurriendo a escuelas, el Ejército, la comunidad virtual MySpace y hasta un ex cantante de ópera de 46 años llamado Mike Rowe.
Rowe es el presentador de la serie del Dicovery Channel Trabajo sucio que sigue sus aventuras empleándose en labores que van desde esquilador de alpacas hasta trabajador de una siderúrgica. Rowe está en conversaciones con Terex Corp., un fabricante de equipos de construcción de Westport, Connecticut, que tiene pedidos para grúas para los próximos dos años, gracias a fuertes ventas fuera de EE.UU. Terex, que contrató a Rowe para aparecer en una feria del sector este año, espera que su presencia ayude a la empresa a reclutar a trabajadores jóvenes para compensar el envejecimiento de su fuerza laboral.
«Atraer a los mejores a la industria es un gran reto…», dice Mike Bazinet, un portavoz de la empresa.
Rowe confirmó que está hablando con Terex, pero dijo que no sabe cuál sería su rol específico. Seguramente tendría que ver con ensalzar las virtudes del trabajo manual, como lleva haciendo tres años en su show. «Hemos convertido el trabajo duro en el enemigo», dice Rowe. «Esencialmente, le restamos su nobleza y necesidad y lo reemplazamos con un sentimiento de obligación desagradable».
Rowe también ha hablado con empleados de W.W. Grainger Inc., un distribuidor de productos industriales. Jim Ryan, su presidente ejecutivo, dice que su empresa no tiene planes inmediatos de asociarse con Rowe, pero que ha gastado US$400.000 en los últimos dos años para financiar programas de educación técnica en todo EE.UU.
«En los últimos años… todos los beneficios de una carrera en los trabajos manuales se han perdido en una avalancha de otras oportunidades profesionales», dijo Ryan. «Lo que la industria necesita es ser mucho más agresiva para crear visibilidad».
Las compañías y los sindicatos no disputan que la universidad puede ser una buena inversión, pero también dicen que algunos empleados del sector obrero pueden ganar más que el egresado universitario promedio.
«Ganas mientras aprendes», dice Brian Couch, un joven electricista, en un video puesto en las páginas de Internet de YouTube y MySpace. «No es como ir a la universidad por cinco u ocho años y luego tener un trabajo de medio tiempo».
Ese video y varios otros fueron desarrollados por la firma de relaciones públicas Pac/West Communications para una filial del Sindicato Estadounidense de Electricistas, así como por la Asociación de Contratistas Eléctricos de EE.UU. Ambos grupos se han asociado para la campaña para animar a graduados de secundaria a considerar un entrenamiento en algún oficio como una alternativa a la universidad.
En muchas partes de la economía estadounidense los trabajadores no faltan. Desde enero, EE.UU. ha perdido 463.000 empleos, muchos de ellos en el sector de la construcción y la manufactura. Pero en la industria eléctrica, por ejemplo, falta personal capacitado que pueda hacer soldaduras de precisión, encajar tuberías para transportar petróleo y entender las complicadas redes de las plantas energéticas modernas.
Dusty Henry, un electricista sindicalizado de 25 años de Portland, Oregon, dice que gana US$34 la hora trabajando en proyectos de energía renovable, mientras que algunos de sus amigos que fueron a la universidad ahora están teniendo dificultades para encontrar trabajo.
La escasez es tan grande que está forzando a algunos empleadores a posponer proyectos y a otros a pagar a sus empleados sueldos más altos, además de ofrecer horas extra.
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