El mundo perdió un gigante intelectual esta semana cuando falleció el economista Walter E. Williams. Williams era Profesor Distinguido de Economía John M. Olin en la George Mason University, un economista, un académico y un comunicador de sabiduría e ideas económicas sin parangón. Amaba la libertad, la defendía elocuentemente, y se esforzó por demostrar cómo las buenas intenciones no se traducen de inmediato en buenos resultados.
El trabajo y los comentarios de Williams se basaban en una profunda comprensión de cómo individuos libres en mercados libres encuentran maneras de ayudarse entre sí. Howard Baetjer explica el «Principio de la Mano Invisible» en su corto libro Economics and Free Markets. Cita a Williams, quien dijo «En un mercado libre, obtienes más para ti mismo al servir al prójimo. No tienes que preocuparte por él! Sólo servirlo».
Como explicaba Adam Smith, conseguimos lo que deseamos ayudando a otras personas a obtener lo que ellos quieren. Lo más importante es que esto exige que respetemos su derecho a decir «no». Los mercados libres se basan en un profundo respeto por la dignidad de los demás. Un mercado libre es posible y productivo cuando reconocemos que los demás no son meramente medios para nuestros fines, creados para servirnos o creados para vivir como queremos que lo hagan. Si deseamos asegurar su cooperación, tenemos que darles lo que quieren en vez de lo que pensamos que es mejor para ellos. Pocas personas entendieron esto mejor que Walter Williams.
Les digo a mis alumnos que no deseo retirarme. Básicamente deseo morir en mi escritorio al final de una larga y fructífera vida. Williams encarnó ese sueño, y fue un académico y un educador hasta el final: dio su última clase el martes y falleció el miércoles, el mismo día que apareció su última columna sindicada.
En un conmovedor homenaje en el Wall Street Journal, su colega de toda la vida Donald J. Boudreaux escribe,
«La profesión de economista cuenta con muchas mentes excelsas, pero tiene escasísimas con la capacidad y el interés de realizar investigaciones rigurosas y de involucrar al público con sus resultados. Milton Friedman era un académico así, como lo es Thomas Sowell. Walter estaba a su altura».
Algunos de mis momentos de mayor orgullo como profesor se han originado al oír cómo les fue a mis antiguos alumnos en el curso de microeconomía que él dictaba a estudiantes de doctorado en la George Mason University. Sabía que estaban en mejores manos que las mías con Walter E. Williams, y sabía que si se desempeñaban bien en su curso, era porque realmente sabían lo que hacían.
Su serie de videos de PBS Good Intentions (Buenas Intenciones) se basó en su libro de 1982 The State Against Blacks, que afortunadamente se encuentra disponible en YouTube. Las fechas han cambiado, pero la lógica y las lecciones no.
Williams fue un encumbrado intelecto que hizo que la forma de pensar económica cobrara vida para generaciones de estudiantes universitarios, graduados, lectores y cualquiera que quisiera escuchar. No soportaba a los imbéciles, lo que incidentalmente aparece como el título del documental de 2014 de la Free to Choose Network sobre su vida y obra. Para adaptar un proverbio africano, el mejor momento para empezar a leer la obra de Walter Williams es hace veinte años. El segundo mejor momento es ahora mismo.
Adiós y descanse en paz Dr. Williams. Sus zapatos serán imposibles de llenar.
Traducido por Gabriel Gasave
In Memoriam: Walter E. Williams, 1936-2020
El mundo perdió un gigante intelectual esta semana cuando falleció el economista Walter E. Williams. Williams era Profesor Distinguido de Economía John M. Olin en la George Mason University, un economista, un académico y un comunicador de sabiduría e ideas económicas sin parangón. Amaba la libertad, la defendía elocuentemente, y se esforzó por demostrar cómo las buenas intenciones no se traducen de inmediato en buenos resultados.
El trabajo y los comentarios de Williams se basaban en una profunda comprensión de cómo individuos libres en mercados libres encuentran maneras de ayudarse entre sí. Howard Baetjer explica el «Principio de la Mano Invisible» en su corto libro Economics and Free Markets. Cita a Williams, quien dijo «En un mercado libre, obtienes más para ti mismo al servir al prójimo. No tienes que preocuparte por él! Sólo servirlo».
Como explicaba Adam Smith, conseguimos lo que deseamos ayudando a otras personas a obtener lo que ellos quieren. Lo más importante es que esto exige que respetemos su derecho a decir «no». Los mercados libres se basan en un profundo respeto por la dignidad de los demás. Un mercado libre es posible y productivo cuando reconocemos que los demás no son meramente medios para nuestros fines, creados para servirnos o creados para vivir como queremos que lo hagan. Si deseamos asegurar su cooperación, tenemos que darles lo que quieren en vez de lo que pensamos que es mejor para ellos. Pocas personas entendieron esto mejor que Walter Williams.
Les digo a mis alumnos que no deseo retirarme. Básicamente deseo morir en mi escritorio al final de una larga y fructífera vida. Williams encarnó ese sueño, y fue un académico y un educador hasta el final: dio su última clase el martes y falleció el miércoles, el mismo día que apareció su última columna sindicada.
En un conmovedor homenaje en el Wall Street Journal, su colega de toda la vida Donald J. Boudreaux escribe,
Algunos de mis momentos de mayor orgullo como profesor se han originado al oír cómo les fue a mis antiguos alumnos en el curso de microeconomía que él dictaba a estudiantes de doctorado en la George Mason University. Sabía que estaban en mejores manos que las mías con Walter E. Williams, y sabía que si se desempeñaban bien en su curso, era porque realmente sabían lo que hacían.
Su serie de videos de PBS Good Intentions (Buenas Intenciones) se basó en su libro de 1982 The State Against Blacks, que afortunadamente se encuentra disponible en YouTube. Las fechas han cambiado, pero la lógica y las lecciones no.
Williams fue un encumbrado intelecto que hizo que la forma de pensar económica cobrara vida para generaciones de estudiantes universitarios, graduados, lectores y cualquiera que quisiera escuchar. No soportaba a los imbéciles, lo que incidentalmente aparece como el título del documental de 2014 de la Free to Choose Network sobre su vida y obra. Para adaptar un proverbio africano, el mejor momento para empezar a leer la obra de Walter Williams es hace veinte años. El segundo mejor momento es ahora mismo.
Adiós y descanse en paz Dr. Williams. Sus zapatos serán imposibles de llenar.
Traducido por Gabriel Gasave
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