La vida de un viejo gran liberal

1 de febrero, 1999

Moses Harman (1830-1910) es la clase de visionario social a quien los historiadores a menudo pasan por alto, pese a que durante su existencia su influencia fue inmensa. Harman vivió gran parte de su vida en el medio oeste estadounidense, compartiendo muchos de los valores que se encuentran asociados con la región: era un hombre de hablar suave, trabajador, y dedicado a su familia con un inquebrantable sentido de lo correcto y de lo incorrecto.

Fue también uno de los estadounidenses más obstinados y persistentes del siglo diecinueve involucrado en la lucha por preservar los derechos individuales. La mayoría de su escritos permanecen enterrados en las páginas del ahora oscuro periódico que dirigió durante 24 años. Su substancial impacto deriva de sus largas décadas de lucha por la libertad de expresión, la cual dio lugar a numerosos encarcelamientos y lo confinó a picar piedras en la prisión de Joliet (Illinois) a la edad de 75.

George Bernard Shaw se refirió al último encarcelamiento de Harman en una carta al New York Times (26 de septiembre de 1905), en la cual explicaba por qué no visitaría los Estados Unidos: “La razón por la que no voy a los Estados Unidos es que tengo temor de ser. . . encarcelado como el Sr. Moses Harman.. . . Si los bandoleros pueden, sin ningún reparo de la opinión pública, apresar a un hombre de la avanzada edad del Sr. Harman, y encarcelarlo por un año bajo condiciones que implican un intento indirecto de matarle, simplemente porque él comparte la opinión expresada en mi Hombre y Superhombre de que ‘el matrimonio es la más licenciosa de las instituciones humanas,’ ¿qué oportunidad tendría yo de escaparme?»

Harman y Shaw compartían la misma opinión del casamiento tradicional del siglo diecinueve: el mismo estaba definido por las leyes y las costumbres que esclavizaban a las mujeres, quienes eran privadas mediante el mismo del derecho a sus propios salarios, a la custodia de sus hijos, y de la capacidad de defenderse contra ataques físicos o sexuales por parte de sus maridos. Como cuestión personal, Harman creía en la monogamia y condujo su vida sin escándalos. Pero como un aspecto de la teoría y de las prácticas sociales insistía en que “el verdadero matrimonio” debía ser una unión igual entre adultos que consienten en la cual el estado no tenía ningún lugar legítimo. Fue su insistencia de discursar a favor del verdadero matrimonio y de los derechos de las mujeres la que llevó a Harman a muchos años de persecución legal bajo la Ley Comstock, la cual prohibía la circulación a través del correo de información sobre asuntos “obscenos” tales como el control de la natalidad o la reforma matrimonial.

Con el dejo de terquedad que a menudo se presenta en la personalidad estadounidense, Harman insistía en hablar claro porque, como él lo expresara, “Creo en la libertad de las libertades iguales”. No deseo para mi ninguna libertad de la que todos los demás no puedan disfrutar por igual. . . La fórmula Spenceriana: ‘cada uno tiene el derecho de hacer lo que le place, siempre y cuando no invada el idéntico derecho de otros,’ expresa lo que significa la libertad. Es equivalente a decir que la libertad, enlazada con la responsabilidad de sus actos, es la base cierta y única del buen carácter, o de la moralidad.” Deseaba ofrecerle a las mujeres una libertad idéntica a la de los hombres para controlar sus cuerpos y su propiedad, especialmente dentro del contexto de un matrimonio verdadero. Fue parte de su batalla de toda la vida para asegurar lo que él llamaba el derecho del juicio privado en las cuestiones morales.

Poca Educación Formal

Nacido en Virginia occidental en una familia pobre, Moses Harman creció en Missouri meridional. Aunque tuvo tan sólo unos pocos meses de educación formal, el joven Moses se convirtió en un ávido lector, especialmente después de que un accidente lo dejara lisiado. A los 16 comenzó a enseñar en la escuela y después asistió al Arcadia College, en Missouri; la educación fue un gran sacrificio financiero para su familia. Harman pronto fue galvanizado por el ideal del abolicionismo, el movimiento pre-Guerra Civil que exigía una cesación inmediata de la esclavitud sobre la base de que cada humano tenía un derecho a su propio cuerpo. Cuando la Guerra Civil entró en erupción, Harman no podía alistarse en el ejército de la Unión debido a su incapacidad. Pero siguió siendo un abolicionista tan franco que el condado de Crawford, Missouri, favorable a la esclavitud, votó una vez a favor de expulsarlo debido a sus impopulares sentimientos.

Cuando Harman se casó con Susan Scheuck, la hija de un simpatizante de la Unión quien había sido ejecutado por una banda de vagos confederados, su matrimonio fue un presagio de sus compromisos más últimos. Pese a que la ceremonia fue conducida conforme a la ley, la joven pareja celebró también un contrato personal que basaba su unión voluntaria en el amor, no en el deber. Sus dos hijos, George y Lillian, nacieron ambos en Missouri. Un tercer niño murió junto con Susan durante el parto en 1877. Uno solamente puede especular acerca de cuán profundamente influyó el observar la muerte de su tan amada esposa al dar a luz, en la insistencia posterior de Harman acerca de brindarle a las mujeres información sobre el control de la natalidad.

En 1879, Harman llevo a sus hijos a vivir a Valley Falls, Kansas, donde su primo Noah era un granjero acomodado. Moses obtuvo trabajo enseñando en la escuela del distrito, y pronto se hizo conocido por decir lo que pensaba de una manera dignificada pero directa. Un intercambio en particular determinaría gran parte de su futura trayectoria.

Harman se involucró en la Liga Liberal de Valley Falls, un rama local de la Liga Liberal Nacional, la cual procuraba separar a la iglesia del Estado. Ésta era una cuestión alrededor de la cual muchas figuras en la tradición individualista estadounidense se aglutinaron después de la Guerra Civil. En palabras de Harman, el “club local era el sucesor de un club más viejo. . . cuyas reuniones eran conducidas sobre la base del plan de derechos iguales para todos, sin importar la raza, el color, el partido o el credo.” La Liga pronto se involucró en un intercambio realizado con los clérigos en el periódico republicano local sobre “las cuestiones que dividen a las teologías actuales y populares de las deducciones de la ciencia moderna.” Aunque respetuoso del cristianismo, Harman sostuvo el punto de vista científico bajo el seudónimo de “Rústico.”

Cuando el periódico demostró estar poco dispuesto a continuar con el voluminoso debate, la Liga Liberal publicó su propio periódico, el Valley Falls Liberal en agosto de 1880, con Harman sirviendo como uno de sus directores oficiosos. Se convirtió en la primera voz en Kansas del liberalismo en el sentido que el término tenía en el siglo diecinueve, es decir del individualismo en activa oposición a la interferencia estatal. En 1881, fue rebautizado el Kansas Liberal, y Harman compartió la dirección editorial con Annie L. Diggs, una bien conocida populista. Después de un conflicto sobre la prohibición, a la cual el abstemio Harman se opuso en la creencia de que la temperancia debe ser voluntaria, asumió el control exclusivo.

El Kansas Liberal sería eventualmente llamado Lucifer, the Light Bearer (1883 – 1907) por el cual Harman pronto se hizo notorio a nivel nacional. El nombre era desafortunado porque despertaba las peores suspicacias dentro y creaba un contragolpe emocional entre muchos individuos de vocación religiosa. De hecho, dado que los periódicos tan controversiales como Lucifer podían publicar sin hacer frente a los problemas legales que constantemente Harman confrontaba, es probable que al menos parte de su persecución subsiguiente fuese encendida por el título provocativo. Harman lo había escogido inocentemente. Escribió, “Lucifer, el antiguo nombre de la Estrella de la Mañana, ahora llamada Venus, nos parece un apodo sin igual para un diario cuya misión es la de traer luz a los habitantes en la oscuridad.” Cuando mentes más cautelosas le aconsejaron en contra del nombre, Harman se atrincheró como era habitual y continuó sosteniendo que “las palabras no son hechos” y que ni el estado ni la sociedad podían legítimamente restringir las palabras que él eligió.

El Ojo Atento del Censor

Si el amable y cultivado Harman hubiese sido el único en elegir las palabras publicadas en Lucifer, su política podría haber resultado inofensiva. Para bien o mal, sin embargo, Harman permitió que sus colaboradores escribiesen lo que querían. Consideraba que la absoluta libertad de expresión purificaba a la sociedad permitiendo que los individuos se sintiesen honestamente atraídos o rechazados por ciertas ideas, y que comprendiesen sus reacciones en vez de suprimirlas. Lucifer no era salaz, sino meramente directo en sus discusiones sociales y políticas. Para los censores de entonces, esto era suficiente.

En junio de 1886, Lucifer publicó una carta de W.G. Markland, que describía un caso particularmente brutal de sexo forzado dentro del matrimonio y lo llamaba violación. De hecho, pudo haber sido la primera discusión impresa sobre este tema en la escena estadounidense. La carta era gráfica, pero no utilizaba ninguna palabra que no pudiese ser hallada en un diccionario o en un libro de texto médico.

Al enviar mediante el correo la edición de Lucifer que contenía la carta, Harman violó la Ley Comstock, que establecía una pena de encarcelamiento de hasta diez años para cualquiera que enviase o recibiera intencionalmente material obsceno a través del correo. Siniestramente, la palabra “obsceno” no había sido definida por la Ley. Pero Anthony Comstock, su autor en 1873 y organizador de la Sociedad de Nueva York para la Supresión del Vicio, definió a la “obscenidad” para que incluyese a la discusión de y a la protesta contra la violación dentro del matrimonio. Bajo la Ley, el Servicio de Correos asumió la facultad de destruir arbitrariamente la correspondencia sin rembolsar al remitente o proveer el debido proceso.

Hay un sentido en el cual Lucifer era un blanco inverosímil para Comstock: la misma parecía ser un idílico negocio familiar, un trabajo del amor. Harman describió la situación: “Realizaba el trabajo de oficina, asistido por mi hijo George, de quince años, y mi hija Lillian, de trece quién ya había aprendido a fijar los tipos. Vivíamos en una pequeña granja de frutas a una milla de la imprenta en la cual eran realizados el trabajo de composición y de impresión. El trabajo editorial era realizado principalmente en casa, durante las primeras horas de la mañana y tarde en la noche, mientras que gran parte del día era empleado por los tres para trabajar en la granja, cosechando frutas y vegetales, con cuya venta satisfacíamos nuestros propios deseos diarios, además de ayudar a sufragar los costos de la publicación; el plegamiento y el empaquetamiento del papel era efectuado en la noche por la familia entera, incluyendo a mi esposa Isabella, con la que me había casado desde nuestra mudanza a Kansas.”

Esta satisfecha escena fue quebrada en febrero de 1887, cuando una orden de arresto fue emitida para la detención de los directores y los editores de Lucifer: Moses Harman, Edwin C. Walker, y George Harman. Harman y su hijo fueron llevados a Topeka en donde, bajo la imposición de fianzas de $500 a cada uno para comparecer en la sesión de abril del tribunal, les fue permitido irse a su casa. (Walker, y su esposa de 16 años, Lillian Harman, se encontraban ya en la cárcel debido a su casamiento no estatal, al cual Moses llamaba un “matrimonio autonomístico.”)

La Persecución Legal de Moses Harman

Después de compadecer en la sesión de abril del tribunal, se les ordenó a Moses y a George Harman ejecutar otra fianza y reaparecer el siguiente julio. En la comparecencia de julio, se les dijo que el clima era demasiado calido para presentar los cargos en su contra ente el gran jurado. Les fijaron otra fianza para presentarse en la sesión de octubre y se fueron a casa. Durante los siguientes ocho años , Harman fue forzado a desperdiciar grandes porciones de tiempo yendo y viniendo a Topeka por el capricho legal del tribunal y a gastar el escaso dinero en ejecutar docenas de fianzas, aun cuando una sola hubiese respondido a los requerimientos de la ley.

Finalmente, en octubre, los acusados se notificaron de la naturaleza de los cargos incoados contra ellos. El gran jurado procesó a Lucifer en base a 270 acusaciones de obscenidad, las cuales se encontraban eventualmente anuladas debido a que ni el juez ni el fiscal de distrito podían discernir un cargo legalmente inteligible en alguna de las acusaciones. Para no frustrarse, el fiscal de distrito procuró un nuevo conjunto de acusaciones, totalizando 216 cargos entre todas. La acusación estuvo basada en cuatro artículos periodísticos, aunque los cargos fueron retirados en dos de ellos. Los artículos incluían la carta de Markland y una carta al director escrita por Celia B. Whitehead, una reformadora de la corriente mayoritaria bien respetada. Irónicamente, la carta de Whitehead argumentaba en contra del control de la natalidad al que Comstock consideraba obsceno.

Como una consecuencia de su retiro de la administración de Lucifer, los cargos fueron retirados contra George Harman y Walker en 1888. Moses Harman quedó solo como el único demandado. Era un demandado desafiante. En la edición del 22 de junio de 1888 de Lucifer, reimprimió la carta de Markland—junto al Capítulo 38 del Génesis, para demostrar que el lenguaje de la carta no era más ofensivo que el de la Biblia.

Mientras tanto, la ordalía de Harman desató una tormenta de protestas. Como resultado de la controversia, el fiscal del distrito continuó el caso hasta 1890, cuando ya no ocupara más el cargo.

En febrero de 1890, Harman fue arrestado en base a cargos groseros originados en una carta escrita por un médico de Nueva York, conocida como la carta de O»»»»Neill. Gráfico en su lenguaje y hablando en base a su experiencia en la práctica médica durante 19 años, Richard V. O»»»»Neill atestiguaba que había visto muchos casos de trastornos mentales o muerte temprana de mujeres provocados por “la violación dentro del matrimonio,” similar a lo que había sido descrito en la carta de Markland. Por publicar la carta de O»»»»Neill, Harman fue escoltado a Topeka una vez más, y liberado luego en base a una fianza de $1.000.

En mayo de 1890, Harman fue finalmente juzgado y condenado a cinco años de cárcel y a pagar una multa de $300 por utilizar el correo para enviar la Carta de Markland. En agosto siguiente fue liberado en virtud de un error de escritura, pero una nueva fianza fue requerida. En enero de 1891, Harman fue condenado a un año de cárcel por la carta de O»»»»Neill. Otro error de escritura y otra fianza sobrevinieron en marzo. El hostigamiento legal continuó durante años, hasta que en junio de 1895 una nueva sentencia fue dictada y por la cual Harman fue alojado en la prisión estatal de Kansas en Lansing. Al ser liberado en 1896, el exhausto redactor mudó a su familia y a Lucifer a Chicago.

De este período, escribió más adelante, “[P]or más de nueve años, nunca estuve por un momento libre de la ‘sombra de la cárcel’—es decir, o bien estaba encerrado de manera segura dentro de las paredes de la prisión o me encontraba bajo fianzas fuera de esas paredes, con la amenaza del encarcelamiento, como la espada de Damocles, pendiendo constantemente sobre mi cabeza.” Continuó orgulloso declarando, “Mientras tanto Lucifer, el verdadero objeto de los querellantes, no murió; Lucifer no se suspendió; Lucifer no se retractó; Lucifer, ‘Hijo de la Mañana,’ no dejó de brillar sobre el amigo y el enemigo por igual.”

El Encarcelamiento Final

Por combatir las leyes de Comstock, Moses Harman había adquirido el aura de un héroe popular, el cual se extendió a los periódicos de la corriente mayoritaria. Pero la mudanza a Chicago no previno la misma clase de problemas legales que se habían presentado en Topeka. El hostigamiento postal precedió a la detención final de Harman, con la negativa a que Lucifer hiciese uso de las tarifas del correo de segunda-clase, hasta que la cuestión fue apelada a Washington. Entonces el correo de Chicago comenzó a confiscar y a destruir ciertas ediciones a las que declaró obscenas. Una edición fue destruida porque la misma contenía un artículo de la venerada feminista Alice Stone Blackwell que había sido reimpreso del Woman’s Journal. Otro artículo declarado obsceno por las autoridades postales fue un extracto de un informe de la Oficina de los Estados Unidos de la Industria Animal que había sido editado de acuerdo con la autoridad del Congreso.

Finalmente, Harman fue procesado y juzgado en mayo de 1905 por enviar por correo dos artículos: “The Fatherhood Question” (escrita por un autor identificado solamente como T.V.A.), el que sostenía de una manera inofensiva que cada futura madre tuviese el derecho “de seleccionar las mejores condiciones posibles para” la procreación, y “More Thoughts on Sexology” escrito por Sara Crist Campbell, quien tenía casi 70 años de edad, sosteniendo que la ignorancia sexual infligía un dolor innecesario sobre las mujeres. El tribunal rechazó permitir el testimonio acerca de la condición médica de Harman, y las instrucciones de parte del juez al jurado dejaron poca duda en cuanto a su opinión de que los artículos eran legalmente obscenos. Así, a la edad de 75, Moses Harman fue sentenciado a un año de trabajos forzados.

Desde la cárcel del condado de Cook en Chicago, Harman escribió la carta “Saludo y Despedida” a sus amigos, reafirmando el objeto de la publicación de Lucifer: “ayudar a la mujer a romper las cadenas que por años la han limitado al armazón de la ley hecha por los hombres, espiritual, económica, industrial, social y en especial sexualmente, creyendo que hasta que la mujer sea despabilada a un sentido de su propia responsabilidad en todos los ámbitos del esfuerzo humano, y especialmente en los ámbitos de su campo especial, el de la reproducción de la raza, habrá poco, si alguno, progreso real hacia una civilización más elevada y más verdadera.”

En Joliet, donde picó piedras durante los amargos meses de invierno, la salud de Harman se deterioró desastrosamente. Una transferencia a Leavenworth—asegurada por la resuelta intervención de la familia y de sus amigos—probablemente le salvó la vida. Allí, pasó gran parte del resto de su sentencia en el hospital.

Al ser liberado en 1907, el Harman de 76 años cambió el nombre de Lucifer por el de American Journal of Eugenics. El formato se hizo más académico, y el foco cambió más firmemente a mejorar la reproducción y la raza humana, un tema que cautivaba a muchos de los reformadores de principios del siglo veinte. Las teorías eugenésicas de Harman y de los radicales individualistas análogos estaban basadas en gran medida en el trabajo de populares científicos tales como Francis Galton (acuñador de la palabra “eugenesia”), quien creía que la raza humana podía ser mejorada mediante la herencia. Para Harman, la principal barrera a la apropiada reproducción era el estado. Pensaba que sus leyes opresivas en materia de matrimonio, divorcio, y control de la anti-natalidad prácticamente aseguraban que las mujeres golpeadas por la pobreza diesen a luz a niños desnutridos y enfermizos. Al bregar por el retiro del Estado de la reproducción, antes que por una reglamentación más estricta, los individualistas estadounidenses eran una voz única a favor de a libertad individual dentro de un movimiento que tendía hacia el control del estado.

El 30 de enero de 1910, Moses Harman falleció en Los Angeles, adonde se había mudado en 1908. El American Journal of Eugenics murió con él. Aunque dos servicios en su memoria fueron celebrados para el venerado director—uno en Los Angeles y el otro en la Ciudad de Nueva York—el mejor recuerdo bien puede haber sido una carta escrita a Lucifer por Lizzie Holmes casi 20 años antes. Ella llamó el periódico de Harman “el vocero, casi el único vocero en el mundo, de cada mujer pobre, sufriente, defraudada, y subyugada.”

Traducido por Gabriel Gasave

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