Brasil o cómo una moneda se convierte en el mejor aliado de Porsche, Prada o Tiffany

El Economista

Los brasileños nunca estuvieron tan enamorados de Gucci, Porsche, Prada o Tiffany, cuyas ventas se han disparado gracias a que el real, la moneda del país, se ha revalorizado con fuerza en los últimos tres años frente al dólar. En México, por el contrario, el consumo comienza a resentirse ya que el peso está perdiendo fuerza por la disminución de la llegada de remesas.

La lista de espera para la nueva línea primavera-verano de Prada es de 120 personas en Dona Santa, una tienda de productos de lujo en la ciudad de brasileña de Recife. La bolsa más cara de la colección cuesta 3.600 dólares, es decir, el equivalente a la mitad del ingreso anual de un hogar brasileño medio. Porsche ha vendido más automóviles en el país sudamericano este año que todos los que vendió en el 2002 y 2003 juntos.

Lujo más barato

El real brasileño se ha revalorizado un 60 por ciento en los últimos tres años frente al dólar, lo que ha reducido el coste de las importaciones y ha fomentado el aumento de las ventas de productos de lujo. Un ejemplo: el precio de un Porsche 911 Turbo es de 358.000 dólares, que equivale a 695.000 reales hoy. Hace tres años, el mismo vehículo costaba más de 1,1 millón de reales.

Las ventas de productos de lujo en Brasil alcanzarán 4.300 millones de dólares este año, lo que constituye una subida del 48 por ciento con respecto a hace dos años, según la empresa de investigación de mercado GfK Indicator.

La lista de multimillonarios ha crecido en Brasil y este año subió a 20 desde 4 en el 2003, según la revista Forbes. El uno por ciento más rico de la población brasileña gana el equivalente a la mitad de la población, según el Instituto de Pesquisa Económica Aplicada (Ipea).

El real ha ganado un 9,9 por ciento en 2007 y se ubica en 1,9417 dólares, fortalezido por unas exportaciones récord de materias primas como el hierro y la soja as¡ como por las inversiones extranjeras en los mercados de acciones y bonos del pa¡s.

Desde el punto de vista macroeconómico, la fuerte revaluación del real trae problemas, como la pérdida de competitividad frente a otros países. Además, los expertos cree que un dólar débil puede desanimar la exportación y abaratar las importaciones poniendo en peligro el empleo y el crecimiento de la producción del país.

México: cae el consumo y el peso

Una situación muy diferente se está viviendo en México. La llegada de remesas de los emigrantes se está viendo frenada por la crisis del sector residencial en Estados Unidos. La industria de la construcción es la mayor fuente de empleo para los mexicanos en EEUU, ya que representa un 20 por ciento de los trabajos, según datos del banco central de México.

Los permisos para la construcción de casas nuevas han bajado un 20 por ciento este año en EEUU. Este hecho se ha dejado notar con fuerza en las remesas, ya que tan sólo han crecido un 3,4 por ciento en el primer trimestre de este año, el menor ritmo en ocho años.

Los analistas creen que la bajada en las remesas empezará a pesar sobre el gasto de los consumidores en México. Casi el 90 por ciento de las transferencias recibidas en este país se destinan al consumo, según el banco central.

Además, las remesas de los emigrantes es la segunda fuente de dólares para México, después de las exportaciones de petróleo, y al verse frenadas se está debilitando al peso mexicano. Esta moneda se ha fortalecido tan sólo un 0,2 por ciento este año hasta los 10,7847, lo que la convierte en la segunda moneda de peor comportamiento entre las más operadas de la región.