Virtudes del capitalismo

Durante una entrevista con un periodista, de evidente ideología socialista, me preguntó porque adhería a esa doctrina, ya que, según él, la misma estaba perimida y había demostrado su fracaso en el mundo entero.

Respondí preguntándole: Quién, a su criterio, había hecho mas por la humanidad: Bill Gates, el hombre mas rico del planeta o la Madre Teresa de Calcuta? Después de cavilar un momento, tuvo que responderme: Bill Gates.

Ante mi: ¿Por qué?, afirmó que Gates había facilitado el uso de las computadoras para todos, creado miles o millones de empleos y oportunidades para todo el mundo, creando enormes cantidades de riqueza, dando bienestar a muchísima gente.

Esta pequeña anécdota es extraordinariamente efectiva para demostrar como funciona el capitalismo.

La Madre Teresa, sin dudas una de las personas mas bondadosa, altruista y samaritana que pueda concebirse, a pesar de su enorme esfuerzo personal, su dedicación de por vida, solo pudo beneficiar a un pequeño grupo de personas, de las cuales casi ninguna alcanzó un nivel aceptable de bienestar, como así tampoco creó riqueza en cantidades apreciables.

En cambio Gates, siguiendo su egoísmo personal, ya que no pensaba beneficiar altruísticamente a nadie, sino que quería ganar dinero, produjo enormes beneficios para todos nosotros, y, de paso, se convirtió en uno de los personajes mas ricos de la historia.

Claro que esto solo lo pudo realizar en un país en donde todavía rigen muchos principios del capitalismo, permitiendo hazañas empresariales como la suya.

El Capitalismo transforma aquellos impulsos egoístas que todos tenemos dentro de nosotros en beneficio propio y para todos los demás, ya que en el mercado libre, para progresar económicamente, se debe servir bien a quienes van a adquirir nuestros productos, para beneficio mutuo. Este proceso genera un permanente aumento de la riqueza y por ende del bienestar de todos.

Lástima que este hecho tan simple y elemental sea tan difícil de comprender para la mayoría de los seres humanos. A veces me hace dudar de su capacidad de raciocinio.