Venezuela: Bases militares
Por Edwin Brítez
ABC Digital
Si todavía quedaba alguna máscara que cubría el verdadero rostro del comandante Hugo Chávez, esa cayó en la última visita realizada a Moscú, donde generosamente ofreció a su país para una eventual base militar de Rusia.
Todos sabemos que la soberanía permite a cada país dejar entrar y dejar salir a tropas militares propias o ajenas de acuerdo con el contexto y los intereses nacionales.
No pretendo entonces criticar la atribución que tiene Chávez como presidente de su país de permitir el ingreso de tropas extranjeras, aun cuando la autorización requiera de la venia parlamentaria, como sería en el caso paraguayo.
Se trata de la hipocresía con que se manejan las relaciones amigo-enemigo, varias de ellas sustentadas obviamente en ficciones más que en realidades o en errores pasados deliberadamente conservados por conveniencias unilaterales.
Esta hipocresía repercutió negativamente sobre nuestro país, durante años, con el intento externo de convencer al mundo de que Paraguay era otro de los “miserables colaboradores del imperialismo yanki” al contar con una supuesta base militar norteamericana en el Chaco.
Se ha disparado de todos los costados y en todos los colores contra Paraguay con un solo argumento: país que permite una base militar norteamericana es país sin dignidad ni soberanía, por tanto, instrumento del imperialismo.
Aun cuando el gobierno de Duarte Frutos es admirador de los gobiernos socialistas-antiimperialistas del continente, estos no llegaron a otorgarle credencial socialista a la manera en que el Departamento de Estado lo hizo con Lino Oviedo en su momento al no concederle credencial democrática. Entonces, las explicaciones del gobierno paraguayo no fueron suficientes para frenar toda la artillería socialista contra Paraguay.
Ahora que sube Fernando Lugo, sí ya podemos tener tranquilamente una base militar extranjera en el Paraguay; en el Chaco, en Piribebuy, en San Juan o en Lambaré. El goza de la credencial necesaria y si quiere puede hacerlo como Ecuador, que tiene una base norteamericana, o como Chávez que busca una base rusa, sin que nadie se disguste por ello.
Yo recomendaría una base de China Continental así contribuiríamos a abaratar los costos de un eventual conflicto internacional, al concentrar en el continente las bases de las superpotencias.
Esto se vería más reducido aún más si Bolivia aceptara un enclave de Irán en su territorio, algo que Chávez también ofreció a su amigo Ahmadineyad, pero que podría cederle a Evo, como lo hizo con una parte de su seguridad, algunos de los cuales fallecieron días atrás en Bolivia.
Hay que tener cuidado siempre cuando la dignidad y la soberanía están en boca de demagogos. Casi nunca tienen el verdadero significado y menos aún cuando la usan para involucrar a terceros en sus tácticas de ataques y defensa.
Es cierto que Moscú sufre de celo por la agresiva ofensiva de Washington en el mundo, sobre todo por la persistencia de colocar antimisiles en Polonia, pero no creo que Putin, verdadero presidente de Rusia, tome en serio el ofrecimiento de Chávez de trasladar tan lejos sus pesados utensilios nucleares para corresponder a una de las tantas y generosas ventas de mbocabichos.
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